Las acciones de las empresas mineras de oro vienen registrando un gran desempeño en lo que va de 2025. El precio del metal precioso marcó un récord tras otro, y las compañías que lo extraen están ofreciendo a los inversores algunos de los mejores rendimientos del mercado actual.
Muy pocas veces se vio una combinación tan favorable de factores para este sector. Las compras de los bancos centrales, la incertidumbre política y una mayor disciplina por parte de las compañías juegan a favor del oro y de las firmas que lo producen.
Durante la primera semana de septiembre, el metal alcanzó su sexto máximo histórico en apenas siete jornadas bursátiles. Luego de superar el récord ajustado por inflación que se había establecido en 1980, el oro tocó niveles nunca vistos no solo en dólares, sino también en euros, libras, yuanes y casi todas las monedas más importantes.
La huida hacia los metales preciosos
¿Qué está detrás de este fenómeno? Miedo e incertidumbre. Los bancos centrales de distintos países mantuvieron una demanda constante, y aumentaron sus reservas de oro físico a niveles récord. Según el Consejo Mundial del Oro (WGC), los fondos ETF respaldados por oro acumulan ingresos por casi US$ 50.000 millones en lo que va del año. Es el segundo incremento más alto del que se tiene registro.
Ray Dalio, el fundador de Bridgewater Associates, lo dejó claro este mes: una cartera bien diversificada debería tener entre un 10 % y un 15 % en oro, por encima de mi propia sugerencia del 10 %. Comparó la deuda de Estados Unidos con una placa que tapa una arteria, y advirtió que el país podría estar al borde de un infarto financiero. Según él, el oro podría funcionar como un antídoto.
Aunque el oro se llevó gran parte de la atención, la plata también mostró un fuerte repunte: subió más de 40 % en lo que va del año y se ubica en su precio más alto en 14 años. Algunos analistas anticipan que podría llegar a US$ 3,22 por gramo impulsada tanto por la demanda de inversores como por su uso industrial en paneles solares y productos electrónicos. Para quienes buscan mayor apalancamiento, las acciones de compañías mineras de plata podrían ofrecer un rendimiento todavía más potente.
Las acciones mineras superan sus máximos
Lo señalé muchas veces: cuando sube el oro, las mineras suelen escalar todavía más rápido. Esto ocurre porque sus costos se mantienen relativamente fijos. Una vez que se paga por excavar, triturar y procesar el mineral, el valor de cada gramo adicional impacta de lleno en los resultados. Con el oro en US$ 1800, muchas minas apenas lograban sostenerse. Pero con el precio en US$ 3600, están generando ganancias millonarias.
Considere las cifras. Los costos totales de mantenimiento (AISC, por sus siglas en inglés) para los principales productores se ubican entre US$ 34 y US$ 39 por gramo Con un precio spot que prácticamente triplica esos valores, los márgenes que están obteniendo las compañías mineras son extraordinarios
No sorprende que los índices mineros se hayan disparado. El NYSE Arca Gold Miners marcó un nuevo máximo histórico este mes, superando los niveles que no se veían desde 2011. Compañías como Sibanye-Stillwater, AngloGold Ashanti y Gold Fields subieron más de 150 % cada una en lo que va del año, mientras que SSR Mining tuvo un salto extraordinario de 220 %.
El flujo de caja libre impulsa dividendos y recompras
Los inversores con más experiencia quizá recuerden otros ciclos alcistas del oro, cuando las empresas, con exceso de liquidez, se lanzaban a crecer a cualquier costo. En ese entonces, gastaron sin medida en adquisiciones, construyeron minas de más y diluyeron el capital de los accionistas. Esta vez, el escenario es distinto.
En 2025, las compañías mineras muestran una conducta más prudente. Los equipos directivos priorizan la eficiencia operativa, el fortalecimiento de los balances y la rentabilidad para los accionistas. Están destinando el efectivo disponible al pago de dividendos y a programas de recompra. El flujo de caja libre aumentó en toda la industria y la rentabilidad del capital invertido alcanzó niveles récord.
Esta nueva cultura de moderación marca una diferencia clara con respecto a repuntes anteriores. Los fundamentos son más firmes y las finanzas de las empresas, también.
Las advertencias de recesión se hacen cada vez más evidentes
El contexto macroeconómico no puede pasarse por alto. La economía de Estados Unidos muestra señales claras de tensión. El Departamento de Trabajo revisó recientemente a la baja el crecimiento del empleo en 911.000 puestos hasta marzo, el mayor ajuste en más de dos décadas. Por primera vez desde 2021, hay más personas desempleadas que vacantes disponibles. La inflación al consumidor se mantiene en 2,9 %, a pesar de una breve caída en los precios mayoristas.
Los economistas alertan sobre una posible recesión hacia fin de año. Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan, afirmó que la economía se está "debilitando", mientras que Mark Zandi, economista jefe de Moody's y uno de los que anticipó la crisis financiera de 2008, expresó su preocupación por un escenario de estanflación, al que definió como "pernicioso".
A esto se suma el ruido político. Las iniciativas del presidente Trump para ejercer control sobre la Reserva Federal, como los intentos por destituir a la gobernadora Lisa Cook, generan inquietud entre los inversores. Goldman Sachs advirtió que, si se pone en riesgo la independencia de la Fed y apenas el 1 % de los US$ 27 billones del mercado de bonos del Tesoro se volcara al oro, el precio podría escalar hasta los US$ 161 por gramo.
Una oportunidad de oro
El oro vive un momento de auge. Rompe récords en casi todas las monedas, impulsado por las compras de los bancos centrales, los ETF y los inversores individuales.
Las mineras son, hoy, las grandes beneficiadas del apalancamiento. Con costos cercanos a los US$ 1.100 y un precio del oro por encima de los US$ 3.600, los márgenes son los más altos en décadas. Mi recomendación sigue siendo mantener una exposición del 10 %: un 5 % en oro físico (lingotes, monedas o joyas) y el otro 5 % en acciones de compañías mineras de alta calidad. Es clave reequilibrar de forma periódica.
Como dice el viejo refrán: "No esperes para comprar oro. Comprá oro y esperá". Y no te olvides de las mineras. Están generando ganancias y atrayendo a cada vez más accionistas.
*Con información de Forbes US