Aprovechó el sacudón geopolítico entre Washington y Pekín para multiplicar sus apuestas en empresas clave del sector. Hoy mueve fichas en Brasil, Estados Unidos y Australia, con un ojo puesto en la industria militar.
La minera australiana cerró el ejercicio con una ganancia 41% menor, afectada por el retroceso en las cotizaciones del mineral de hierro. La reducción del ingreso también impactó en los pagos a inversores.
Mientras el mercado anticipa una baja prolongada del mineral de hierro, Gina Rinehart refuerza su sociedad con Rio Tinto y redobla la apuesta en Pilbara con yacimientos que apuntan a mantener a Australia como líder en exportaciones para la industria siderúrgica.
Movimientos estratégicos, tensiones internas y una reconfiguración de activos marcan el pulso de una industria que apuesta a dominar la próxima década energética. Mientras los gigantes del sector reordenan sus fichas, el metal rojo se consolida como el bien más codiciado por los inversores globales.
El valor del metal muestra señales de enfriamiento. La menor demanda y mayor oferta ejercen presión sobre el precio, con proyecciones de caída hasta 2.400 dólares por onza si la tendencia se mantiene. Analistas advierten un posible cambio de ciclo.
Bancos centrales e inversores impulsaron la demanda, mientras la joyería cayó por el alto costo. Fondos ETF registraron su mayor nivel en cuatro años. ¿Qué viene ahora?
Mientras la demanda del metal se fortalece, dos problemas en diferentes partes del mundo, Guinea y Australia, están ralentizando las exportaciones de materia prima.
Un magnate australiano incursiona en el mercado del oro y busca diversificar sus activos en medio de la baja de otras materias primas, con el objetivo de consolidar su posición en la industria minera.