La opinión de los expertos sobre el impuesto a ganancia de capital en el exterior, unas de las novedades tributarias del Presupuesto
El ministro de Economía defendió este ajuste impositivo por una cuestión de equidad respecto a las inversiones domésticas

El proyecto del Presupuesto quinquenal que remitió el Poder Ejecutivo de Yamandú Orsi contiene algunas innovaciones en materia de impuestos. Entre ellas está la creación de un Impuesto Mínimo Complementario Doméstico para multinacionales que facturan más de US$ 750 millones anuales, para adherirse con la tasa mínima del 15% que la OCDE definió para las multinacionales. 

Asimismo, el gobierno consideró oportuno realizar "ajustes técnicos" para darle una "mayor equidad horizontal" a impuestos ya existentes. En esa línea, se incluyen "modificaciones que permiten gravar ciertos rendimientos y ganancias de capital derivadas de activos situados en el exterior, la inclusión de una norma antiabuso para el caso de ventas que se materialicen como transferencias indirectas trasnacionales de activos, deducciones en el IRPF para contribuyentes que adopten menores de edad y cambios en los regímenes de envíos expresos". 

En el caso de los cambios para gravar a las ganancias de capital generadas por inversiones en el exterior hechas por uruguayos y residentes en Uruguay, el ministro de Economía Gabriel Oddone había explicado en conferencia de prensa se trata de una "corrección de naturaleza técnica respecto a los cambios que se hicieron en 2011", ya que en ese momento se decidió gravar "los rendimientos de interés de depósitos y otras inversiones financieras en el exterior", pero no las ganancias del capital. Sí pagan IRPF los intereses y dividendos. 

El jerarca argumentó que con el actual régimen se "genera un desincentivo a la inversión local" y que, con este ajuste, se introducen "condiciones de equidad entre lo que son las ganancias de capital que tienen lugar en el territorio nacional y las ganancias de capital que tienen lugar en el exterior". Oddone dijo que desconocía el motivo que llevó en su momento a tener esa discriminación tributaria. "Si se coloca una acción (en el exterior), el rendimiento de un inversionista por la colocación no está gravado. Si es comprada a 100 y vendida a 120, ese rendimiento del capital no está gravado", ejemplificó.

La reacción de los expertos 

Para el tributarista Fabián Birnbaum, socio fundador de FBM Advisory, con este ajuste a partir de que se apruebe el Presupuesto (enero de 2026) "la venta" de activos (acciones, bonos,) de residentes comenzará a estar gravada por IRPF. "Esta modificación tributaria es lógica en el contexto tributario actual", consideró. Añadió que, si se estaban gravando intereses y dividendos, "no hay un motivo" para exonerar los incrementos de patrimonio cuando tienen "naturalezas similares".

En la misma línea, para la líder del Departamento de Asesoramiento Impositivo y Legal de Deloitte, Ana Méndez, la adecuación que tiene es "totalmente lógica". No obstante, la experta advirtió, en una primera lectura, sobre lo complejo que puede ser su instrumentación. "Vamos a tener que esperar por la reglamentación para tener más pistas al respecto y cómo queda finalmente redondeado", indicó. Añadió que esto se debe a que siempre gravar a las personas físicas es "más difícil" que a las empresas. Asimismo, consideró que hay que mirar con "mesura" este ajuste tributario porque muchos de los residentes que tienen activos en el exterior no van a pagar este tributo al aumento de patrimonio porque están haciendo uso del Impuesto a las Rentas de los No Residentes (IRNR) en el marco del Tax Holidays.

Dentro de los temas clave a la hora de instrumentar este cambio tributario, Méndez consideró que resta saber cómo será el régimen de retención, y también si se irá por un "régimen ficto" —como las inversiones locales— o será por los "incrementos reales" de capital de esos activos (bonos, acciones, etc) en el exterior. 

Por su lado, para la directora del área de Consultoría Tributaria de PwC Uruguay, Eliana Sartori, la adecuación tributaria que del gobierno era "esperable", aunque eso "no quiere decir que sea recomendable". A su juicio, el ajuste obedece más que nada una "concepción del sistema" tributario, y que en el fondo es una manifestación de gravar a las personas físicas no solo por su trabajo, sino también por las rentas de capital. "Tenemos que esperar por la reglamentación para tener más detalles sobre su instrumentación", finalizó.