La publicidad de los nuevos AirPods de Apple emociona al mundo con más de 1000 millones de vistas y una nominación al Emmy
La historia de un padre, su hija y una guitarra puso la audición en el centro de la conversación pública, rompió récords de visualizaciones y expuso cómo un producto de consumo puede cambiar la vida de quienes enfrentan problemas auditivos.

La campaña Heartstrings de Apple —que narra la historia de un padre, su hija y una guitarra— fue nominada al Premio Emmy a Mejor Anuncio. Si llega a ganar, será el tercer Emmy consecutivo para Apple en esta categoría. Ninguna otra marca consiguió algo así hasta ahora.

El alcance de la campaña es impresionante. Superó las 51 millones de reproducciones en YouTube y acumuló más de mil millones de impresiones en todas las plataformas. Pero el dato más llamativo no es solo la cantidad de gente que le dio play. La campaña logró una tasa de finalización del 89 %, pese a durar casi dos minutos, lo que deja en claro el impacto emocional que generó. Sin embargo, los números cuentan solo una parte. Lo que hace única a Heartstrings es lo que representa: la audición como tema central en la cultura, con una visibilidad pocas veces vista.

Hace poco tuve la chance de hablar con John Pelletreau, el protagonista de la película, que usa AirPods Pro 2. Rápidamente conectamos. Los dos convivimos con problemas de audición, aunque en formas muy distintas. En mi caso, convivo con una pérdida auditiva profunda desde chico. John, en cambio, tiene una pérdida moderada, una condición que afecta a millones de personas en el mundo, muchas de las cuales nunca pensaron en usar audífonos.

De la predicción a la prueba

Mi vínculo con el trabajo de Apple en temas de audición empezó en 2014, cuando lanzaron los audífonos Made for iPhone (MFi). Todavía no existían los AirPods. Pero en cuanto probé los MFi, supe que marcaban un antes y un después. Era ese tipo de cambio con el que la industria tradicional de los audífonos solo había soñado.

Esos audífonos me cambiaron la vida. Se conectaban sin problemas a mi iPhone, lo que me permitió atender llamadas, escuchar música online y relacionarme de otra manera con el mundo. Lo que más me llamó la atención fue la reacción de quienes me rodeaban. Amigos y compañeros sin problemas auditivos solían decir: "Ojalá tuviera eso". Por primera vez, un audífono recetado generaba envidia. Apple convirtió la asistencia auditiva en algo aspiracional.

En ese momento, dije que integrar la audición en la tecnología de consumo masivo iba a cambiar todo. Diez años después, con los AirPods Pro 2 —el primer dispositivo auditivo de Apple aprobado por la FDA como audífono de grado clínico— esa predicción no solo se cumplió, se quedó corta.

El capítulo de John

Si mi historia empezó con una predicción, la de John tiene que ver con la evidencia. Su pérdida auditiva moderada fue apareciendo de a poco. Como le pasa a muchos, al principio no quiso hacerle frente. Su esposa fue clave: lo ayudó a ver —y a oír— lo que él ya no notaba, como el volumen excesivo de la tele que prefería.

Los AirPods Pro 2 cambiaron por completo su experiencia. Le redujeron el cansancio auditivo, mejoraron su capacidad para comunicarse en lugares ruidosos y le devolvieron la confianza tanto en casa como en el trabajo. John lo dijo así: "Cuando los tengo en el oído, no tengo que esforzarme. No tengo que intentar descifrar la última palabra ni concentrarme en cada detalle de la conversación. Es mucho más cómodo; ahora podemos prestar más atención y concentrarnos en lo que está sucediendo, en lugar de intentar centrarnos en comprender lo que está sucediendo".

Los AirPods Pro 2 le redujeron a John el cansancio auditivo, mejoraron su capacidad para comunicarse en lugares ruidosos y le devolvieron la confianza tanto en casa como en el trabajo.

 

Para él, esos auriculares rompían la barrera entre los dispositivos de todos los días y el soporte auditivo. No eran un aparato médico que había que ocultar. Eran, simplemente, AirPods. Los mismos que usan millones de personas, pero que le devolvieron una parte clave de su vida.

Lo que más me pegó de nuestra charla fue lo parecidas que eran nuestras vivencias, aunque nuestras pérdidas auditivas fueran distintas. Ya fueran profundas o moderadas, las emociones eran las mismas: la tensión del aislamiento, el alivio de volver a conectar y la necesidad de sentirnos acompañados.

