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Maria Belen Mende Universidad Siglo 21
Liderazgo

Cuáles son las tendencias que están cambiando la educación, según esta experta

Florencia Radici Forbes Staff

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María Belén Mendé, exrectora de la Universidad Siglo 21 y reconocida por el Tec de Monterrey por su trayectoria, cuenta cómo la tecnología se está incorporando al ámbito educativo y cómo formar líderes de impacto positivo.

28 Marzo de 2024 09.30

María Belén Mendé, co-Founder y vicepresidenta de Grupo R´Evolution, presidenta de Scaled University Network, vicepresidenta de FUES y exrectora de Universidad Siglo 21, fue distinguida con el Premio Mujer Tec en la categoría especial Trayectoria por sus contribuciones de alto impacto en los entornos educativos, empresariales y sociales en Latinoamérica. El reconocimiento, que fue entregado a mediados de marzo en el campus Monterrey del Tec de Monterrey en el marco del Día Internacional de la Mujer, celebra no solo los logros individuales, sino también el compromiso y la visión innovadora de mujeres líderes en diversas áreas de la actividad de la Comunidad del Tec de Monterrey.

En esta edición, bajo el lema “Despertar lo cambia todo”, reconoció a Mendé con el galardón especial a la trayectoria por sus acciones enfocadas en mejorar la calidad educativa, fomentar la inclusión laboral, la innovación, el emprendedorismo, y en reducir las brechas de desigualdad en grupos en situación de desigualdad y género. Mendé es egresada de la Maestría en Ciencias con especialidad en Comunicación de esa institución.

“Es una distinción que tiene para mí un gran impacto emocional y, si bien son buenos incentivos, no desvelan mis objetivos cotidianos. Sí es combustible para seguir concentrada. Pero tiene mucho significado para mí porque admiro mucho a esta institución, que es una de las que me formó y que me inspiró mucho en mis roles en el mundo educativo”, dice Mendé en una entrevista con Forbes Argentina, en la que también habla sobre cómo formar a los futuros líderes, tendencias en educación y cómo incorporar la inteligencia artificial (IA) a la formación.

¿Cómo tiene que ser un líder hoy para ser asertivo y generar impacto positivo?

Los líderes estamos desafiados a reflexionar y a actuar a una mayor velocidad. Una de las características principales de un líder hoy es su autoconocimiento y su evolución. Uno fracasaría todos los días si cree que está hecho, porque los desafíos son muchos. Principalmente, de interrelación con las personas y la diversidad, las expectativas de las personas que uno lidera, los desafíos del contexto en donde hay que ser muy asertivo para llevar las cosas a un buen término, y los retos de la innovación en un mundo tan cambiante. Un líder no tiene (no tuvo nunca) las competencias para todo eso, sino que tiene sentido común y capacidad para hacer que las cosas sucedan. El concepto de liderazgo dejó atrás el ego como el principal motor para cambiarlo por la empatía y la sinergia.

María Belén Mendé, Rectora de la Universidad Siglo 21

¿Cuál es el desafío ahí? 

El año pasado hicimos una investigación en donde les preguntamos a 1.080 personas qué valoraban de sus liderazgos y nos llamó la atención que había una preferencia de 10 puntos de diferencia de los liderazgos femeninos a los masculinos. Cuando hicimos doble click de por qué consideraban que el liderazgo de una mujer es tan relevante, decían tres cosas: dan feedback sincero (no dan vueltas ni hacen política), acompañan y pueden manejar muy bien el terreno y la estrategia sin culpa, y son líderes desarrolladoras. A partir de esa investigación trabajamos mucho el concepto de que no es el liderazgo femenino, son los rasgos del liderazgo femenino que también deberían incorporar los hombres para ser mejores líderes. Hay una materia esencial en la Universidad Siglo 21, y la tenemos en todas las operaciones del grupo, que es “Grupo y liderazgo”.

¿Qué herramientas implementan en la universidad para preparar a los líderes?

Basamos nuestro modelo de aprendizaje en el modelo de competencias. Hasta hace muy poco las competencias esenciales para el liderazgo eran las mal llamadas “competencias blandas” y enseñarlas es un proceso de autodescubrimiento de cada uno de los alumnos. Porque no todos tienen las mismas competencias y si no sabés quién sos es muy difícil ir al siguiente nivel. Tenemos varias materias que se enfocan en el liderazgo y programas, como Mujeres del Siglo 21, Impulso X, Escuela de Líderes. En nuestro grupo mientras vamos trabajando tenemos un modelo de potencial de liderazgo que aplicamos a casi todos los mandos medios y superiores. Mucho trabajo de los líderes de la organización desarrollando a su gente, con cuadros de reemplazo. E inspirar. Nuestra misión es desarrollar líderes emprendedores capaces de modificar la realidad. Y el liderazgo es un trabajo transversal inclusive desde la autonomía universitaria: cómo te hacés cargo de tus trámites, de tus resultados, de la adultez.

La primera independencia… 

Y permitirte equivocarte en el camino, porque somos una sociedad muy exitista, entonces el error está muy mal visto. Pero en el proceso formativo el mayor valor es el error que puedas tener que te lleve a un aprendizaje. Más que educar trabajamos sobre la autoestima de las personas, que sepan que van a llegar acá y van a salir mejores, más expandidos. Y eso implica un trabajo importante, porque el sistema educativo tradicional se ocupó muchas veces de bajarte la autoestima.

¿Cómo es la transformación que se está dando en el mundo educativo? 

