El balance que todo ahorrista e inversor debe hacer a fin de año
Es importante tomarse un par de horas para analizar cuestiones económicas e impositivas que mejorarán nuestras finanzas personales a mediano y largo plazo.

Se acerca el fin de año y no sólo llega el momento de reunirse con amigos y familiares para pasar las fiestas, sino que también toca el momento de detenerse un par de horas para concluir cómo nos fue en términos económicos y financieros a lo largo de todo el ciclo. Para llevar a cabo esta tarea adecuadamente, los ahorristas e inversores debemos observar una serie de diferentes aspectos.

Objetivos financieros

En primer lugar, es fundamental armarse de valor y responder si pudimos o no cumplir aquellas metas planeadas a principios de año. ¿Supimos ahorrar la cantidad de dinero establecida? ¿Logramos guardar un cierto porcentaje de ingresos todos los meses? ¿Llegamos a cortar todas las deudas? Estas preguntas y muchas otras nos ayudarán a concluir qué tan disciplinados fuimos en materia económica para poder, poco a poco, proyectar objetivos cada vez más ambiciosos.

 

Análisis de inversiones

Por otra parte, cada vez que termina un año, tenemos que detenernos a chequear nuestra cartera de inversión para ver los activos que mejor y peor rindieron y si pudimos o no ganarles tanto a la inflación como al dólar, e incluso a la inflación en dólares. Si año tras año no hay resultados positivos, entonces es esencial realizar cambios, con la ayuda de un profesional en caso de ser necesario.

Estudio impositivo

A su vez, aunque sea una de las tareas menos divertidas, es importante estudiar los aspectos tributarios de nuestras finanzas: ver qué impuestos pagamos y cuáles adeudamos, si hubo pagos incorrectos, si nos devolvieron alguna retención, etc. Nuevamente, si es necesario, hay que contactarse con un contador especializado para no cometer errores.

Revisión de gastos

El cierre del año es el momento ideal para ver en qué se nos fue el dinero mes tras mes. En este punto, cada vez más fácil por la digitalización de la economía personal, habrá que detectar y eliminar gastos hormigas y gastos fantasmas, dos de los peores enemigos del bolsillo. También se debe controlar si existen servicios que tienen una alternativa más económica para poder ahorrar más.

 

Evaluación de deudas

Si la deuda se sale de control, puede, definitivamente, arruinar la situación económica y personal de una persona, e incluso de toda una familia. Por lo tanto, necesitamos prestarles especial atención a los créditos tomados a lo largo de un año y ver la forma de reducirlos, eliminarlos por completo o al menos mantenerlos a raya.

Reserva de emergencia

Por último, uno de los puntos más importantes a tomar al cierre del año es estudiar la reserva de dinero de emergencia, aquel fondo que nos permitirá sobrevivir en caso de perder las principales fuentes de ingresos. Cuanto más grande, mejor. Sin embargo, si alcanza para cubrir seis meses de gastos fijos, contemplando la inflación, entonces será suficiente.