Así lo afirmó días después de que la empresa celebrara el éxito del tercer lanzamiento de prueba del cohete, ya que los dos primeros acabaron en explosiones el año pasado.
El cohete Starship sufrió "un desmontaje rápido no programado" y explotó antes de llegar al espacio. Tanto la empresa como Elon Musk emitieron comunicados para llevar calma a los accionistas.