La fiebre corporativa del Bitcoin: por qué empresas de todo el mundo apuestan miles de millones y qué riesgos advierten los expertos
Desde biotecnológicas hasta mineras y hoteles, un número creciente de compañías está incorporando Bitcoin en sus tesorerías con la promesa de incrementar su valor en bolsa. ¿Es una táctica sostenible o una burbuja lista para explotar? Voces clave de la industria explican el fenómeno que está transformando las finanzas globales.

El mercado cripto vive uno de sus mejores momentos desde 31 de octubre de 2008 cuando Satoshi Nakamoto, dio a luz a la primera criptomoneda, el Bitcoin. Hoy, después de casi 17 años de aquel día, tanto el Bitcoin como la segunda cripto, la altcoin Ethereum, viven su momento más alto en su historia teniendo en cuenta sus valores históricos, U$S 125.000 el Bitcoin y U$S 4.800 por cada Ether. 

Ante este gran presente, el atractivo de Bitcoin y otras criptomonedas como fuente de innovación y protección contra la volatilidad de los mercados tradicionales ha impulsado a una nueva ola de empresas a lanzarse de lleno al universo cripto. El fenómeno se aceleró en 2024 y 2025: según datos de Architect Partners, de enero a agosto de este año 154 compañías públicas recaudaron o comprometieron U$S 98.400 millones para comprar activos digitales, un salto meteórico frente a los U$S33.600 millones que 10 empresas habían recaudado antes de este boom.

"El Bitcoin viene testeando resistencias históricas y la tendencia estructural sigue siendo positiva, apoyada por el avance regulatorio y el interés institucional" dice Matías Dajcz, Chief Revenue Officer de Ripio.

Uno de los ejemplos emblemáticos es el de Sequans Communications, la empresa de semiconductores liderada por Georges Karam. Tras analizar el éxito de una firma del sector salud que sumó Bitcoin a su cartera, Karam decidió lanzar su propia estrategia cripto: "Podría no haberlo dicho el año pasado pero hoy soy un gran creyente... Estoy 100% convencido de que Bitcoin llegó para quedarse", aseguró el ejecutivo. Gracias a una emisión de deuda y acciones por U$S 384 millones, la compañía se embarcó en la compra del token y su acción llegó a subir 160% luego del anuncio.

 

El patrón se repite. Empresas como Bluebird Mining Ventures y KULR Technology apostaron sus fichas al criptoactivo para sobrevivir financieramente. "Si no hubiésemos iniciado este camino, nos sería imposible recaudar capital a futuro; éramos una compañía conectada al respirador", reconoció Aidan Bishop, fundador de Bluebird Mining Ventures, que consiguió £2 millones en junio para invertir en Bitcoin. En KULR Technology, pese a registrar una pérdida operativa de U$S9,4 millones, el mercado la valora en U$S 211 millones, impulsado por los U$S 118 millones en Bitcoin que conserva en su portafolio.

Las valoraciones bursátiles han llegado a niveles inéditos: The Smarter Web Company, con una ganancia neta de apenas £ 93.000 en seis meses, registra una capitalización de £ 560 millones, respalda por activos de Bitcoin valuados en £ 238 millones. Esta distorsión refleja, según los analistas, el premio que los inversores están dispuestos a pagar por empresas que acumulan criptomonedas en sus balances.

¿Una estrategia brillante... o una bomba de tiempo?

Michael Saylor, el director detrás de Strategy y uno de los principales evangelizadores de Bitcoin, ratificó el rumbo: su compañía, convertida en "acumuladora" serial de bitcoin, hoy vale U$S 115.000 millones, el doble del valor de los activos cripto que atesora. "El objetivo es aumentar el bitcoin por acción, y las empresas que logran hacerlo más rápido reciben las mayores primas", explica Brian Estes, CEO de Off The Chain Capital.

Este dinámico círculo, sin embargo, tiene a muchos en alerta. "Es comparable a la burbuja de internet en 1998", advierte Estes. "Esto terminará mal, terminará en una burbuja. Así como subieron rápido, pueden caer igual de rápido". Eric Benoist, especialista tecnológico en Natixis CIB, es directo: "El riesgo es que Bitcoin se desplome. En ese escenario, los precios de las acciones también caerán y, si las empresas no pueden pagar a sus bonistas, podría ser sistémico para todo el ecosistema Bitcoin".

Hay motivos para preocuparse. La mayoría de las empresas que compran Bitcoin emiten deuda o buscan capital nuevo para hacerlo. Si el precio cae, muchas quedarían atrapadas, incapaces de cumplir con sus obligaciones. "Estructuralmente esto es muy riesgoso si pagás una deuda con otra deuda... Podés terminar con un riesgo sistémico, porque hay estructuras débiles que pueden tener que liquidar posiciones forzadamente, presionando aún más al mercado", alerta un ejecutivo de un fondo cripto.

