Directores y gerentes encuentran en el deporte un aliado estratégico para sostener el rendimiento, gestionar la presión y equilibrar la vida personal y profesional. Las disciplinas varían: algunos eligen el surf, el golf o el running, mientras que otros prefieren depor tes colectivos como el hockey, el básquetbol o el handball. En todos los casos, la práctica física se transforma en metáfora y entrenamiento paralelo del liderazgo. Cinco referentes uruguayos comparten cómo sus rutinas deportivas moldean el carácter, fortalecen la disciplina y potencian el bienestar propio y el de sus equipos, dentro y fuera de la oficina.
JAVIER LESTIDO Director de Sures Real Estate y de Julio César Lestido
MÁS ENERGÍA, MENOS EGO
El deporte no es un pasatiempo, sino una parte esencial de la vida de Lestido y, por extensión, de su manera de liderar. A lo largo de los años probó diferentes disciplinas: desde correr la Maratón de Nueva York hasta surfear, andar en bicicleta, practicar automovilismo o sumergirse en la natación.
Hoy ese bagaje condensó en dos constantes: el campo de golf y la piscina. "Hay deportes que sirven para la salud directamente, como nadar. Lo hago en gran parte por estar mejor físicamente. Y es increíble, porque lejos de sacarte energía, te la da. Me ayuda a mantener la mente más tranquila y a razonar mejor, a ser menos preso de mis emociones", aseguró. Por eso, el deporte ocupa un espacio innegociable en su agenda.
Para Lestido, el bienestar no se reduce al entrenamiento, sino que incluye el descanso, la alimentación y los vínculos personales. "El deporte está en el mismo lugar que mi trabajo. No porque le reste importancia al trabajo, sino porque me mantiene en un rango de rendimiento más alto. Es lo que me permite rendir mejor", señaló.
Su semana incluye sesiones de golf, prácticas intensas de natación —"una hora en la piscina es mucho más demandante de lo que la gente cree"— y rutinas de Flow, una gimnasia basada en el peso del cuerpo y pensada para surfistas. La practica junto al entrenador Maximiliano Zegers, quien también entrena al expresidente Luis Lacalle Pou. Además de la exigencia física, encuentra en la música un hábito de desconexión y concentración: guitarra y auriculares a primera hora de la mañana, apenas 15 minutos que le bastan para ordenar la mente.
El deporte oficia como entrenamiento paralelo de liderazgo. "El golf es un gran maestro. Es ingrato y objetivo: te enfrenta con tu ego, porque los números no mienten. Tenés que saber perder y eso te moldea el carácter. Hay momentos en que te toca morder el polvo y aprender a reaccionar con altura", reflexionó.
A Lestido cada disciplina le deja una enseñanza aplicable a los negocios: la perseverancia del surf, la resistencia del running, la exigencia técnica del automovilismo y la concentración del golf. Todas confluyen en un mismo propósito: sostener el equilibrio vital. "Lo más importante es mantener una balanza entre el trabajo, la familia y el deporte. Hay momentos que no vuelven y, para mí, sostener ese equilibrio es la clave", concluyó.
FLORENCIA CASTAGNOLA Socia de Guyer & Regules
ANTE LA PRESIÓN, CALMA
Lleva casi toda su vida con un palo de hockey en la mano. Esta referente en asesoramiento a empresas tecnológicas retroalimenta la alta competencia deportiva con el ejercicio profesional. Exintegrante de las Cimarronas, hoy Castagnola es capitana de la selección uruguaya máster que hace poco compitió en el Panamericano.
"Acabamos de jugar la final contra Argentina, que es potencia mundial. Perdimos por un gol, pero nos quedamos con la tranquilidad de haber jugado de igual a igual. Fue histórico: por primera vez Uruguay salió campeón panamericano en la categoría +50, y en la mía, la +45, llegamos a la final. Ahora vamos al Mundial", contó con entusiasmo.
Su rol de capitana le enseñó que dirigir es mu cho más que dar órdenes. "Desde muy chica en tendí que liderar es escuchar, empoderar, motivar y, sobre todo, dar el ejemplo. Eso mismo pasa en la empresa: los resultados dependen de la confianza y la coordinación del equipo. Más en un estudio como el nuestro, donde trabajamos con equipos multidisciplinarios", destacó.
