En algún momento soñé con ser astronauta. Años después, lo logré de la forma más cercana que un civil podía alcanzar: trabajé con un socio en el proyecto Mars Rover durante mi tiempo en AWS. Pero hoy ocurre algo todavía más sorprendente: vos podés ser dueño de una parte de SpaceX. Y no necesitás un telescopio, solo una billetera de criptomonedas.

Esta semana, la plataforma de inversión Republic presentó algo inédito en la industria: acciones fraccionarias basadas en blockchain de SpaceX, la empresa espacial privada de Elon Musk. Por primera vez, los inversores minoristas, es decir, quienes no cuentan con respaldo institucional ni credenciales de capital riesgo, pueden acceder a una de las compañías privadas más codiciadas del mundo.

SpaceX y la tecnología blockchain abren un club privado

Tradicionalmente, tener acciones de una empresa como SpaceX quedaba reservado para la élite financiera: inversores de capital riesgo, fondos de cobertura y personas con un patrimonio muy alto. Republic cambió ese guion al ofrecer tokens digitales que representan porciones de acciones de SpaceX.

Un token digital es una unidad de valor basada en blockchain que representa la propiedad o los derechos de acceso a un activo, como capital, bienes inmuebles o bienes digitales. Actúa como un certificado negociable que puede agilizar las transacciones, dar mayor transparencia y reducir la dependencia de intermediarios. Estos tokens no son solo instrumentos financieros, también muestran un cambio más amplio hacia la accesibilidad financiera.

Sin embargo, hay un problema. Estos tokens no otorgan derecho a voto ni control sobre la gobernanza. Los inversores no tendrán participación en las decisiones estratégicas de SpaceX ni en el próximo movimiento de Musk en la plataforma de lanzamiento. Lo que sí obtienen es exposición al crecimiento del valor de la compañía, una propuesta que puede resultar lucrativa, sobre todo para quienes hasta ahora no pudieron invertir en capital privado.

Acceso tokenizado a la blockchain, no solo charlas sobre SpaceX

El uso de blockchain por parte de Republic no es una fachada. Al colocar estas acciones fraccionarias en la blockchain, la plataforma ofrece transparencia, portabilidad y menos fricción que las operaciones tradicionales de capital privado. Esta decisión también evita muchos de los problemas de cumplimiento normativo que suelen aparecer con los vehículos de inversión clásicos.

No se trata de capital en el sentido clásico. No hay juntas de accionistas ni puestos en la junta directiva. Es una participación financiera en el futuro de la empresa. Esto, por sí solo, marca un cambio psicológico y estructural importante en la forma en que definimos la propiedad en el mundo online.

Por qué este momento es importante para la blockchain y SpaceX

La oferta aparece en un momento en que el interés del público por el espacio y por los activos alternativos crece con fuerza. SpaceX se convirtió en un icono cultural, no solo por sus ambiciosos planes en Marte o la red de satélites Starlink, sino por la manera en que mezcla la tecnología con un futurismo casi mítico. Hasta ahora, lo más cerca que la mayoría podía estar era seguir los lanzamientos de cohetes en X (antes Twitter).

Ahora, gracias a la plataforma de Republic, los inversores comunes pueden participar de ese futuro. No es una oportunidad sin límites —todavía existen restricciones y filtros de elegibilidad—, pero el margen de acceso se amplió de forma notable.

El panorama general de SpaceX y la tokenización

De manera más amplia, la decisión de Republic podría marcar un precedente. Si la blockchain puede usarse para abrir el acceso a empresas privadas tan codiciadas como SpaceX, ¿qué vendrá después? ¿Stripe? ¿OpenAI? No cuesta imaginar una ola de oportunidades de inversión tokenizadas que cambien la forma en que se forma el capital, tanto en las empresas emergentes como en los unicornios.

Los críticos pueden cuestionar el valor real de la exposición sin control. Otros podrían señalar zonas grises en la regulación. Sin embargo, la tendencia general resulta clara: las finanzas se reestructuran para un mundo más conectado y distribuido.

Republic quizá no te lleve al espacio, pero te ofrece la mejor alternativa: la posibilidad de estar financieramente ligado a un cohete. Y en un tiempo donde la propiedad es cada vez más digital, esa puede ser la nueva apuesta.

*Con información de Forbes US.