Con piratas informáticos robando más de US$ 3.000 millones solo en la primera mitad de 2025, el futuro de las criptomonedas depende de su capacidad para resistir en tiempo real. Ya no alcanza con la prevención.
Recuerdo cuando se rompió mi primera billetera de criptomonedas. No perdí millones, pero dolió igual. Lo que más me sorprendió no fue cómo desaparecieron los fondos, sino lo difícil que resultó recuperarlos.
No había atención al cliente, ni seguros, ni forma de revertir la operación. La pérdida fue definitiva. Y me acuerdo de haber pensado: "¿Cómo podemos construir el próximo sistema financiero si puede desaparecer en segundos?".
Esa experiencia, que muchos en la comunidad cripto comparten, pone en el centro una de las preguntas más urgentes de la economía digital: ¿cómo logramos que los activos digitales no solo sean seguros, sino también recuperables? Más ahora que Bitcoin marcó un nuevo máximo histórico y se volvió un blanco aún más tentador para los hackers.
Por qué la seguridad de las criptomonedas es más importante que nunca
Las criptomonedas atraviesan una nueva carrera armamentista. Solo en la primera mitad de 2025, los piratas informáticos robaron más de US$ 3.000 millones en 119 ataques, según el informe Gone Fast: Laundering Timing, de Global Ledger.
Los datos muestran un patrón alarmante. El lavado de dinero más veloz se completó en menos de tres minutos. Los atacantes más rápidos logran evadir las alertas antilavado hasta 75 veces. Y apenas se recuperó el 5% de los fondos robados.
La conclusión es dura.
Las criptomonedas no solo exigen mayor seguridad. También necesitan más resiliencia.
El problema de la velocidad en las criptomonedas
En más de dos tercios de los ataques, los fondos ya estaban en movimiento antes de que el público supiera que había ocurrido una vulneración. Los equipos de cumplimiento suelen contar con apenas 10 a 15 minutos para actuar desde que los fondos robados ingresan a una plataforma de intercambio. Para cuando se redacta el primer informe del incidente, los atacantes ya dividieron el dinero, lo desviaron mediante mezcladores o puentes y desaparecieron.
Las conclusiones del informe muestran que el hacker promedio cuenta con una ventaja de 20 horas antes de que el incidente se haga público. Cuando el tiempo es el factor decisivo, la prevención, por sí sola, ya no alcanza.
De la prevención a la recuperación de las criptomonedas
Durante años, la seguridad de los activos digitales se apoyó en la probabilidad. Las plataformas de intercambio y los custodios dependen de alertas, controles manuales y de la esperanza de actuar antes que los atacantes.
Ese modelo empieza a resquebrajarse.
Una nueva camada de empresas apuesta por el determinismo. En lugar de esperar a detectar un ataque, diseñan sistemas que reaccionan de forma automática.
Circuit, por ejemplo, desarrolló un sistema llamado Extracción Automática de Activos (AAE, por sus siglas en inglés). Permite a las plataformas prefirmar transacciones a prueba de manipulaciones, listas para enviarse apenas se detecta un incidente. Así, los fondos se transfieren de inmediato a billeteras de recuperación seguras bajo control del cliente.
La protección deja de depender del factor humano y pasa a apoyarse en la precisión de la máquina. Ya no se trata de evitar todos los fallos, sino de asegurar que los activos puedan recuperarse en el acto cuando algo sale mal.
La recuperación de las criptomonedas como nuevo estándar institucional
Esta nueva lógica empieza a ganar terreno entre los actores institucionales. Uno de los pasos más visibles fue el de Shift Markets, proveedor de infraestructura para más de 150 plataformas de intercambio y brókers en todo el mundo, que integró el sistema de recuperación de Circuit en todo su ecosistema.
Harry Donnelly, director ejecutivo de Circuit, lo explicó así: "Construimos la recuperación como un reflejo. Las plataformas de intercambio ya no tienen que esperar permiso ni coordinación. El sistema actúa al instante y los activos se mueven del punto A al punto B antes de que los atacantes puedan hacerlo. Así es como se ve la verdadera resiliencia operativa".
Esa frase —la recuperación como reflejo— resume bien lo que está cambiando. Durante años, la infraestructura de activos digitales se construyó con muros y candados.
Ahora empieza a reconstruirse con reflejos.
