Así es Beland, la primera plataforma de la Argentina que paga a sus usuarios por reciclar
Las máquinas de reciclaje de Beland ya están presentes en la Usina del Arte y el Centro Cultural de Recoleta y pronto estarán en el Carrefour de Vicente López y Paseo Alcorta.

Cada minuto, más de un millón de botellas de plástico en todo el mundo termina en la basura y, lamentablemente, reciclamos menos del 15% de ellas. Si bien la conservación sobre el ambiente y las prácticas sostenibles han cobrado gran relevancia en las agendas legislativas de varios países y empresas, aún estamos lejos de que el público tome real conciencia de la situación ambiental.

Un estudio de la Universidad de Georgia ayuda a entender la magnitud del problema: desde 1950 hasta la fecha, hemos producido y descartado más de 8.000 millones de toneladas de plástico, lo que equivale a 264 trillones de botellas, es decir, más de 33.000 botellas por cada habitante del planeta.

Con estas cifras a la vista, está claro que se necesita un cambio urgente y sostenido en nuestras prácticas de consumo y producción para abordar este desafío ambiental y garantizar un futuro más limpio y responsable para las generaciones venideras.

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Pero quizás el problema de fondo sea que hay muchos materiales que no se reciclan porque simplemente no es rentable hacerlo. Y es con este propósito que, a fines del 2020, nació Beland, la startup sostenible que busca poner en valor el impacto ambiental, social y económico que tienen nuestros residuos, a fines de incentivar a millones de individuos y organizaciones a cuidar la vida en nuestro planeta.

“Creemos que el reciclaje es una verdadera solución ante nuestro problema de contaminación a nivel mundial, pero somos conscientes de que para que sea realmente sostenible a largo plazo tiene que ser una tarea rentable”, comentó Diego Vargas, fundador y actual director ejecutivo de Beland.

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¿Qué es y cómo funciona Beland?

Beland es una plataforma de reciclaje social desarrollada en Argentina con el fin de recuperar botellas de plástico y otros residuos directamente desde el consumidor final e insertarlos nuevamente en la cadena productiva a través del reciclaje social.

La startup bonaerense desarrolla y produce estaciones de reciclaje autónomas que actualmente reciben botellas de plástico y las trituran y a cambio expenden caramelos o monedas digitales que los usuarios podrán canjear por pesos desde la aplicación Beland.

“Queremos demostrar que es posible manejar nuestros residuos dentro de un modelo de reciclaje rentable, verdaderamente circular y de triple impacto”, contó Vargas. @@FIGURE@@

Beland es la primera plataforma en Argentina en premiar económicamente el reciclaje de sus usuarios y tiene tres grandes puntos por probar según su creador: “Reciclar puede ser una tarea sencilla e interactiva. Nuestros residuos no son basura, y sobre todas las cosas, reciclar no solo aporta al cuidado del ambiente, también transforma millones de vidas”. @@FIGURE@@

En el caso de Beland, todo el material que recuperan es donado a cooperativas que se dedican a la clasificación de residuos para su posterior reciclaje. Estas cooperativas buscan asegurar que las personas que las conforman tengan una fuente de ingreso y condiciones de trabajo dignas todos los meses. @@FIGURE@@

“Además de donar el material que reciclamos, trabajamos con las cooperativas para crear productos verdaderamente sostenibles con los materiales que tenemos a nuestra disposición, lo cual aumenta exponencialmente la rentabilidad de estas cooperativas, genera más fuentes de empleo en sectores vulnerables de la población y le da una nueva oportunidad a nuestros residuos”, agregó el emprendedor.

En lo que queda del año, Beland publicará su aplicación, la cual es compatible con Android e iOS, para que sus usuarios puedan empezar a recibir monedas digitales por su compromiso. Además, a mediano y largo plazo quieren incorporar más tipos de residuos en sus procesos, aumentar exponencialmente su capacidad de recuperación de desechos y facilitar aún más el reciclaje para los usuarios.

“Queremos trabajar con todas las personas y organizaciones que estén dispuestas a sumarse a nuestra iniciativa. Este no es un objetivo que podamos alcanzar solos, sino que necesitamos de toda la ayuda y el compromiso que sea posible: una persona que recicla hace una gran diferencia en el mundo. Hacerlo juntos lo cambia todo", concluyó el empresario.