"Dado el contexto de mercado, es evidente que esta tendencia de incorporar activos digitales en las estrategias corporativas y financieras no sólo redefine modelos de negocio, sino que también refuerza el papel de las blockchains como pilares de la innovación y la descentralización en el sistema financiero global" explica Dajcz, el CRO de Ripio

Para los inversores, la métrica de éxito es el "bitcoin por acción": cuantos más tokens adquiera la compañía respecto a la cantidad de acciones en circulación, mayor la apuesta al rebote futuro y mayores los beneficios potenciales.

Exchanges, brokers y un salto regulatorio

Vivien Lin, Chief Product Officer de BingX, explica cómo funciona la mecánica de estas grandes compras: "Las empresas adquieren Bitcoin a vendedores existentes a través de exchanges, mesas OTC y proveedores institucionales de liquidez. Para grandes adquisiciones, muchas veces las operaciones se coordinan directamente con proveedores para evitar impactos en los precios y garantizar la estabilidad".

Sobre el impacto para el sector, Lin apunta: "Sí, representa una oportunidad de negocio importante para los exchanges, que desarrollan equipos y productos dedicados a la gestión de tesorerías corporativas. Estas transacciones abren la puerta a relaciones de largo plazo y a la provisión de futuros servicios avanzados".

¿Riesgo o oportunidad para el mercado? Para Lin, ambas cosas: "La adopción institucional y corporativa de Bitcoin mejora la legitimidad, liquidez e infraestructura del mercado, pero también introduce riesgos sistémicos, financieros y regulatorios. Es clave trabajar con reguladores para mitigar estos riesgos al tiempo que se impulsa la adopción".

Coinex Research añade: "El movimiento de empresas incorporando Bitcoin en sus reservas estratégicas se consolida como una tendencia vital para ganar la confianza de inversores todavía cautelosos. Pero la llegada de nuevos actores corporativos inevitablemente trae mayores regulaciones y un crecimiento exponencial de los activos líquidos negociados".

La reacción global y el futuro del fenómeno

En regiones donde los ETFs de cripto están prohibidos, las compañías tesoreras ("crypto treasury companies") ofrecen un canal alternativo para exponerse a este mercado, además de oportunidades fiscales poco exploradas. Países como Japón -donde las ganancias cripto se gravan hasta en 55%, pero las acciones sólo en 20%- incentivan a los inversores a preferir acciones de empresas con grandes reservas de cripto en lugar de comprar tokens directos.

No faltan quienes ven oportunidades de consolidación. Bob Diamond, ex CEO de Barclays, lidera un vehículo que compró U$S 888 millones en tokens HYPE y no descarta adquirir empresas cripto "en distress" para reorganizarlas. "Se crearán oportunidades para que los más fuertes absorban a los que están mal administrados o poco financiados".

A pesar de las advertencias, la fiebre cripto corporativa sigue adelante. Tyler Evans de UTXO Management señala: "Lo vemos como una forma de llenar el vacío para los inversores institucionales que no pueden comprar ETFs ni tokens directamente. Pero insisto en que haya formas de que las empresas sean generadoras de efectivo en un mercado bajista, más allá de solamente emitir capital".

La conclusión es clara: la alianza entre mercados de capital y criptomonedas da vida a uno de los capítulos más frenéticos y complejos de la historia financiera reciente. Como observa Lin, "es una nueva etapa en la maduración de la industria cripto, que combina innovación, regulación y capital institucional en una escala jamás vista".

El ecosistema argentino, caracterizado por su alto grado de adopción y experimentación, no es ajeno a este efecto internacional. Los últimos avances regulatorios anunciados por la SEC hace una semana fortalece, a modo de referencia, el incipiente marco regulatorio local. Un dato relevante: la Comisión Nacional de Valores (CNV) ya habilitó la inclusión de activos digitales en fondos y planes de retiro, ampliando los usos posibles de cripto más allá de la especulación de corto plazo.

En este sentido, Matías Alberti, Country Manager de Coinbase en Argentina, fue un poco más allá señalando que "la Comisión de Bolsa de EE.UU. dio un nuevo impulso a la legitimación del ecosistema cripto para inversores institucionales. Esta decisión abre la puerta a una adopción del staking corporativo y de productos especializados. En Argentina, este escenario global confirma dos cosas: primero, que la minería institucional y el staking líquido están dejando de ser mero discurso para convertirse en infraestructura real con potencial de escala. Y segundo, que la irrupción regulatoria, como el reciente aval para incluir cripto en planes de retiro, impulsa la adopción sostenible. En Coinbase estamos comprometidos para que el ecosistema crezca aquí de manera segura, transparente y con respaldo normativo."

Mientras el apetito siga, el mundo estará atento al desenlace de una estrategia que, de no manejarse con cautela, podría ser tan explosiva como el mismo Bitcoin.