¿Es Uruguay un país complejo para hacer negocios a nivel global? No especialmente. ¿Y dentro de América Latina? Mucho menos. Así lo destaca el último Índice Global de Complejidad Empresarial 2025, elaborado por TMF Group, firma global especializada en servicios contables, fiscales, legales y de recursos humanos.
En total se analizaron 79 países del mundo que fueron puntuados y rankeados con base en más de 250 indicadores, agrupados en categorías como regulaciones corporativas, normativa fiscal y gestión de recursos humanos. El que resultó como el país más complejo para hacer negocios fue posicionado en el puesto 1, mientras que el que tiene mayores facilidades se posicionó en el 79.
Con estos datos en cuenta, Uruguay se ubicó en el puesto 27, lo que significa una mejora respecto a 2024, cuando quedó en el 26. Esto, detalla el informe, confirma el desempeño positivo y estable del país que se destaca por su entorno político previsible, infraestructura confiable y vínculos comerciales sólidos.
A nivel global, Grecia, Francia, México, Turquía y Colombia son los países más complejos para hacer negocios, según el índice. En el extremo opuesto, las Islas Caimán, Dinamarca, Nueva Zelanda, Hong Kong y Jersey ocupan los primeros lugares entre los más simples para las empresas.
"El caso de Uruguay demuestra que la estabilidad sigue siendo un activo estratégico en tiempos de incertidumbre global. Las empresas valoran un entorno donde las reglas del juego son claras, los procesos están bien definidos y los cambios no generan sobresaltos", explicó Héctor Lorenzo Lozada, jefe de TMF Uruguay y Paraguay.
Si la lupa se pone únicamente sobre América Latina, Uruguay pasa a ser uno de los territorios menos complejos para operar. En este sentido, está por encima de Brasil, que ocupa el sexto lugar, Colombia que está en quinto y México que está tercero. Únicamente Chile, en el puesto 20, presenta una competitividad comparable en términos de simplicidad operativa.
En lo que respecta a las áreas específicas, el mayor reto local refiere a las reglas, regulaciones y procesos corporativos, donde ocupa el lugar número 15 del ranking. En el lado opuesto, las fortalezas están en la contabilidad y fiscalidad (posición 35) y en capital humano y gestión de nómina (posición 38).
Buena letra
Uno de los aspectos destacados en el informe es la iniciativa que presenta el sector empresarial uruguayo tanto al momento de buscar nuevos socios comerciales como de participar en iniciativas gubernamentales. En la misma línea, destacó que se mantiene atento a las dinámicas locales y regionales, lo que se suma a una infraestructura sólida que contribuye a mitigar los riesgos en las cadenas de suministro.
Asimismo, se reconoce la apuesta de las empresas por la transformación digital y la innovación, lo que prepara a las compañías para los desafíos del futuro. Por otra parte, se valora el auge del trabajo remoto, ampliamente aceptado por empleados y empleadores, y respaldado con marcos legales.
En materia de salarios, se observa que, a pesar de tasas de rotación estable y la ausencia de una inflación significativa, Uruguay continúa ofreciendo salarios competitivos, especialmente en el sector tecnológico.