Remco van Erp quiere echar un jarro de agua fría sobre el mundo de la inteligencia artificial (IA), y no es una metáfora. Van Erp, cofundador y director ejecutivo de la startup suiza Corintis, no cree que la IA esté sobrevalorada. Todo lo contrario. La empresa apuesta a que la industria seguirá creciendo a ritmo acelerado y por eso desarrolló una solución innovadora para refrigerar los chips informáticos que hacen posible su funcionamiento.
El desafío no es menor. Los chips que hoy se usan para ejecutar sistemas de IA generativa consumen cientos de vatios. Como esa energía se transforma en calor, mantener los chips a temperatura adecuada se volvió una prioridad. Si no aparecen nuevas alternativas para enfriar esos dispositivos, la tecnología podría fallar o, en el peor de los casos, los chips podrían quemarse.
"La única manera de mantener los chips refrigerados es usar un refrigerante líquido, pero las tecnologías existentes son sorprendentemente simplistas", dice Van Erp. "En realidad, simplemente se expone el chip a un bloque de cobre por el que fluye líquido", agrega.
En lugar de seguir con los métodos tradicionales, Corintis desarrolló un sistema de refrigeración a medida que se integra directamente en el chip. Está diseñado para reflejar su arquitectura interna y permite que el refrigerante líquido fluya sobre el silicio. La empresa lo define como "refrigeración microfluídica": una red de canales microscópicos que pone el refrigerante en contacto directo con el chip, para enfriar la electrónica desde su núcleo.
"Nos inspiramos en el sistema de refrigeración más sofisticado que se ve en la naturaleza", explica Van Erp. "Nuestra tecnología se asemeja a la forma en que los humanos usamos arterias, venas y capilares para enfriar el cuerpo", señala.
Corintis apuesta a consolidarse en un segmento todavía chico, pero con fuertes perspectivas de expansión dentro del sector tecnológico. Un análisis de Grand View Research estimó que el mercado global de refrigeración directa al chip alcanzó los US$ 1960 millones en 2024, y proyecta un crecimiento cercano al 20 % anual entre 2025 y 2030.
Ese potencial atrajo a varios competidores. Entre los posibles rivales aparecen gigantes globales como Emerson Electric y Schneider Electric, compañías especializadas como CoolIT Systems, y startups como Liquid Stack. Aun así, Corintis confía en que su sistema integrado y sus diseños personalizados, basados en investigaciones de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, le darán una ventaja frente al resto.
La startup también sumará impulso con una nueva inyección de capital. Hoy anunció el cierre de una ronda Serie A por US$ 24 millones, que eleva el total recaudado por la compañía a US$ 33,4 millones.
Junto con la ronda, Corintis comunicó la incorporación de dos nombres fuertes a su junta directiva: Lip-Bu Tan, quien en marzo asumió como CEO de Intel, y Geoff Lyon, ex CEO de CoolIT.
Ambas incorporaciones le dan mayor respaldo a la reputación de Corintis y refuerzan su estrategia de crecimiento, según Van Erp. "Queremos tender un puente entre el mundo de la fabricación de chips y el de la refrigeración", afirma. "La única manera de desarrollar la tecnología de refrigeración que requiere el auge de la IA es integrar estas dos industrias", relata.
El crecimiento comercial de Corintis fue veloz. Aunque se fundó en 2022, la empresa ya firmó contratos con varios gigantes tecnológicos de Estados Unidos. Uno de ellos es Microsoft, que esta semana publicó un informe sobre su trabajo conjunto con Corintis para desarrollar un sistema de refrigeración microfluídica en chip para sus servidores.
La ronda Serie A fue liderada por BlueYard Capital y también contó con la participación de Founderful, Acequia Capital, Celsius Industries y XTX Ventures. Corintis planea usar parte de ese capital para ampliar su equipo actual de 55 personas a más de 70 antes de que termine el año.
Nota publicada por Forbes US