Wall Street se inquieta ante señales de enfriamiento. Mientras tanto, la Casa Blanca evita confirmar una crisis y los datos clave dibujan un panorama incierto para el crecimiento.
Para la banca es probable que la economía y las acciones flaqueen en los próximos meses, particularmente debido a los efectos de las subidas de tipos de la Reserva Federal podrían tardar años en repercutir en los mercados.