Bitcoin subió durante el último año, impulsado por la aceptación de las criptomonedas en Wall Street y el respaldo del presidente estadounidense Donald Trump, aunque Google reveló que una seria pesadilla vinculada a BlackRock empeoró mucho.
El mes pasado, el precio de Bitcoin marcó un nuevo récord histórico: US$ 112.000 por unidad. Fue un salto del 50% desde el piso de abril, favorecido además por el vicepresidente estadounidense JD Vance, que lanzó una predicción fuerte sobre las criptomonedas.
Mientras tanto, el furor por las acciones meme que explotaron durante la pandemia ahora gira hacia Bitcoin. En ese contexto, el multimillonario de Tesla, Elon Musk, volvió a criticar el gasto descontrolado del gobierno de EE.UU. y respaldó una advertencia que asegura que Bitcoin podría "reemplazar" al dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.
"Si el electorado no responsabiliza al Congreso de reducir el déficit y comenzar a pagar la deuda, Bitcoin se convertirá en moneda de reserva", escribió Brian Armstrong, director ejecutivo de la plataforma de intercambio de criptomonedas Coinbase, en X. Elon Musk compartió ese mensaje.
Musk, que el año pasado lanzó una campaña contra la espiral de deuda estadounidense mientras respaldaba la segunda candidatura de Donald Trump a la presidencia, rechazó el principal proyecto de ley fiscal del mandatario pocos días después de haber dejado su cargo en la administración.
La Oficina de Presupuesto del Congreso, un organismo no partidista, estimó que el llamado "gran y hermoso proyecto de ley" de Trump sumará US$ 3,8 billones a los US$ 36 billones de deuda que ya arrastra Estados Unidos. Si eso se concreta, el pasivo trepará hasta los US$ 40 billones en los próximos diez años.
"Lo siento, pero ya no lo soporto", publicó Musk, quien creó y dirigió el Departamento Doge de Eficiencia Gubernamental, en X. "Este proyecto de ley de gastos del Congreso, masivo, escandaloso y desmesurado, es una abominación repugnante".
Musk escribió que quienes votaron a favor "saben que hicieron mal" y agregó en otro mensaje que "aumentará masivamente el ya gigantesco déficit presupuestario a US$ 2,5 billones y cargará a los ciudadanos estadounidenses con una deuda aplastantemente insostenible".
El gasto desmedido del gobierno durante los confinamientos por la COVID-19 empujó la deuda de Estados Unidos y encendió las alarmas. Advirtieron que la Reserva Federal tendría que intervenir para sostener los mercados de bonos, lo que devaluaría el dólar y podría disparar la inflación.
Nota publicada en Forbes US.