La presión es otro terreno común: "Cuando jugás una final panamericana o cuando enfrentás una negociación empresarial, lo fundamental es mantener la calma y transmitir tranquilidad al equipo", subrayó.
Entrena entre cuatro y cinco veces por semana, entre prácticas de selección y partidos de los tres equipos en los que juega. Los horarios nocturnos o de principio de la mañana le permiten compatibilizar con la agenda profesional, aunque reconoce que el compromiso se siente "casi como un trabajo extra". Pero le encuentra muchos beneficios: "El deporte libera estrés, recarga energía y te obliga a ser disciplinada en descanso y alimentación. Todo eso repercute en la salud mental y en el rendimiento laboral".
Esa convicción la trasladó también al estudio de abogados, donde impulsan programas de bien estar: convenios con gimnasios, asesoramiento nutricional y actividades recreativas. "No se trata solo de venir y pasar horas trabajando. Si cuida mos la salud del equipo, eso inevitablemente re percute en el rendimiento", aseguró. Su visión es que el bienestar no es un lujo, sino una estrategia de productividad.
Castagnola también se reconoció como promotora activa de la práctica deportiva en sus colegas. Impulsa instancias de fútbol mixto o carreras colectivas de 5K y 10K dentro de Guyer & Regules. "El deporte te enseña a gestionar la presión, a trabajar en equipo y a sostener hábitos. No hay mejor consejo que empezar, aunque sea de a poco. Después el entusiasmo aparece solo", sentenció.
LEONARDO LOUREIRO CEO de Quanam para EE.UU. 78
DESENCHUFADO Y DISCIPLINADO
El también presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales está muy comprometido con el running. "Es el deporte que me puedo llevar tranqui lamente a todos lados. En el pasado jugué al básquetbol, hice tenis y ahora pádel, pero el running es lo que me da mayor libertad", explicó. Viajes, agendas cargadas y reuniones internacionales no son obstáculo para su rutina: su día empieza antes del amanecer en la rambla de Montevideo, con entrenamientos que lo conectan con el mar y el viento.
El running le ofrece dos formatos que trasladó a su liderazgo. Uno, la modalidad libre, como espacio de mindfulness: "Corro desenchufado, sin auriculares, atento a las olas, al viento, al sol. Me aporta salud física y mental para encarar el día con otra energía". Otro, la modalidad de carrera, con entrenamientos de media maratón que asocia a su práctica empresarial. "Para correr 21 km hay que prepararse como si fuera un proyecto tecnológico: fijás la meta, definís la fecha y trabajás hacia atrás para llegar en condiciones. La carrera es el resultado de un proceso bien diseñado", comparó.
Esa lógica de objetivos se complementa con disciplina. Loureiro rara vez suspende un entrena miento. "Lo único que me detiene es una tormenta eléctrica o un viaje", graficó. "No siempre tengo ganas de correr, pero sé que tengo que hacerlo. Eso fortalece la voluntad y es perfectamente trasladable a la empresa: no siempre nos toca hacer lo que nos gusta, pero hay que hacerlo igual".
La salud, para él, es un concepto integral: combina ejercicio, buena alimentación y prevención médica rigurosa. Cada dos años se somete a un total body scan, con estudios específicos como el calcium score para cuidar su corazón. También aplica pequeños ajustes inspirados en la neuro ciencia, como evitar la cafeína después de las dos de la tarde. "Estar bien con uno mismo es lo que te permite atravesar reuniones complejas, manejar frustraciones y tomar decisiones difíciles", sostuvo.
Su experiencia como corredor también lo llevó a generar espacios de inspiración para otros. Desde Quanam, apoyó al maratonista Nicolás Cuesta y organizó un evento en el que trazaron paralelismos entre la prepa ración de un atleta de élite y la de un proyecto empresarial. En ambos casos, la constancia y el trabajo previo definen el resultado.
NICOLÁS OBERTI Director general de L'Oréal Uruguay
COMPROMISO CON EL EQUIPO
Para Oberti, el deporte es mucho más que una rutina física: es un espacio de desconexión, estrategia y compromiso colectivo. Desde hace más de dos décadas juega al básquetbol dos o tres veces por semana con un grupo de amigos. Los fines de semana se suma el papi-fútbol en ADIC, otra tradición que mantiene viva la pasión por los deportes de equipo. "Practico básquetbol hace 25 años. Es recreativo, pero también competitivo: nos desafiamos, buscamos ganar, analizamos tácticas. Es un deporte muy interesante porque exige concentración y es pro fundamente colectivo", explicó.
