Las tres estrategias simples que convirtieron a Labubu en un fenómeno global (y de las que las marcas pueden aprender)
El peluche de Pop Mart se convirtió en objeto de deseo global gracias a tres tácticas simples pero efectivas: escasez bien pensada, una historia que conecta y una estrategia afinada en redes sociales.

Labubu, el extraño peluche que se volvió furor gracias a su empresa matriz, Pop Mart, es un ejemplo claro de marketing viral bien hecho. Los ejemplares se agotan en minutos, provocan peleas entre coleccionistas ilusionados y se revenden por miles de dólares.

Ahora bien, ¿cómo hizo Pop Mart para transformar a una muñeca tan desconocida, monstruosa y "fea pero linda" en un objeto de colección que desean adolescentes, adultos y celebridades de todo el mundo?

Si bien hay varios factores que influyen, de esta historia se pueden sacar tres tácticas clave: escasez, relato y redes sociales. La buena noticia es que muchas marcas pueden aplicar estas mismas ideas en su estrategia de marketing para atraer nuevos clientes y generar lealtad.

Vamos por partes.

Labubu es escaso y exclusivo

En un mercado saturado de consumo rápido, modas pasajeras y todo al alcance de un clic, el miedo a quedarse afuera —el famoso FOMO— sigue marcando tendencia. Pop Mart lo entendió y lo usa a su favor: lanza ediciones limitadas de sus Labubu, que no se consiguen en las góndolas durante todo el año.

Esa escasez alimenta la obsesión y el apuro por comprar. El resultado: coleccionistas haciendo cola en tiendas de distintas ciudades del mundo, desesperados por conseguir una de estas criaturas raras.

Labubu, el coleccionable que conquista a los fans del arte pop y el diseño de juguetes en todo el mundo.

La escasez es una táctica de marketing potente.

Crea exclusividad y también un sentido de pertenencia. Quien consigue un Labubu entra en un grupo reducido de personas con acceso a algo que no todos tienen. Nadie quiere quedarse afuera de lo que otros disfrutan y comparten. Las marcas pueden usar esa misma lógica: lanzar productos en tiradas limitadas, ofrecer promociones por tiempo corto y construir una comunidad cerrada alrededor de su propuesta.

La historia detrás de Labubu

A las personas nos atrapan las buenas historias. Y no es solo intuición: hay estudios que demuestran que los relatos generan empatía y construyen confianza.

Kasing Lung, el creador de Labubu, es un fanático de contar historias. El personaje apareció por primera vez en 2015 en una serie de libros ilustrados que toman elementos de la mitología nórdica. Lung también aplica esa narrativa en cada nuevo Labubu. Cada versión viene con una historia distinta, que le da personalidad al personaje y permite que los coleccionistas se vinculen con él de otra manera, más emocional.

Contar historias bien es clave para un buen marketing. Las marcas no pueden limitarse a vender productos: tienen que generar vínculos, confianza y lealtad. Labubu es un gran ejemplo de cómo hacerlo con creatividad.

Compartido hasta el cansancio en redes

Las redes sociales fueron clave en el fenómeno viral de Labubu. Si tenés la suerte de conseguir uno, viene en una caja sorpresa. No sabés qué personaje te toca hasta que lo abrís. Por eso, Pop Mart alienta a los fans a mostrar ese momento online.

El "unboxing" de cada muñeco se convirtió en un mini evento, que muchos graban y suben para compartir con amigos, conocidos o seguidores. Así, se multiplican los contenidos creados por usuarios, sobre todo en TikTok, donde Labubu ya tiene miles de posteos.

Todo esto vuelve a lo mismo: a la historia. El unboxing de un Labubu tiene su propio arco narrativo. Arranca con el misterio, sigue con la emoción, llega al momento de la revelación y termina con la alegría de descubrir qué personaje tocó. Es una experiencia cargada de emoción, que engancha y deja con ganas de repetir.

Las redes sociales fueron clave en el fenómeno viral de Labubu.

¿Y cómo podés llevar algo así a tu marca?

Aunque no vendas productos en cajas sorpresa, pensá cómo generar una experiencia que tus clientes quieran mostrar online. ¿Qué podés hacer para que compartir sea irresistible? ¿Cómo podés incentivar que tus compradores generen contenido real, que después puedas volver a usar en tus redes?

Labubu llegó a niveles de viralidad que muchas marcas solo imaginan. Pero su éxito deja lecciones concretas que cualquier empresa, grande o chica, puede tomar para conectar mejor con su público.

 

*Con información de Forbes US.