En tiempos donde las mujeres dan importancia al desarrollo profesional antes de ser madres, el tiempo se vuelve un factor clave. El reloj bilógico corre y la presión social pesa. En este contexto, tener opciones se vuelve fundamental. Marisa Dellepiane, directora de Clínica GESTAR, aseguró que las consultas vinculadas al congelamiento de óvulos aumentan año a año.
"Hasta 2010, más o menos, no se podían guardar óvulos o se hacía con malos resultados. Y ahora, que se puede preservar la fertilidad también es difícil llegar a toda la población. Es importante que la gente esté informada y sepa que puede parar su reloj biológico guardando óvulos", señaló Dellepiane en el marco de la cuarta edición de Forbes Mujeres Power.
Uno de los aspectos que más se toman en cuenta en el proceso, es cuidar la salud mental de la mujer, de la que quiere ser madre pero no siente que sea el momento y también de aquella que no tiene el deseo.
"Cuánto afecta a una mujer el sentir que no siente el deseo de ser madre mientras todo su entorno le pregunta para cuándo. Le cuesta moverse en ese ambiente y decir: 'No siento el deseo de ser madre'", indicó Dellepiane.
De todas maneras, recomendó que incluso en esos casos, se debería guardar óvulos. "A veces cambian de parecer. Se lo replantean mucho luego de la barrera de los 40", explicó. La experta señaló que el momento adecuado par hacerlo es entre los 30 y los 35 años. "No es la misma calidad la del óvulo si frené a los 30 o quiero frenarlo a los 40. A su vez la cantidad de huevos disminuye porque muren solos y hay menos para sacar".