En la cancha encontró un espejo de lo que vive en la empresa. "En el deporte en equipo importa el talento individual, pero lo que realmente cuenta es lo que cada uno aporta al grupo. Las tácticas, las estrategias, cómo potenciar las fortalezas y minimizar las debilidades, todo eso es perfectamente trasladable al mundo de los negocios. También cómo levantarse frente a un revés, cómo apoyarse en los compañeros. Esa motivación y ese impulso competitivo son ingredientes tan claves en el deporte como en la empresa", aseguró.
Su rutina deportiva tiene además un componen te esencial: la desconexión. Oberti deja el celular en casa cuando va a entrenar. "Son dos horas en las que me concentro en el juego y en mis compañeros. Es un espacio lúdico, pero también un ejercicio de concentración plena. Me permite recargarme y volver con más energía", remarcó.
Su estrategia para sostener la práctica es simple y efectiva: hacerlo temprano en la mañana. "A las nueve ya terminé y empiezo la jornada fresco. Los días que entreno llego a la oficina con más ganas". Su definición de bienestar es amplia y hu mana. "Es dormir bien, apoyar la cabeza en la almohada y sentir que cumpliste. Es equilibrar el trabajo con la salud física, la salud mental y los vínculos afectivos. Cuando uno de esos bloques se descuida, hay que reequilibrar. Ese balance hace que todo lo demás funcione mejor", señaló.
"No se trata solo de entrenar duro. Lo importante es encontrar ese espacio y sostenerlo", finalizó.
VERÓNICA RUDOLPH Gerente general de Claro Uruguay
FOCO EN EL JUEGO
Para esta líder el deporte es un ancla. Rudolph encontró en el handball un espacio para resetear la mente, descargar tensiones y, al mismo tiempo, re forzar habilidades que traslada a la gestión empresarial. "Es mi cable a tierra para desenchufarme y volver a enchufarme. Ese momento en la cancha me obliga a dejar el celular de lado y concentrarme únicamente en el juego", contó.
a jugar en la escuela. Hoy integra varios equipos, como Las Madres del Colegio La Mennais y La Rejuntada, con quienes entrena y disputa partidos semanalmente. "Lo innegociable son los partidos. Están primero en mi agenda y en mi casa ya lo saben: si no juego, no estoy bien", reveló.
Con humor, agrega que siempre lleva "dos mochilas en el auto: la del gimnasio y la del handball". Si no llega a la práctica, entonces toca entrenar, y así no deja ningún día sin ejercitarse. Rudolph aseguró que la práctica deportiva incide directamente en su estilo de liderazgo. La lectura estratégica de un partido se traduce, según explicó, en la capacidad de observar con distancia una situación empresarial antes de decidir.
"Muchas veces en el banco de suplentes estoy armando la estrategia de lo que hay que hacer en la cancha. Y en el trabajo hago lo mismo: observo, pienso, organizo las piezas y recién después actúo", señaló. El trabajo en equipo es otra lección clave. "En handball no importa quién mete el gol, importa que gane el equipo. En las organizaciones es igual: la meta es cumplir el objetivo colectivo. Yo disfruto tanto de un pase de gol como de convertir, porque lo vivo como un logro propio y del equipo", sostuvo.
La ejecutiva asocia el bienestar con equilibrio y resiliencia. "El deporte me da salud física y mental al mismo tiempo. Es mi psicólogo. Ese momento de intercambio, de compartir con otras personas fuera del ámbito empresarial, me enriquece mu cho. Me da otra energía y otra perspectiva", explicó.
El compromiso de Rudolph con los partidos lo traslada a la empresa: "No dejar ninguna batalla perdida hasta que el juez pita el final. En el de porte y en la empresa es igual", dice, tajante. A nivel personal, mantener ese espacio le permite "resetear, volver a enfocarse y equilibrar cuerpo y mente, porque cuando todo eso está, todo lo demás encuentra su lugar", concluyó.