Entre selfies y multitudes insoportables, el Vaticano y otros pequeños estados europeos enfrentan su peor crisis turística
La llegada masiva de visitantes alteró la vida cotidiana en varios destinos chicos del continente. La tensión crece en las calles, los recursos no alcanzan y las postales soñadas se transformaron en un recorrido agotador.

Desde monumentos y sitios como el Museo del Louvre en París o la Fontana di Trevi en Roma, pasando por islas como Santorini y las principales del archipiélago canario, hasta ciudades grandes y chicas como Barcelona, Venecia, Dubrovnik o Brujas, la lista de destinos europeos que sufren por el turismo desmedido crece todos los años.

A este fenómeno se suman las protestas masivas de vecinos cada vez más hartos y enojados, agotados por las multitudes récord, el ruido, la saturación de los servicios, los precios de la vivienda imposibles y el caos del tránsito, que les complica la vida cotidiana. En muchas ciudades ya se ven carteles que piden a los visitantes que "se vayan a casa" e incluso hubo agresiones físicas contra turistas, como ocurrió en Barcelona y Valencia este verano, donde manifestantes les dispararon con pistolas de agua. Los movimientos contra el turismo masivo empiezan a colarse en las discusiones políticas y a hacer ruido en las elecciones locales.

El temor a una "crisis de sobreturismo" en Europa, con la llegada cada vez mayor de viajeros al continente, es concreto y ya está empujando a varios gobiernos a tomar medidas frente a las presiones ambientales, sociales y económicas que esta situación genera.

Durante el primer trimestre de 2025, se registraron 452,4 millones de pernoctaciones en alojamientos turísticos en toda la Unión Europeasegún datos de Eurostat, el organismo estadístico de la Comisión Europea.

El año pasado, 747 millones de viajeros internacionales eligieron Europa como destino, una cifra muy por encima de la de cualquier otra región del mundo, de acuerdo con el Barómetro del Turismo Mundial de la ONU.

Algunos países cargan con un peso mayor que otros. Francia, el principal destino turístico internacional, recibió 100 millones de visitantes en 2024. España, que quedó segunda, rozó los 94 millones, casi el doble de su población.

Visitar muchos de los lugares más conocidos del continente se volvió una experiencia agotadora: largas colas, empujones y turistas desesperados por sacarse una selfie entre la multitud.

Europa, muchas veces vista como el museo del mundo, atraviesa un auge turístico que desbordó todas las previsiones. Las callecitas pintorescas se transformaron en avenidas atestadas de gente, y el turismo masivo generó una preocupación creciente. Así lo describe The Independent: "El número récord de visitantes del continente está agotando los recursos locales y provocando la reacción de los residentes, ya que la imagen habitual de maletas traqueteando sobre los adoquines y personas haciéndose selfis compitiendo por un lugar se convirtió en un símbolo de la tensión".

Los cruceros, que desembarcan miles de turistas en lugares ya colapsados como Venecia, las islas Canarias y Baleares, Santorini y otras islas griegas más chicas, dejan una huella ecológica fuerte y aportan poco a la economía local.

En los primeros tres meses de 2025, los visitantes extranjeros representaron alrededor del 45,6 % de las pernoctaciones en la Unión Europea, según el último informe de Eurostat. Lo llamativo es la disparidad entre países: los más chicos, como Malta (91,2 %), Chipre (85,7 %) y Luxemburgo (80,4 %), concentran una proporción mucho más alta de turistas que gigantes del sector como España, Francia o Italia.

Una nueva clasificación de Go2Africa, elaborada con cifras oficiales de las oficinas de turismo, muestra cuáles son los destinos más superpoblados del planeta. En muchos casos, el número de visitantes supera por mucho al de los habitantes locales, lo que refleja una tendencia que no para de crecer.

En un artículo titulado "No viajes a zonas donde los turistas abruman a los locales", The Mirror señala que "la proporción de visitantes por local no cuenta la historia completa de un destino y su relación con el turismo, da un buen indicio de cuán dependiente es la economía de un lugar del turismo y cuán ocupado es probable que se sienta durante la temporada alta".

La Ciudad del Vaticano encabeza el ranking de sobreturismo

La Ciudad del Vaticano lidera el ranking de destinos con mayor saturación turística. Es el país más chico del mundo, tanto en superficie como en población. Esta ciudad-estado dentro de Roma, que ocupa apenas 0,44 km², atrae a millones de personas cada año por su valor cultural y religioso. Con solo 882 habitantes, el Vaticano recibe unos 6,8 millones de turistas por año. Eso da un promedio de 7.710 visitantes por cada residente.

"Cada día, miles de visitantes son literalmente empujados a través de este cajero automático del Vaticano por los guardias del museo", escribió un usuario en Tripadvisor al describir su paso por el Museo Vaticano. "Prácticamente no hay posibilidad de admirar tranquilamente las diversas obras maestras", agregó.

La Ciudad del Vaticano es el país más chico del mundo y recibe unos 6,8 millones de turistas por año.

Las estadísticas de mayo pasado muestran que el número de visitantes diarios puede llegar a los 25.000. Las colas para comprar entradas suelen dar la vuelta completa al muro del Vaticano. Eso equivale a más de medio millón de personas por mes.

En el segundo y tercer puesto del ranking aparecen también otros micropaíses europeos.

El Principado de Andorra, segundo en la lista

El Principado de Andorra, un país sin salida al mar de apenas 468 kilómetros cuadrados ubicado entre Francia y España, se ubica en el segundo lugar del ranking.

