Rolls-Royce, símbolo de elegancia británica, sorprendió con un auto que rompe con su habitual serenidad. Diseñó un modelo tributo a un cachorro tan adorable que dan ganas de acariciarlo detrás de las orejas.
El Rolls-Royce Spectre Bailey es una pieza única, creada especialmente para unos dueños estadounidenses en honor a su perra Bailey, una mezcla de golden retriever y labrador. El modelo fue desarrollado por la división Bespoke Collective de la marca.
Con un retrato de Bailey hecho con más de 180 piezas de madera trabajadas a mano, huellas de patas en el panel del acompañante y una carrocería en un tono inspirado en el pelaje de la perra, el Spectre Bailey nació tras una visita de antiguos clientes de Rolls-Royce a la Oficina Privada de la marca en Nueva York.
Aunque los dueños prefirieron mantener el anonimato, Phil Fabre de la Grange, jefe de la división Bespoke de Rolls-Royce, fue más directo al hablar sobre esta última creación de lujo pensada para amantes de los perros.
"Para Rolls-Royce, una de las grandes alegrías de un encargo Bespoke es sumergirse en el mundo del cliente y en la historia única detrás de su visión", afirmó de la Grange. "Esto está perfectamente capturado por Spectre Bailey, un encargo encantador que reafirma que la inspiración puede venir de cualquier parte. Nuestro equipo estuvo absolutamente encantado de colaborar con nuestros clientes de muchos años para darle vida a este concepto de una manera lúdica pero atemporal, reflejando el lugar especial que Bailey ocupa en sus corazones", dijo.
Fabricado en Goodwood, Inglaterra, el BEV Spectre Bailey luce un esquema de pintura bitono con tonalidades inspiradas en Bailey. El equipo tomó todo lo que tenían relacionado con perros en sus archivos, lo potenció al máximo y, además, sumó nuevas ideas.
El acabado iridiscente combina Crystal Fusion con un nuevo tono bautizado como Beautiful Bailey, que, según explicaron, está inspirado en el color del pelaje de las orejas de la perra.
También incluyeron una huella de la pata de Bailey en el panel trasero. El interior combina cuero en tonos Moccasin y Crème Light, con detalles más oscuros que aportan contraste. La madera elegida es Royal Walnut con un acabado de alto brillo.
Pero lo más destacado es el retrato de Bailey, que llevó más de cuatro meses de trabajo artesanal en chapa de madera. No se usaron tintes ni tratamientos artificiales. Para recrear la lengua de la perra se emplearon cuatro tipos distintos de madera: corazón púrpura, tulipwood, louro faia y peral.
"Somos entusiastas de los automóviles de toda la vida, sí, pero también somos amantes de los animales de toda la vida, y nuestro perro Bailey es un miembro querido de nuestra familia", explicaron los dueños.
"Cuando comenzamos a encargar el Rolls-Royce Spectre, vimos la oportunidad de crear algo hermoso que nos lo recordara durante décadas. Spectre Bailey es todo lo que esperábamos y más; es un alegre homenaje a nuestro fiel compañero", dijeron.
Nota publicada por Forbes US