Tres años y medio después de desembarcar en Uruguay, la multinacional UKG —software de gestión de capital humano— consolidó al país como uno de sus polos de ingeniería y desarrollo estratégico. La operación local pasó de menos de 40 a aproximadamente 300 ingenieros, que hoy forman parte de una red global que supera los 5.000 profesionales del área. El centro uruguayo pisa fuerte y se posiciona como un actor relevante de la empresa, con presencia en 150 países como Estados Unidos, Canadá, México, Australia, Francia e Inglaterra.
"Siempre tuve el sueño de que Uruguay pudiera albergar grandes empresas tecnológicas. Que UKG se instalara acá y sea un éxito es un sueño cumplido", dijo a Forbes Uruguay Chiara Toscani, country manager de UKG.
Los equipos locales lideran áreas críticas con responsabilidades sobre soluciones como el sistema de payrolls -el corazón de UKG-, que procesa cientos de billones de dólares al año en sueldos de empresas de todo el mundo. Además, están al frente del desarrollo de Global Payments: un producto que busca convertir a la empresa en un proveedor de nómina a escala mundial.
TALENTO LOCAL
Cuando UKG adquirió a Ascentis en 2022, heredó también un pequeño equipo en Uruguay. Eran apenas 36 ingenieros, pero esa semilla fue suficiente para despertar una apuesta estratégica: convertir al país en un polo clave de desarrollo tecnológico. La primera visita de los ejecutivos globales fue el punto de inflexión.
"Era el momento de definir si quitaban al equipo o si realmente apostaban a crecer en el país", indicó Toscani. La impresión fue tan positiva que la compañía decidió apostar fuerte al talento local, convencida de que el ecosistema uruguayo podía sostener un crecimiento acelerado. El plan fue tan ambicioso como concreto: alcanzar los 300 colaboradores en menos de cinco años y transformarse en un centro de excelencia para la multinacional. Y la meta se cumplió.
Para lograrlo, explicó Toscani, la estrategia fue atraer proyectos estratégicos que pudieran crecer y darle al equipo local la oportunidad de demostrar su capacidad. Uruguay no solo supo adaptarse a la cultura global de trabajo en equipo de la compañía, sino que también le imprimió su propia identidad.
"El talento uruguayo no se limita a hacer lo que se le pide. Va más allá, entiende el problema de fondo y busca la mejor solución para el cliente final", destacó la country manager. Esa curiosidad, sumada a la capacidad de adaptación, consolidó al centro uruguayo como un actor relevante dentro de la operación. "Demostrar que el talento local puede estar a la altura me llena de orgullo", agregó.
CON FOCO EN LAS PERSONAS
En UKG, la expansión de la operación va de la mano de un liderazgo que pone a las personas en el centro. La compañía cultiva un estilo consciente y empático, con la convicción de que el bienestar y la autenticidad son la base de la innovación.
Así lo resumió Toscani: "Cuando uno puede mostrarse tal cual es y sin miedo, ahí se abre la puerta a la innovación y la productividad".
Con esa cultura como fundamento, UKG Uruguay proyecta su futuro con ambición: planea ampliar su equipo en ingeniería y en customer experience, para consolidar a Uruguay como un socio imprescindible en proyectos globales.
Foto: Inés Guimaraens
*Este artículo fue publicado originalmente en la edición impresa de Forbes Uruguay de Octubre de 2025. Para suscribirte y recibirla bimestralmente en tu casa, clic acá.