Mientras algunos indicadores técnicos sugieren un rebote a corto plazo, la incertidumbre económica y la rotación de capitales hacia otros mercados marcan el rumbo de las inversiones.
En un contexto de incertidumbre, el oro alcanzó un nuevo récord, a contramano de su estacionalidad, y se posicionó como refugio ante la caída del dólar y las tensiones geopolíticas. Mientras los bancos centrales refuerzan sus reservas y los inversores buscan cobertura, los analistas advierten que la tendencia alcista podría continuar.