La economía mundial sufrirá un leve impacto por la actual crisis arancelaria, según el promedio de pronósticos de economistas para los principales países. En diciembre, proyectaban un crecimiento global del 2,8 % para 2025 y del 2,9 % para 2026. Pero en junio de 2025, esas expectativas bajaron al 2,5 % y al 2,6 %.
Para entender cómo ven el futuro los economistas, FocusEconomics consulta a pronosticadores de todo el mundo. Con esos datos arma un promedio para cada país relevante y, a partir de ahí, un cálculo regional y mundial. Este método "de abajo a arriba" parte de cómo creen los economistas locales que sus países van a reaccionar frente a presiones internas y externas.
El escenario global resulta más alentador de lo que marcan los titulares de los últimos días. Eso confirma una tendencia: los medios suelen enfocarse en las malas noticias y en advertencias sobre situaciones que "podrían" terminar en problemas.
Sorprendentemente —al menos para mí—, Estados Unidos no fue el país que más recortó las previsiones globales. En diciembre, se proyectaba un crecimiento del PBI del 1,7 % para 2025 y del 2,0 % para 2026. La actualización de junio bajó esas cifras al 1,5 % y al 1,6 %. Es decir, la revisión para EE.UU. fue menor que la del promedio mundial. China también tuvo un ajuste menor al del resto del mundo. En cambio, la caída estimada para Europa fue, en términos porcentuales, similar a la del promedio global.
Estos cambios en las proyecciones no responden solo a las políticas arancelarias del presidente Trump. También influyen las guerras, las decisiones de los gobiernos, la situación demográfica y el clima. Por eso, no se puede atribuir todo a la tensión comercial. Pero lo más importante es que la magnitud de los recortes en las previsiones fue chica. Eso muestra que los economistas no esperan un desastre, aunque muchos no estén conformes con el rumbo que tomaron algunas decisiones políticas.
Una política que considero equivocada puede no mover mi pronóstico económico ni en una décima de punto. Por eso conviene dejar de lado la retórica sobre cuán buenas o malas podrían ser ciertas medidas nuevas.
En la mayoría de los países, los consultados por FocusEconomics esperan una baja de tasas de interés en los próximos 18 meses. Canadá, la zona euro y el Reino Unido ya recortaron las tasas en 2025. Aunque esta medida podría amortiguar la desaceleración del PBI, la política monetaria demora en hacer efecto. Si siguen bajando las tasas a nivel global, los resultados se verán recién en 2026 o 2027.
Las tasas de los bonos a largo plazo muestran hoy el pulso de la política monetaria de cada país. Por ahora, subieron en Japón, bajaron en la eurozona y se mantuvieron casi sin cambios en EE.UU.
Una buena noticia para la economía global es la baja del precio del petróleo: en Estados Unidos cayó a US$ 62 por barril, cuando un año atrás estaba en US$ 80. En Europa cuesta un poco más, pero la caída en los últimos 12 meses fue similar. En cuanto a otras materias primas, sus precios siguen casi iguales.
Con todos los factores sobre la mesa, tiene sentido que las perspectivas económicas solo se hayan deteriorado un poco. Aunque el presidente impuso algunos aranceles duros, dio marcha atrás rápido en varios casos puntuales. En Wall Street, algunos especuladores usan la expresión "comercio TACO", una sigla que significa "Trump always chickens out" —Trump siempre se acobarda—. Si eso es cierto, los aranceles no durarían demasiado.

De todos modos, cuesta dejar de lado la incertidumbre comercial como un factor que enfría la inversión y las contrataciones, y que tal vez lleve a los consumidores a aplazar gastos no urgentes. El escenario más probable no es bueno, pero lo más llamativo es el rango de posibilidades: hoy es inusualmente amplio.
Para los ejecutivos con operaciones globales, el consenso entre los economistas puede ser un alivio. Claro que cada país tiene sus particularidades. La clave para quienes toman decisiones es no quedarse enganchados con los titulares, mirar con cautela los datos económicos y, sobre todo, concentrarse en lo que pasa dentro de sus propios negocios.
Con información de Forbes US.