Kyle Khan-Mullins Redactor
La lista de multimillonarios y empresas que donaron para construir un gigantesco salón de baile dorado en el antiguo espacio del Ala Este de la Casa Blanca incluye varios nombres conocidos: Amazon, Apple, Comcast, Miriam Adelson, los gemelos Winklevoss y Stefan E. Brodie.
Resulta que Brodie también es multimillonario. Junto con su hermano Donald, cofundó Purolite, una empresa que fabrica resinas para purificar agua en distintas industrias. En 2021, vendieron la compañía al gigante químico Ecolab por US$ 3.700 millones. La aparición de Steve Brodie en la lista de donantes del salón de baile de Trump lo puso bajo los reflectores. Desde entonces, él y su hermano ingresaron al ranking de multimillonarios de Forbes. Suponiendo que ambos eran dueños del 50% de la firma, cada uno tiene un patrimonio estimado de US$ 1.700 millones, según esa revista.
Los hermanos Brodie fundaron Purolite en 1981, en el sótano de Don, en Pensilvania. Rápidamente, encontraron su nicho: la distribución de resinas de intercambio iónico de alta gama, esferas de plástico especializadas que se usan para purificar agua, fabricar medicamentos, eliminar contaminantes y en otros procesos industriales.
Cuatro años más tarde, Purolite comenzó a fabricar sus propios productos, tras reconvertir una planta en Pontyclun, Gales del Sur, en el Reino Unido. En 1987, sumaron una fábrica en Filadelfia, pero al año siguiente la perdieron en un incendio. Reconstruyeron una planta aún más grande, impulsados por la creciente demanda.
En la década del 90, Purolite abrió más plantas en la recién liberalizada China y en Rumania, tras la caída del Telón de Acero. También sumó oficinas comerciales en Europa del Este y Asia Oriental. Sin embargo, fue aquella primera fábrica en el Reino Unido la que terminó generando problemas en un paraíso tropical. En el año 2000, ambos hermanos fueron acusados de violar el embargo de Estados Unidos contra Cuba, tras enviar resinas por un valor de US$ 2,1 millones a la isla, principalmente desde la filial británica de la compañía, durante la década del 90.
Fueron condenados en 2002, aunque apelaron el fallo durante varios años. Finalmente, el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito rechazó sus recursos. "Las pruebas del gobierno presentan una imagen convincente del acusado como presidente de una empresa que deliberadamente hizo la vista gorda ante la participación de la entidad estadounidense en las transacciones prohibidas", escribió el tribunal sobre Stefan en 2005. Ambos fueron condenados a libertad condicional.
Los problemas legales no frenaron a Purolite. Los hermanos Brodie siguieron expandiéndose y, durante las décadas de 2000 y 2010, abrieron nuevas oficinas comerciales en Japón, México, Jordania, Uzbekistán, Sudáfrica e India. Para 2021, la empresa había registrado un crecimiento promedio anual del 14% en sus ingresos durante cinco años, alcanzando los US$ 390 millones en ventas y US$ 160 millones en EBITDA ajustado.
Ese mismo año, vendieron Purolite a Ecolab, una compañía especializada en calidad del agua, higiene y prevención de infecciones, con una capitalización bursátil actual de US$ 72.000 millones, por US$ 3.700 millones en efectivo. Según Forbes, tras el pago de impuestos, cada uno de los hermanos recibió más de US$ 1.300 millones por la operación. El vocero de Ecolab, Kyle Kapustka, confirmó las cifras financieras de Purolite, aunque evitó referirse a la valoración de los Brodie. Señaló que "no ha habido ninguna relación entre los Brodie y Ecolab desde" la transacción.
Don y Steve, históricos donantes del Partido Republicano que durante años hicieron aportes menores, aumentaron su participación en 2022. Primero apoyaron al gobernador de Florida, Ron DeSantis, durante su fallida candidatura presidencial en 2023, y luego se alinearon con Donald Trump.
Según un análisis de datos de la Comisión Federal de Elecciones, las donaciones de ambos a campañas federales suman cerca de US$ 10 millones en el caso de Don, y alrededor de US$ 2 millones en el de Steve. Elizabeth, la esposa de Stefan, también figura como donante, con aportes por unos US$ 3 millones.
En algún momento, los hermanos Brodie solicitaron un indulto presidencial, pero Joe Biden lo rechazó en diciembre de 2023. Aun así, su candidato preferido ganó las elecciones de 2024, y el apoyo de la familia Brodie no se detuvo. En 2025, Steve y Elizabeth donaron más de US$ 1 millón a grupos alineados con el Partido Republicano, incluidos US$ 500.000 a un comité de acción política (PAC) que respalda a Trump. Según trascendió, ese comité organizó cenas a la luz de las velas para donantes en Mar-a-Lago, el club y residencia del presidente en Palm Beach desde su primer mandato.
Steve también figura entre los aportantes para la construcción del nuevo salón de baile de Trump, aunque la Casa Blanca no dio detalles sobre las donaciones individuales.
Si tienen ganas, no les será difícil asistir al próximo evento gastronómico con luz tenue. Aunque dirigían una empresa con sede en Pensilvania, los hermanos Brodie compraron mansiones en el sur de Florida en 1998 y 2000. La de Steve, ubicada en la exclusiva isla Fisher, está valuada en US$ 10,7 millones, según Forbes, mientras que la de Don, en Boca Ratón, tiene un valor estimado de US$ 6,5 millones. En otras palabras, ambas propiedades están a una distancia razonable en auto de Mar-a-Lago y a solo unos cientos de kilómetros del régimen comunista que, hace un cuarto de siglo, les trajo tantos problemas.
Con información de Forbes US.