Mercados en rojo por el ataque de Israel ante el temor de una escalada regional
Los principales índices bursátiles de Estados Unidos arrancaron la jornada en rojo tras la ofensiva israelí. La suba del petróleo benefició a las energéticas y el oro volvió a funcionar como refugio ante el aumento de la incertidumbre.

Los futuros de las acciones en Estados Unidos bajaron el viernes a la madrugada, después de que Israel lanzara ataques militares contra el programa nuclear y el alto mando militar de Irán. Los del S&P 500 retrocedieron un 1,2% y quedaron en 5.977,50 puntos, mientras que los del Dow Jones bajaron un 1,15% hasta los 42.816 puntos. Por su parte, los futuros del Nasdaq, más ligados al sector tecnológico, cayeron casi un 1,5% y se ubicaron en 21.833 puntos.

El ataque llevó al ministro de Defensa de Israel a declarar el estado de emergencia, mientras que Irán prometió tomar represalias por el golpe contra su programa nuclear. Según informó The Wall Street Journal, en la ofensiva murió el jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica. 

La crisis geopolítica disparó una fuga de capitales hacia activos tradicionales de resguardo. El precio del petróleo subió un 9% tras el ataque, y el oro también aumentó, ya que muchos inversores buscaron refugio frente a la volatilidad en el mercado accionario. Este comportamiento refleja cómo el S&P 500 y otros índices suelen moverse en sentido contrario a las materias primas cuando se intensifican los conflictos globales.

La situación actual podría recordar lo que ocurrió tras la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. En ese momento, el S&P 500 cayó más de un 7% durante los días y semanas posteriores al inicio del conflicto, en medio del temor de los inversores frente a la inestabilidad geopolítica y sus posibles efectos económicos. Sin embargo, el índice mostró una capacidad de recuperación llamativa. A pesar de la caída inicial, volvió a los niveles previos a la invasión en solo un mes, incluso con el precio del petróleo en alza. Esa reacción dejó en claro cómo el mercado puede absorber sacudidas geopolíticas si la exposición económica directa se mantiene acotada. 

La situación actual podría recordar lo que ocurrió tras la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.

 

Ahora se espera que el S&P 500 atraviese un período de mayor volatilidad y, posiblemente, una presión bajista a corto plazo. Si Irán responde con fuerza y las tensiones siguen escalando, el índice podría registrar más ventas, ya que los inversores tienden a alejarse del riesgo en escenarios de conflicto.

  • Ganadores del sector: Las compañías energéticas dentro del S&P 500 aparecen entre las más favorecidas por la suba del precio del petróleo. Firmas como ExxonMobil y Chevron probablemente vean una mejora en sus márgenes de ganancia a medida que el crudo sube en medio de las tensiones geopolíticas.
  • Perdedores del sector: Las empresas de transporte y logística podrían quedar bajo presión por el encarecimiento del combustible y posibles interrupciones en rutas clave de Medio Oriente. Esto afectaría a jugadores importantes como FedEx y UPS, que enfrentarían mayores costos operativos y demoras en sus entregas. Para más detalles, se puede consultar "¿Cuánto pueden bajar las acciones de FedEx?".

Aun así, los antecedentes muestran que el mercado suele recuperarse una vez que se disipa la incertidumbre inicial. La historia del S&P 500 indica que, si bien los eventos geopolíticos provocan sacudones en el corto plazo, el índice tiende a estabilizarse cuando los inversores empiezan a ponderar el impacto económico real frente a las amenazas percibidas.

El punto clave será si la tensión en Medio Oriente logra contenerse o si escala hacia un conflicto regional más amplio, con consecuencias económicas de mayor alcance.

 

*Con información de Forbes US.