Con poco más de 85.000 habitantes, según el censo de 2023, este país europeo conocido por sus estaciones de esquí de lujo y sus comercios libres de impuestos recibe unos 9,6 millones de turistas por año. Eso equivale a 118 visitantes por cada residente.

 

Principado de Andorra (Photo by Fernando Camino/Cover/Getty Images)

El hecho de ser un paraíso fiscal y de estar casi completamente volcado al turismo explica buena parte de su enorme atractivo. Enclavado en los Pirineos, Andorra también deslumbra con paisajes imponentes: picos que superan los 2.000 metros, valles profundos y ríos que serpentean entre las montañas.

El pequeño San Marino y el turismo excesivo

El tercer país de la lista, donde los turistas superan ampliamente a la población local, es otro microestado montañoso y sin salida al mar del sur de Europa: San Marino.

Rodeado por Italia y fundado en el año 301, San Marino es la república más antigua que sigue en pie, con más de 1700 años de independencia. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el país se destaca por sus tres fortalezas construidas sobre picos que dominan el paisaje.

 

Ciudad de San Marino (Photo by: Eye Ubiquitous/Universal Images Group via Getty Images)

La capital, que también se llama San Marino, está ubicada en las laderas del Monte Titano y se distingue por su casco histórico amurallado y sus callejones adoquinados. Los visitantes llegan atraídos por sus vistas, la gastronomía y la arquitectura.

Con poco más de 60 kilómetros cuadrados, es el tercer país más chico de Europa y el quinto más pequeño del mundo. Y aunque solo tiene 33.600 habitantes, recibe cerca de 2 millones de turistas al año. Eso representa una proporción de 60 visitantes por cada residente.

Lo curioso es que, mientras figura entre los destinos donde los turistas superan en número a los locales, también suele aparecer en los rankings de los países menos visitados de Europa.

¿Mónaco tiene un problema de exceso de turismo?

Otro principado que aparece en el ranking es Mónaco, un microestado soberano sobre la Riviera Francesa, a orillas del Mediterráneo y no muy lejos de la región italiana de Liguria. Este pequeño país atrae a viajeros de alto poder adquisitivo por sus casinos, yates, eventos exclusivos y su codiciada costa. La ciudad-estado suele estar colmada de visitantes.

Cada año, Mónaco recibe unos 340.000 turistas. Y aunque, según el diario local Monaco Voice, "Mónaco parece haber evitado los escollos del turismo de masas", figura en el puesto número 8 entre los lugares donde los visitantes superan en número a los locales.

GP de Mónaco (Foto por Mark Thompson/Getty Images)

Con apenas 2,08 kilómetros cuadrados, es el segundo estado soberano más pequeño del mundo, después del Vaticano. Tiene una población de 39.000 personas, lo que lo convierte en el país más densamente poblado del planeta. De ese total, solo unos 10.000 son ciudadanos monegascos.

Mónaco también ostenta otro récord: el de la costa nacional más corta del mundo —excluyendo a los países sin salida al mar—, con apenas 3,83 kilómetros. Además, es conocido por ser uno de los lugares más caros y ricos del planeta.

El peligroso exceso de turismo en Malta

"Malta es el noveno destino turístico más masificado del mundo", tituló el Malta Independent al publicar el último informe. Con una historia que se remonta a siete mil años, este país insular, ubicado entre Sicilia y la costa norte de África, es conocido por sus playas soleadas, ruinas antiguas y una cultura mediterránea muy marcada.

En 2024, Malta tenía una población registrada de 563.443 personas y recibió más de 3,5 millones de turistas, lo que da un promedio de 6,32 visitantes por habitante.

Según Malta Business Weekly, el país ya recibió más de 1,4 millones de turistas en los primeros cinco meses de 2025. Esa cifra suele representar alrededor del 35 % del total anual, por lo que todo indica que este año podrían superar los 4 millones de turistas —posiblemente llegar a 4,1 millones—. En comparación con 2019, las llegadas crecieron un 54 %, mientras que los ingresos reales por turismo aumentaron un 51 %.

Mgarr, Gozo Island, Malta (Photo by Michal Fludra/NurPhoto via Getty Images)

Durante el verano, los malteses tienen que lidiar con multitudes, en especial de jóvenes que llegan en vuelos low cost o a bordo de cruceros. Esto generó preocupación entre vecinos y ambientalistas, que ya hablan de un "colapso medioambiental".

Uno de los puntos más afectados es la Laguna Azul Cristalina de la Isla de Comino, un sitio emblemático, frágil y de postal, que según medios locales ya llegó a un punto crítico: recibe más de 10.000 personas por día.

Esta piscina natural de 3,6 km², con aguas transparentes y formaciones de piedra caliza, pasó de ser un rincón ideal para nadar y bucear a una zona desbordada de barcos y turistas. Ese desequilibrio creciente entre el turismo masivo y la conservación de hábitats de aves raras y áreas marinas protegidas encendió las alarmas.

La BBC lo describe así: "Multitudes apiñadas se pelean por el espacio, la basura se derrama de contenedores desbordados y se enreda en arbustos de jaras pisoteados, mientras lanchas motoras que consumen mucha gasolina ponen música a todo volumen y dejan tras de sí un rastro de daños ambientales".

La bronca por el exceso de turismo en Comino no es nueva. Algunos turistas, decepcionados, llegaron a describir las excursiones de un día como una "estafa". Barcos atestados, servicios limitados y una degradación ambiental cada vez más notoria ejercen una presión creciente sobre las autoridades para que intervengan.

Con información de Forbes US