La FIFA se alió con Avalanche para lanzar su propia blockchain de capa 1 (L1), en una jugada que desnuda su apuesta por el mundo criptográfico. El organismo rector del fútbol mundial busca preparar el terreno para el Mundial 2026, con el objetivo de transformar la manera en que gestiona entradas, activos digitales y la relación con más de 5 mil millones de fanáticos alrededor del mundo.
La decisión implica migrar el ecosistema digital de la FIFA a la infraestructura de Avalanche. En esta primera fase, el proyecto incluye el traspaso de FIFA Collect, el mercado oficial de coleccionables digitales, desde su blockchain anterior a la red de Avalanche. Ese paso representa el inicio de un plan más amplio, que apunta a integrar la tecnología blockchain en la venta de entradas y los programas de participación de los aficionados.
"Avalanche está diseñado para empresas y organizaciones que buscan construir soluciones blockchain personalizadas y de alto rendimiento", explicó John Nahas, director de Negocios de Ava Labs. Según precisó, la elección de la FIFA demuestra que la tecnología está lista para soportar aplicaciones de escala global con velocidad y seguridad.
Uno de los puntos más fuertes del acuerdo está vinculado al sistema de ticketing.
Cada entrada quedará registrada en la blockchain de forma inalterable, junto con la identidad del comprador. Esto elimina la posibilidad de falsificaciones y aporta transparencia en la venta original y en el mercado secundario. En los eventos masivos, como los partidos de un mundial, este tipo de garantías se vuelven centrales. Las especulaciones sobre entradas agotadas o revendidas por fuera de los canales oficiales generan desconfianza. Una blockchain puede terminar con esas dudas.
La red también permitirá a la FIFA profundizar sus programas de fidelización y crear nuevas experiencias digitales y físicas combinadas (phygital). Los fans contarán con herramientas para vincularse con sus selecciones y jugadores favoritos de un modo más directo. Esa relación será verificable y trazable gracias al uso de blockchain.
El anuncio se dio en un momento particular del mercado crypto. Mientras la FIFA revelaba su alianza con Avalanche, el Bitcoin rondó por los US$ 110.000, un nivel que no alcanzaba desde hace cinco meses. Ese repunte ubicó a la criptomoneda por encima del valor de mercado de Amazon y la colocó como el quinto activo financiero más valioso a nivel global, por detrás de Apple, Nvidia, Microsoft y el oro.
El impulso de Bitcoin se apoya en varios factores.
Por un lado, el avance legislativo en Estados Unidos. El Senado aprobó con 66 votos a favor contra 32 en contra un proyecto conocido como Ley GENIUS, que establece reglas claras para las stablecoins. Las monedas estables con más de US$ 10.000 millones en activos quedarán bajo supervisión de la Reserva Federal, mientras que las más chicas seguirán bajo regulaciones estatales. El proyecto también exige respaldo total en dólares, letras del Tesoro u otros activos autorizados, además de reportes auditados mensuales.
El cambio de postura del presidente Donald Trump también influye. El mandatario mostró una actitud más receptiva hacia los activos digitales. En paralelo, funcionarios de la Reserva Federal advirtieron que los aumentos arancelarios podrían sostener la inflación por más tiempo y retrasar cualquier baja en las tasas de interés, lo que refuerza la narrativa de Bitcoin como refugio ante la volatilidad económica global.
También hubo movimientos en otras criptomonedas. Ethereum subió un 1,9% hasta los US$ 2.599, mientras que Dogecoin, Binance Cash, Stellar y Hyperliquid anotaron alzas de entre 2,6% y 2,8%.
Este contexto beneficia indirectamente al proyecto de la FIFA. Con el mercado en alza y mayor interés institucional en el uso de blockchain, la adopción de esta tecnología por parte de un organismo tan influyente como la FIFA puede acelerar su integración en otros ámbitos deportivos y de entretenimiento.
De cara al Mundial 2026, el salto tecnológico plantea una manera distinta de vivir el fútbol. Las entradas serán digitales y verificables en segundos. Los coleccionables no necesitarán una vitrina, sino una wallet. Y la relación entre el fanático y el juego podrá tener tantas capas como lo permita el código de una blockchain.