Estamos como en una ola a punto de romper, venimos hace como seis años en un proceso de transformación. Una de las variables es la experiencia, el UX, no hay seres humanos que no midamos todo de manera transaccional y por la experiencia. Y como el sueño de largo plazo está roto, queremos conquistas más tempranas; pensar en la carrera para toda la vida se rompió. La experiencia en educación recobra mucho valor, sentir que si voy a aprender un contenido lo puedo llevar a la práctica. Las instituciones educativas han tenido su valor en no cambiar, en ser estáticas, los mismos programas de estudio, la misma bibliografía… eso no es parte de este mundo y requiere un mindset mucho más dinámico. Sin duda la mancuerna de esa experiencia es la tecnología. Es un gran aliado y no solo desde una mediación tecnológica, sino desde la capacidad para crear nuevas cosas, para sumar una mirada internacional, para hacer prospectiva. La industria de la EdTec creció muchísimo…

A veces puede ser abrumador… 

Si no tenés claro para dónde vas, no sabés cómo enganchar las cosas y tenés un montón de tecnología que no está hilvanada y que no ayuda al proceso de aprendizaje. Ahora, si tenés claro tu modelo académico, la tecnología te lo potencia. Y la tercera pata es casi como el producto de lo que hacemos. Hoy hay una tensión muy fuerte entre el mundo del trabajo y lo que llamábamos hace 5 años las “profesiones del futuro” (que para mí son del presente) y los skills que enseñamos en las instituciones educativas. Es realmente preparar a nuestros alumnos para el mundo productivo y social y que tengan éxito -pero no el éxito individualista y llenarte el bolsillo de plata para, sino el éxito de la autoestima. Nosotros dos veces al año llamamos a los referentes del sector de las diferentes carreras y les decimos: “¿Qué competencia necesitás?”. Y rearmamos currículas todos los años… No es fácil, y a veces es resistido, tenemos que regular entre nuestro ímpetu innovador y la capacidad de absorción del sistema.

¿Cuáles son las nuevas tendencias en educación? 

La educación dual, o sea, vinculada a los casos reales: la posibilidad de insertarte en el mundo real rápidamente. La segunda, a la que adherimos hace algunos años y trae una visión de la humanidad muy fuerte, es la educación positiva: es una corriente que integra las emociones, el conocimiento y la corporalidad en un proceso de enseñanza y aprendizaje en donde las emociones recobran mucha relevancia para aprender, los incentivos son más integrales, el ocio y los espacios de recreación promueven la innovación, el arte está metido en los procesos formativos. Creemos en eso y seguimos la corriente de educación positiva porque nos damos cuenta de que nuestros alumnos son parte de una nueva mentalidad de la humanidad. Otra tendencia fuerte son las micro credenciales. Lo que te da sistemáticamente una formación universitaria no te lo da una micro credencial, pero no es una u otra, son las dos. Cómo la institución educativa le pone valor académico a todas las experiencias de los alumnos hacen también a la educación positiva.

El año pasado la IA explotó y se habló mucho de su rol en la educación. ¿Cuál es el impacto? ¿Cómo la utilizan?

Como todos los fenómenos nuevos, genera miedo cuando nadie los lidera. Cuando los liderás y los ponés en connotación, se entiende el valor. Creemos totalmente en la IA y en integrarla a nuestro sistema y procesos educativos, porque los alumnos ya lo hicieron. Hay que enseñarles a preguntar mejor; si preguntás mejor, desarrollás procesos lógicos; y si desarrollás procesos lógicos, tenés una competencia para toda la vida. Ese corrimiento es incómodo porque nos saca a los educadores, de la zona de confort. Pero eso es lo maravilloso. Hoy utilizamos IA en la universidad para muchas cosas. Por ejemplo, modelos predictivos de abandono: saber, desde que el alumno ingresa, qué probabilidades tiene de abandonar, cuáles son las acciones que tenemos que hacer o reforzar para darle seguridad, para acompañarlo. Preventivo. También para la producción de contenidos educativos. Ahí es donde la condición humana se tiene que ubicar en el lugar correcto: si la tecnología y la IA te ayudan a personalizar mejor los aprendizajes y darte más herramientas para ser más asertivo, bienvenidas sean.

¿Con qué proyectos están trabajando en Siglo 21 hacia adelante?

Somos una universidad que planifica quinquenalmente. Este es un año complejo, donde lo que buscamos principalmente es que nuestros alumnos se mantengan en el sistema, que no abandonen por ningún tipo de situación económica y que todos los nuevos que aspiramos que nos elijan lo hagan. Nuestros proyectos principales para este año están enfocados, primero, en el desarrollo de la escuela de salud y bienestar, que lanzamos el año pasado y que este año aspiramos a que crezca muy significativamente. Tenemos un área muy grande que se llama Vida 21, que es todas las experiencias paralelas a la formación que el alumno va teniendo, cómo desarrollamos sus competencias artísticas, creativas, innovadoras, deportivas. También, mucho trabajo con las empresas de Argentina y de Latinoamérica, ser sus socios estratégicos en la formación.

¿Cómo afecta el contexto? 

Cuando uno mira alrededor ,Argentina está pasando por un momento tan complejo que puede desanimar a muchos. Pero estamos convencidos de que el único factor transformacional para cualquier sociedad y para cualquier persona es la educación. Y las evidencias de nuestro sistema educativo, los resultados, los números, los índices, son devastadores. Quienes somos responsables de instituciones y formamos el sistema educativo tenemos que ser doblemente responsables e inspiradores, porque siempre hay un mañana, por más que uno atraviese una coyuntura difícil. La Argentina tiene un capital humano extremadamente poderoso y mucho para dar.

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