Garth Friesen Colaborador
Tras una caída del 19% en el S&P 500, los mercados financieros lograron una recuperación y cerraron el primer semestre del año en terreno positivo. Lo peor de las noticias sobre los aranceles quedó atrás, y los pronósticos de una recesión mundial se disiparon. Sin embargo, persisten riesgos, y los inversores todavía deben colocar su dinero.
Entonces, ¿cuáles son las perspectivas para el segundo semestre del año? Acá están los escenarios optimistas y pesimistas.
Escenario de Bull market
El impulso es positivo
La caída de abril no trastocó el mercado alcista actual, aunque estuvo cerca. La definición más aceptada de un mercado bajista es una caída del 20% desde los máximos. Según datos de Bespoke Investment Group, en los últimos 80 años hubo otros seis casos en los que el S&P 500 registró un mercado casi bajista, definido como una caída de entre el 18,5% y el 19,99%, y luego repuntó más del 20% en menos de dos meses. En todos esos episodios, el mercado subió un año después, con una ganancia promedio cercana al 24%. Por ahora, el impulso se mantiene positivo.
La amplitud del mercado mejora
A diferencia de los repuntes de las empresas tecnológicas de gran capitalización que se vieron en los dos años anteriores, el avance actual se apoya en una participación más amplia. Excepto el sector de consumo cíclico, que quedó rezagado por la caída del 25% de Tesla, todos los sectores del S&P 500 muestran resultados positivos en lo que va del año. El sector industrial lidera las subas, con un alza del 13%, y la ganancia del 50% de General Electric figura entre los principales motores de ese rendimiento.
Las valoraciones no son extremas
Con el índice S&P 500 ponderado por capitalización cerca de su mayor valoración en cuatro años, de 23,1 veces las ganancias futuras, algunos críticos señalan la sobrevaloración como un obstáculo para nuevas subas. Sin embargo, la situación no resulta tan preocupante si se quita la influencia de las acciones más grandes. Con una ponderación equitativa, la relación precio-beneficio del S&P 500 se ubica en 18,1, un nivel más alineado con los registros históricos. En otras palabras, la acción promedio no cuesta tanto como sugiere el índice.
Inflación y tasas de interés estables
La preocupación por los aranceles llevó a la Reserva Federal a mostrarse cautelosa respecto de sus proyecciones sobre las tasas de interés. Los responsables políticos adoptaron una actitud expectante ante el posible impacto de los nuevos aranceles, y anticiparon que el aumento de los precios de las importaciones elevaría los precios al consumidor. Esto todavía no ocurrió. De hecho, las perspectivas mejoran. Los mercados esperan que se anuncien acuerdos adicionales antes de la fecha límite que fijó el gobierno, el 9 de julio, lo que derivará en aranceles más bajos que los previstos al inicio.
Los mercados financieros revirtieron su rumbo y empezaron a descontar recortes adicionales en la tasa de los fondos federales hacia fin de año. Varios grandes bancos de inversión, como Goldman Sachs y Citigroup, prevén que la Reserva Federal reduzca su política monetaria un 0,75 % en 2025. La baja de las tasas de interés debería impulsar los mercados de acciones y de bonos. Al mismo tiempo, los rendimientos de los bonos gubernamentales a largo plazo también empezaron a bajar, lo que tendrá un efecto positivo en el mercado inmobiliario y en otros sectores de la economía que son sensibles al costo del crédito.
El escenario del Bear market
El apetito por el riesgo volvió con fuerza
Bloomberg informó que los inversores minoristas están colocando grandes sumas en acciones meme, que subieron un 44 % en el segundo trimestre de 2025. El Índice de Miedo y Avaricia de CNN, una compilación de siete indicadores que miden aspectos del comportamiento del mercado bursátil, como el impulso, las opciones de compra y venta, la demanda de bonos basura, la volatilidad y el interés por activos refugio, se ubicó de lleno en terreno de avaricia. En el pasado, este tipo de euforia dejó al mercado más expuesto frente a malas noticias.
El auge de la IA podría estar llegando a su punto máximo
El crecimiento del gasto de capital en infraestructura de IA, aunque sigue siendo positivo, empieza a desacelerarse. El gasto en construcción de centros de datos, que subía a una tasa del 30 %, ahora se acerca al 10 %, según Bespoke Investment Group. Los analistas prevén que el gasto de capital como porcentaje de los ingresos se mantenga estable hasta fin de año. Si esto ocurre, uno de los principales motores de crecimiento del mercado perderá fuerza, con impacto en los semiconductores, los grandes operadores de infraestructura de IA y las compañías eléctricas.
El mercado laboral y la vivienda muestran signos de tensión
El crecimiento del empleo se desaceleró con fuerza, con un aumento mensual promedio de la nómina por debajo de 125.000, muy lejos del ritmo de años anteriores. Las vacantes por trabajador desempleado vienen cayendo, y los indicadores privados marcan un debilitamiento cada vez más evidente.
Sectores como la sanidad y el ocio junto con la hostelería generan la mayor parte de los nuevos puestos, mientras que otros, como la tecnología, el comercio minorista y la administración pública, atraviesan una ralentización o directamente una caída de la contratación. Por ejemplo, Microsoft anunció una segunda ola de despidos el 2 de julio, que eliminará cerca del 4 % de su plantilla, unas 9.000 personas.
Desafíos al excepcionalismo estadounidense
Los mercados de acciones de Estados Unidos ya no son el único motor del crecimiento global. En lo que va del año, el país quedó rezagado frente a sus pares del G7 y tuvo un rendimiento menor al de la renta variable global en general. España, México, Alemania e Italia lograron ganancias del 30 % o más, gracias a las expectativas de estímulo fiscal en defensa y la depreciación del dólar. Estados Unidos dejó de ser la primera opción para quienes invierten en renta variable global, y muchos inversores internacionales mantienen una sobreponderación de acciones estadounidenses dentro de su cartera. Si las perspectivas de crecimiento relativo fuera de Estados Unidos siguen mejorando, los mercados de acciones no estadounidenses podrían sostener su rendimiento superior.
Mantenerse invertido y diversificado
Los mercados miran hacia adelante, y es posible que muchas de las buenas noticias ya estén reflejadas en los precios. Esto no significa que el repunte termine mañana, pero sí implica que los inversores deberían moderar sus expectativas. Los fundamentos siguen sólidos, aunque la confianza y las valoraciones atraviesan ciertas presiones. La amplitud resulta alentadora, pero el nerviosismo por la política comercial podría reaparecer a medida que se acerque la fecha límite del 9 de julio para los acuerdos.
La diversificación será clave en el segundo semestre de 2025, igual que en la primera mitad del año. Mantener la exposición a los mercados internacionales, que suelen mostrar valoraciones más bajas, también puede ayudar a proteger las carteras si el dólar continúa debilitándose. El resto de 2025 tal vez no muestre la misma volatilidad que el primer semestre, pero los inversores tienen que estar preparados para cualquier escenario. Mantener la inversión demostró ser una estrategia más efectiva a largo plazo que intentar adivinar un máximo y anticipar el mercado.
*Con información de Forbes US.