Asociación, no aislamiento

Con John coincidimos en algo clave: la audición nunca es un tema individual, siempre implica a los demás. Sus hijos aprendieron a adaptar la manera en que se comunican. A mí me pasó lo mismo con amigos, colegas y mi familia.

Estos cambios no son una carga. Son gestos de acompañamiento. Nos recuerdan que los desafíos auditivos necesitan una responsabilidad compartida. La claridad en una conversación depende tanto del que habla como del que escucha, tanto en el trabajo como en casa. Por eso digo que la salud auditiva va más allá de usar audífonos. Tiene que ver con cómo manejamos el ruido, cómo aceptamos los sonidos y cómo mantenemos el diálogo. Son las tres bases de lo que considero una buena salud para toda la vida.

Por qué Heartstrings importa

Eso fue lo que hizo tan fuerte a Heartstrings. Contó una historia íntima y, al mismo tiempo, universal. En un mundo donde cerca de 1.200 millones de personas viven con pérdida auditiva leve o moderada, y muchas postergan pedir ayuda durante una década, la película visibilizó un problema global que muchas veces se calla.

La campaña superó los mil millones de visualizaciones, algo nunca visto para una historia centrada en la audición. Y ahora está nominada a un Premio Emmy al Mejor Anuncio. Ese tipo de reconocimiento importa. Muestra que la audición, históricamente ignorada por la cultura popular, forma parte central de nuestras historias colectivas. Refuerza el papel de Apple, no solo como creadora de anuncios, sino como narradora de historias que llegan al mundo entero.

Hay también una lectura empresarial. Al incorporar funciones auditivas de grado clínico en un dispositivo de US$ 250, frente a los audífonos tradicionales que cuestan en promedio US$ 3.000, Apple rompió la barrera entre un dispositivo médico recetado y un compañero de todos los días. Así, abrió la puerta a un mercado que la industria de los audífonos de siempre no supo alcanzar.

Por qué resonó

Heartstrings funcionó porque contó una historia que tocó fibras reales: la de un padre y su hija, con la tecnología como herramienta al servicio de algo mayor: la conexión humana. Como siempre, Apple demostró su nivel de detalle en lo creativo. Cada plano, cada sonido, todo fue hecho con una autenticidad que se notó.

La campaña Heartstrings de Apple Heartstrings funcionó porque contó una historia que tocó fibras reales con la tecnología como herramienta al servicio de la conexión humana.

 

Además, la campaña generó el mayor pico de interés en búsquedas de "audífonos" en Google, impulsó un aumento del 400 % en las búsquedas de AirPods con funciones auditivas y llevó a cientos de miles de personas al sitio web de Apple. Durante décadas, la industria de los audífonos quiso captar la atención del público general. Apple, con una sola campaña, logró lo que esa industria buscó durante generaciones: empatía, participación y relevancia cultural a gran escala.

Cerrando el círculo

Para John y para mí, esto no es un tema abstracto. Es personal. Él representa a millones que conviven con pérdidas auditivas leves o moderadas, y que muchas veces no consideran usar audífonos. Yo represento a los que vivimos con pérdida auditiva profunda desde siempre. Dos caminos distintos que confirman lo mismo: los problemas auditivos no son solo técnicos, son profundamente humanos. Los AirPods Pro 2 no son perfectos, pero demostraron que la accesibilidad puede estar presente en productos populares, sin estigma.

Para mí, el círculo se cierra. En 2014, mis audífonos MFi generaban curiosidad —y hasta envidia— en personas sin dificultades auditivas. Hoy, los AirPods Pro 2 convierten esa curiosidad en una opción real y deseada por millones. Lo que antes parecía una rareza, ahora es parte de un movimiento cultural.

La nominación al Emmy representa algo más que un logro creativo. Es una forma de decir que nuestras emociones y necesidades importan, que los problemas auditivos no son una nota al pie, sino una parte fundamental de la historia de la gente.

Heartstrings muestra lo que pasa cuando la tecnología, la humanidad y una buena historia se cruzan. Un padre y su hija comparten una guitarra. Un dispositivo les permite escuchar. Y cientos de millones escuchan con ellos. La gran pregunta ahora es si otras empresas se animarán a seguir este camino, o si seguirán ignorando un mercado enorme, olvidado y profundamente humano.

Con información de Forbes US