El home office tiene sus ventajas: más libertad, menos viajes y mayor autonomía. Sin embargo, para muchos, también trae consigo una compañera silenciosa pero persistente: la soledad.
En un contexto en el que muchas empresas quieren que los trabajadores vuelvan a las oficinas, dos nuevos informes destacan que los jefes también podrían buscar nuevos trabajos ante la imposición de estas políticas.
Desde Uruguay, Tecspal equipa a los trabajadores remotos de distintas empresas con lo necesario para trabajar, estén donde estén. En total llevan entregados más de 2.200 insumos de manera exitosa.
Hay decenas de territorios que tienen más de un horario: los diez con mayor número de variaciones son Rusia, Reino Unido, Australia, Canadá, Dinamarca, Nueva Zelanda, Brasil, Estados Unidos, Francia y México.
Aunque hay muchos beneficios en el home office, y los he abordado en artículos anteriores, también hay algunas consecuencias negativas que no deben ser ignoradas.
Los empleados con flexibilidad total en el horario reportan un 29% más de productividad y un 53% más de capacidad de concentración. Pero ¿qué pasa con las numerosas e interminables reuniones que disminuyen los beneficios del trabajo remoto?
Si estamos trabajando en un entorno de trabajo subóptimo, es posible que tengamos que usar el doble de fuerza de voluntad o concentración para producir la misma cantidad de trabajo.
Cuando los ejecutivos hablan de cultura, piensan que se trata de almuerzos gratis, cafeterías y metegoles. Pero todos podemos estar de acuerdo en que la cultura es mucho más que algunas ventajas o regalos.
Tener en cuenta estas prácticas puede aumentar la productividad en el lugar de trabajo, ayudarte a reclutar y retener talento y crear compañeros de equipo más felices.
Elon Musk generó un debate por el home office al obligar a los trabajadores de Tesla a retomar la presencialidad. Según una encuesta de Forbes, la mayoría de los multimillonarios piensan igual que él.