Eliminando la trampa de la clave privada criptográfica
La mayor vulnerabilidad de las criptomonedas siempre fue la clave privada. Si se pierde, los fondos desaparecen para siempre. El modelo de recuperación prioritaria apunta a cambiar eso. Con billeteras conectadas a API y sistemas de protección programables, los fondos pueden moverse de forma automática entre cadenas o custodios si un nodo resulta comprometido.
El viejo mantra "Ni tus llaves, ni tus monedas" está empezando a mutar hacia otro: recuperá tus llaves, recuperá tus monedas.
Este cambio hace que la seguridad de las criptomonedas deje de parecer una apuesta basada en contraseñas y se acerque más a una infraestructura con estándares institucionales. Reemplaza el pánico por la previsibilidad.
El catalizador de la madurez cripto
La seguridad de las criptomonedas atraviesa su propio momento Y2K, una prueba de madurez. Como sucedió con el cambio de milenio, que obligó a las empresas a repensar la continuidad digital, la ola actual de ataques fuerza a la industria a incorporar la recuperación como una capacidad integrada.
El mercado de seguros refuerza esta tendencia.
Las primas de seguros vinculadas a criptomonedas ya superan los US$ 100 millones anuales. Sin embargo, estas pólizas solo se activan cuando ya hubo una pérdida. El diseño enfocado en la recuperación da vuelta esa lógica: evita que las pérdidas lleguen a concretarse. Así, el riesgo se vuelve más manejable y los modelos de seguro, más sostenibles.
La integración de sistemas como el de Circuit con Shift Markets marca un punto de inflexión para el sector, donde seguridad y continuidad empiezan a ir de la mano. Para inversores y reguladores, la capacidad de recuperación podría convertirse pronto en una exigencia básica.
Alineación de la seguridad cripto con los marcos institucionales
Lo más llamativo de esta nueva etapa en la seguridad de las criptomonedas es cómo se alinea con los estándares tradicionales de ciberseguridad. El diseño de Circuit, que está en proceso de patente, refleja los principios del Marco de Ciberseguridad del NIST, centrado en la resiliencia y la capacidad de recuperación.
Custodios financieros como BNY Mellon ya integraron la resiliencia a sus estrategias para activos digitales. Las tecnologías que priorizan la recuperación amplían ese modelo con defensa en tiempo real. La diferencia es clara: el cumplimiento ya no es una simple lista de tareas, sino una carrera contra el reloj.
Defensa cripto a velocidad de máquina
En esta nueva etapa, la velocidad es tanto el problema como la respuesta. El informe Gone Fast mostró que los hackers mueven fondos en segundos, mientras que los equipos de cumplimiento y las fuerzas de seguridad tardan días. La única defensa posible es la automatización, capaz de actuar tan rápido como el ataque.
La seguridad enfocada en la recuperación hace eso. Los sistemas ejecutan contraataques inmediatos y neutralizan la ventaja de velocidad que los atacantes usaron durante años. Ya no se trata solo de detectar el delito, sino de superarlo.
Como me dijo un ejecutivo de seguridad en una mesa redonda reciente: "Antes pensábamos que la cadena de bloques era invulnerable. Ahora nos damos cuenta de que es su defensa programable lo que la hace invulnerable".
El efecto red en la seguridad cripto
Lo que vuelve tan significativa la alianza con Shift Markets es su escalabilidad. Más de 150 plataformas de intercambio ahora pueden activar la recuperación por defecto. Cada una refuerza la red. En conjunto, reducen el alcance de cada ataque.
Es un caso poco habitual de colaboración dentro de la industria en algo que beneficia a todos: usuarios, exchanges, aseguradoras y reguladores. Si suficientes actores adoptan sistemas que priorizan la recuperación, las pérdidas definitivas podrían volverse tan raras como los cheques sin fondos.
Un nuevo amanecer para la seguridad de las criptomonedas
La historia de las criptomonedas siempre fue una historia de reinvención. Lo que empezó como un movimiento por la descentralización ahora avanza hacia la resiliencia. Los muros que antes protegían los activos están siendo reemplazados por sistemas capaces de recuperarse por sí mismos cuando se ven comprometidos.
En un escenario donde miles de millones pueden desaparecer en minutos, la capacidad de recuperación ya no es un lujo. Es la base de la confianza.
La seguridad de las criptomonedas importa porque ya no se trata solo de defensa. Es continuidad, responsabilidad y el futuro de la confianza financiera. El próximo paso para la cadena de bloques no es evitar pérdidas, sino asegurar que, cuando ocurran, la recuperación sea automática.
Esa es la verdadera carrera por la seguridad cripto. Y todavía se puede ganar.
Nota publicada por Forbes US