Estados Unidos mete presión y refuerza su ofensiva por la hegemonía del dólar dice el Financial Times
De acuerdo a un artículo publicado hoy en el diario británico Financial Times, la Casa Blanca de Trump busca ampliar la adopción global del billete verde, la resistencia de China y la incertidumbre argentina vuelven a poner en foco el futuro del orden monetario internacional.

Washington vuelve a mirar el mapa financiero mundial con una ambición declarada: consolidar el dominio del dólar. Según reveló el Financial Times, el gobierno del presidente Donald Trump analiza "cómo alentar a más países a adoptar el dólar como su moneda principal" ante los esfuerzos de Pekín por reducir su influencia global.

Las conversaciones —que involucraron a funcionarios del Departamento del Tesoro, el Consejo de Asesores Económicos y la Casa Blanca— incluyeron dos reuniones con el economista Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins y uno de los principales expertos en dolarización. "Esta es una política que se están tomando muy en serio, pero todavía está en progreso. No se han tomado decisiones finales", dijo Hanke al FT.

De acuerdo con el artículo, el interés estadounidense no se limita a América Latina, aunque Argentina —recurrentemente golpeada por crisis de confianza en el peso— aparece entre los "candidatos naturales" junto con Líbano, Pakistán, Ghana, Turquía, Egipto, Venezuela y Zimbabue. El profesor destacó además que el debate interno en Washington "se encuentra en el mismo espacio que la promoción de stablecoins respaldadas por dólares", una vía que la administración ve como extensión digital de su política monetaria internacional.

El artículo publicado este domingo 2 de noviembre. Entre los principales objetivos figuran economías como la de Argentina y Venezuela, entre otras de Europa, Asia y Africa.

Un vocero de la Casa Blanca, Kush Desai, confirmó que funcionarios se reunieron con el académico, pero aclaró que esas conversaciones "no reflejan posiciones oficiales". Sin embargo, insistió en que "el Presidente Trump ha reafirmado repetidamente su compromiso con la fuerza y el poder del dólar".

La anatomía del dominio verde

La primacía del dólar no es producto reciente. Desde el acuerdo de Bretton Woods en 1944, cuando 44 países aliados decidieron desvincular sus monedas del oro y anclarlas al dólar, la divisa estadounidense se consolidó como reserva internacional. Ese entramado de confianza permitió a Estados Unidos financiarse a tasas bajas, sostener amplios déficits fiscales y emitir deuda que hoy supera los U$S 28 billones, de los cuales un tercio está en manos extranjeras, según la Reserva Federal.

 

"El dólar sigue siendo el pilar central del sistema financiero internacional", afirma el último informe de la Fed ("The International Role of the U.S. Dollar - 2025 Edition"). Pese a las tensiones geopolíticas, el 58% de las reservas oficiales continúan denominadas en dólares, una proporción que "no muestra señales de desdolarización significativa".

El documento también resalta la expansión digital de su hegemonía: los stablecoins basados en dólar alcanzan una capitalización de U$S 220 mil millones, y cerca de U$S 1 billón en billetes circula fuera de Estados Unidos, el doble que en 2010.

Entre la hegemonía y el desafío chino

El Council on Foreign Relations (CFR) coincide en que la supremacía del dólar "sigue siendo el corazón del sistema financiero internacional", aunque advierte sobre "presiones estructurales y desafíos geopolíticos crecientes". Su último informe —The Dollar: The World's Reserve Currency (2025)— estima que el dólar representa alrededor del 59% de las reservas globales, frente al 20% del euro y el 3% del renminbi chino.

El organismo recuerda que este "privilegio exorbitante" permite a Washington "financiarse barato y proyectar poder económico mediante sanciones financieras", como demostró el congelamiento de U$S 300 mil millones en activos rusos tras la invasión a Ucrania. No obstante, la ex secretaria del Tesoro Janet Yellen ha advertido que el uso excesivo de esas sanciones "podría erosionar la confianza" en el sistema basado en el dólar.

El CFR señala que los países BRICS impulsan mecanismos alternativos para comerciar en monedas locales o crear una divisa común, pero subraya que la falta de integración financiera y la ausencia de instituciones robustas impiden una sustitución real. "No existe por ahora una alternativa creíble al dólar como moneda de reserva global", concluye el informe.

Argentina y el espejo de la dolarización

La mención de Argentina en el debate de Washington no es casual. Su historia de devaluaciones e inflación crónica mantiene viva la discusión sobre una posible dolarización. Hanke recordó que el país "ya operó con una caja de conversión entre 1991 y 2002" y sostuvo que el 76% de la deuda acumulada desde 1995 "ha desaparecido por fuga de capitales". En su visión, "las sucesivas asistencias financieras son un mal negocio: si solo un cuarto de la deuda se invierte en actividades productivas, no hay flujo de caja suficiente para pagarla".

Luis Caputo, ministro de economía argentino, asegura que por ahora no.

Pese a la insistencia de economistas, empresarios y medios, el ministro de Economía Luis Caputo, que descartó la dolarización como opción de corto plazo, el tema sigue pesando en la conversación regional. "Eso es lo que tiene que pasar si querés romper el ciclo", advirtió Jay Newman, exdirectivo de Elliott Management.

La Reserva Federal, por su parte, descarta que un cambio estructural sea posible en el corto plazo. Ninguna otra divisa —afirma su informe— ofrece "la combinación de liquidez, estabilidad y respaldo institucional que caracteriza al dólar". Salvo un colapso de confianza generalizado, el billete verde seguirá siendo el eje del sistema monetario global "en las próximas décadas".

Fuente: Financial Times, Investopedia, Council on Foreign Relations, Federal Reserve