Una punta de flecha desenterrada hace más de 100 años en un sitio de la Edad del Bronce en Suiza fue identificada como un raro ejemplo de un artefacto hecho de hierro meteorítico.
Estas estructuras pueden destinarse a aplicaciones mecánicas y electrónicas avanzadas, lo que permitiría diseñar materiales no sólo ultraduros, sino también maleables y con propiedades ajustables.