Aunque los indicadores muestran señales positivas, el turismo en Uruguay sigue transitando un proceso de recuperación. "No creemos que el turismo se haya recuperado, sino que está en proceso de recuperación", aseguró en ese sentido Cristian Pos, director nacional de Turismo, a Forbes Uruguay. Si bien los últimos datos reflejan la llegada de más de 3,3 millones de visitantes y un ingreso superior a los US$ 1.700 millones a Uruguay, el enfoque actual del Ministerio está en ir más allá de los números: "Queremos complejizar un poco el análisis. Salir de lo cuantitativo para ir a lo cualitativo", añadió el jerarca.
Esa mirada más integral incluye dimensiones como el empleo, el estado de las pymes del sector, la sostenibilidad y la transformación digital. "El turismo es una herramienta de desarrollo de las personas, de los territorios, de las empresas, del empleo y de la educación", resumió Pos. Por eso, el objetivo es que esta etapa sea la de consolidación, no solo recuperación: que el turismo uruguayo deje atrás los efectos de la pandemia y se convierta en un motor estable de desarrollo.
En el frente aéreo, el panorama luce más optimista. Lucía Fernández, head of Sales en Latam Airlines, expresó que en "el año pasado la compañía generó un récord de tráfico de pasajeros. Nunca tuvimos más asientos ofertados, ni siquiera en 2011 cuando volaba Pluna". En esa línea, afirmó que "el mundo aéreo está bastante recuperado" y que la clave ahora está en elevar la experiencia completa de viaje: "No se trata solo de sumar aerolíneas. La conectividad es un ecosistema. Involucra aeropuertos, digitalización, asesoramiento, infraestructura y seguridad".
La diversidad de destinos también refleja un cambio en los hábitos del viajero. "Hoy se busca más la experiencia que el destino. No es lo mismo ir a la playa de Costa Rica que hacer yoga en grupo en Costa Rica", apuntó Rosina Saldombide, gerenta Comercial de Jetmar/FCM. En su visión, la agencia de viajes se mantiene vigente justamente porque traduce esas preferencias en itinerarios más humanos y personalizados. "El viaje sigue siendo un producto complejo; la asesoría cara a cara es fundamental para conocer al cliente y brindarle una experiencia a medida", señaló.
Uruguay y el desafío del hub turístico
Esa sofisticación en los deseos del turista también representa un desafío para el país. Según Marina Cantera, presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo, Uruguay necesita potenciar su posicionamiento como hub turístico. "Hoy el mundo busca destinos fuera de la caja, experiencias diferentes en clave humana. Uruguay tiene atributos para ofrecer eso: seguridad, estabilidad económica, calidad de vida", sostuvo. A esto se suma un esfuerzo constante del sector por innovar y adaptarse, incluso en contextos adversos: "Hemos sido creativos para llegar a nuestros clientes y sostener el sector en momentos muy difíciles".
La conectividad es una herramienta clave para alcanzar ese objetivo. "Estamos llegando a 13 destinos distintos, tenemos seis aeropuertos internacionales nuevos y una política de cielos abiertos que impulsa la llegada de más aerolíneas", apuntó Cantera. Pero también subrayó que eso requiere una visión compartida entre lo público y lo privado: "Es fundamental definir hacia dónde queremos ir como país: ¿vamos a seguir dependiendo del turismo argentino o vamos a diversificar?".
El equilibrio entre los mercados vecinos y los más lejanos parece ser el camino a seguir. "El 60% de nuestros turistas vienen de Argentina, el 20% de Brasil y el otro 20% de otras nacionalidades. Queremos mantener esa base, pero crecer en mercados como Estados Unidos, que hoy es el cuarto emisor de turistas para Uruguay", explicó Cantera. Según ella, el turista que llega por vía aérea "gasta más y se queda más tiempo", lo que aumenta su impacto económico.
Pero competir en el escenario internacional no es sencillo. "Hace años que decimos que Uruguay está caro a nivel estructural en la región", reconoció Pos. Frente a eso, la estrategia pasa por destacar el diferencial de la propuesta turística local, el toque uruguayo: "Innovación, calidad de servicios, institucionalidad y paz social. Nuestra competitividad tiene que venir por ese lado y no quedar presos de la discusión del precio".
La mejora en la calidad de la oferta implica inversión, capacitación e inteligencia de mercado. "Uno no puede comparar la gastronomía que tenemos ahora con la que había hace 10 años", subrayó Pos, quien agregó que el país necesita salir de la lógica coyuntural de beneficios puntuales y consolidar una oferta con identidad propia. Las medidas coyunturales —como el IVA cero en servicios turísticos o el régimen de tax free— ayudan, pero no pueden ser el eje de la estrategia, reconoció.
Desde el sector privado, Saldombide coincide en que la profesionalización del recurso humano es clave para crecer en el turismo receptivo: "No es lo mismo que te muestre el país alguien que lo conoce, que alguien que no. La capacitación es fundamental para mostrar lo que realmente tenemos con calidad y cercanía". En esa línea, la formación del personal turístico ha cobrado nueva relevancia, no solo para el turismo internacional, sino también para fortalecer el turismo interno, que sigue creciendo.
El factor humano en el centro
El vínculo entre turismo y territorio es otro factor estratégico. Según Pos, la conectividad terrestre y fluvial también son claves para el desarrollo. "La conectividad con Brasil es muy valorada, y la fluvial, que incluye el crucerismo, necesita inversiones", afirmó. En ese sentido, destacó una próxima inversión privada que incorporará una nave con nuevas características para mejorar los servicios fluviales, sumando una vía más para atraer visitantes.
La digitalización también representa una oportunidad, pero exige un abordaje inteligente. "Hoy un viajero puede armar su viaje con ChatGPT, pero la asesoría humana no pierde valor", reflexionó Saldombide. "Nosotros los agentes usamos la inteligencia artificial como una herramienta complementaria, pero el cara a cara sigue siendo clave para entender lo que realmente busca cada cliente", agregó la gerente Comercial de Jetmar.
El futuro del turismo uruguayo, en definitiva, parece depender de la capacidad del país para articular políticas públicas, visión empresarial e innovación continua. "No se trata de sumar más vuelos, sino de ofrecer un producto mejor, más diverso, más humano. Y en eso todos tenemos un rol que jugar", concluyó Fernández.