Récord del precio oro: superó los US$ 4.000 millones por onza, con impacto favorable para las reservas argentinas
El precio del metal trepó por encima de los US$ 4.000 por onza y reconfigura el escenario global. La suba mejora el valor de las reservas argentinas e impulsa a los inversores a refugiarse ante señales contradictorias desde la Reserva Federal y tensiones internas en Washington.

El precio del oro en EE.UU. volvió a romper sus propios límites. Alcanzó los US$4.005 por onza troy en la Bolsa de Nueva York y superó por primera vez el umbral de los US$4.000, impulsado por una combinación de factores que generaron más incertidumbre que previsión: un posible cierre del gobierno, tensiones fiscales y señales confusas desde la Reserva Federal.

La suba del oro tiene un impacto favorable en la valuación de las reservas argentinas, que están parcialmente invertidas en ese metal. Según datos del World Gold Council (WGC), basados en estadísticas del FMI (IFS), el Banco Central de la República Argentina mantiene 61,74 toneladas de oro en sus reservas oficiales (dato correspondiente al 30 de junio de 2025, publicado el 3 de octubre de 2025).

El avance del metal comenzó en marzo, cuando el presidente Donald Trump tensó la negociación con sus socios comerciales. Ese mes el oro ya había trepado hasta los US$3.000, según destacó Goldman Sachs, y la tendencia continuó mientras crecía la expectativa por nuevos aranceles. En lo que va de octubre, las acciones y el bitcoin mostraron un retroceso, y el oro apareció como una forma de resguardo más confiable.

Lina Thompson, estratega de materias primas del banco estadounidense, explicó que los inversores tienden a buscar refugio en activos tangibles en medio de turbulencias políticas o económicas. "Los inversores favorecen el metal precioso en medio de períodos de incertidumbre económica y política elevada en los EE.UU.", escribió la analista.

Aunque históricamente se lo considera un activo más volátil, Bitcoin subió en los últimos días desde unos US$ 109.000 hasta superar los US$ 125.000 el lunes, marcando un nuevo máximo histórico.

La suba también coincidió con un retroceso del dólar estadounidense, que perdió un 4,6% en los últimos meses, mientras que los bonos del Tesoro a largo plazo bajaron un 3,6%. Ese combo debilitó las alternativas tradicionales de inversión y reforzó el atractivo del oro.

El impacto de la política monetaria también resultó clave. Los operadores proyectan que la Reserva Federal podría reducir las tasas antes de fin de año, un escenario que, combinado con la presión inflacionaria vinculada a los aranceles, favorece a los activos más defensivos.

Adam Turnquist, estratega técnico jefe de LPL Financial, subrayó que el repunte del oro se apoya sobre "la creciente incertidumbre sobre el cierre del gobierno" y la expectativa de tasas más bajas.

Por otro lado, algunos analistas advierten que el impulso podría tener un techo. Bank of America señaló en un informe reciente que el oro podría experimentar una "consolidación o corrección" hacia fin de año, una advertencia directa para quienes recién ahora suman el metal a su cartera.

Ray Dalio, el multimillonario de los fondos de cobertura, lo resumió sin rodeos: "El oro es el único activo que rinde muy bien cuando otras inversiones tienen un rendimiento pobre". Y recomendó destinar el 15% del portafolio a este activo.

¿Hasta dónde pueden llegar los precios del oro?

Los analistas de Goldman Sachs, que en un principio habían estimado un precio objetivo de US$ 3.000 para mediados de 2026, ajustaron su proyección para diciembre de ese año a US$ 4.900, por encima de los US$ 4.300 que preveían antes.

Wall Street no esperaba que el valor del oro se disparara con tanta fuerza en lo que va del año. En febrero, JPMorgan Chase había proyectado un precio de US$ 2.950 para fines de 2025, mientras que Citigroup hablaba de un crecimiento que llevaría la cotización hasta US$ 3.000, una barrera que el oro superó en marzo.

Antecedentes clave

El valor del oro alcanzó nuevos máximos durante la gestión de Donald Trump, en un contexto marcado por amenazas de aranceles generalizados a socios comerciales de Estados Unidos y una política monetaria más prudente por parte de la Reserva Federal.

El banco central decidió recortar las tasas de interés en un cuarto de punto en septiembre, llevándolas a un rango de entre 4% y 4,25%, tras haberlas mantenido entre 4,25% y 4,5% desde diciembre. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, justificó la medida señalando la creciente incertidumbre sobre el mercado laboral estadounidense. Según explicó, la inflación, que se ubicó por encima del objetivo del 2% durante años, dejó de ser un motivo central de preocupación.

En agosto, el oro marcó nuevos récords después de que se difundiera un informe que indicaba que Aduanas y Protección Fronteriza aplicaría aranceles a las barras de un kilo y de 100 onzas, la mayoría provenientes de Suiza, con un gravamen del 39%. La medida, que varios economistas calificaron como una "gran sorpresa", fue luego descartada por Trump, quien aseguró que el oro no quedaría alcanzado por los aranceles.


Con información de Forbes US.