"Invertí los ahorros de mi vida en Portfolio Ganadero, liderado por Alejandro Berrutti. Hoy sé que esa plata no va a volver jamás". Así comienza el descargo de Rodrigo Trelles, joven tecnológico uruguayo y exbasquetbolista, que actualmente se desempeña como director de Operaciones de la empresa Treeview.

"Este post no es fácil de escribir. Es un antes y un después en mi vida, y en la de mi familia", aseguró Trelles que decidió involucrarse como accionista en Portfolio Ganadero en marzo del año pasado, confiando en la promesa de un proyecto que ofrecía "rentabilidad con respaldo" y "parecía sólido".

"La realidad es que no lo era. Desde 2020, el proyecto no es rentable", aseguró con base en los números que Berrutti compartió tras anunciar, en junio pasado, que no podría hacer frente a sus obligaciones. 

"Hace algunos meses empezamos a recibir señales claras desde la empresa de que no se iba a poder cumplir ni con los pagos de intereses, ni mucho menos con la devolución del capital en los plazos acordados", relató Trelles. Su caso se asemeja al de las víctimas de República Ganadera o Conexión Ganadera: "un fondo estructurado como un esquema Ponzi, con 403 accionistas y una deuda acumulada de aproximadamente US$ 20 millones de dólares".

Las soluciones que le proponen, a él y a los demás inversores, son complejas y a muy largo plazo. "Un fideicomiso que supuestamente generará US$1.1 millones anuales, con la promesa de devolver lo invertido en 10 o 12 años. Aunque si uno hace la cuenta real, la recuperación total llevaría al menos 18 años (y eso, en el mejor escenario)", revela en el posteo compartido en su cuenta de LinkedIn. La otra opción es ir a concurso, donde bancos y proveedores tienen prioridad "y a los accionistas, si queda algo, les tocan las migas", analizó.

"Yo puse lo que tenía. Los ahorros de mi vida. Lo que había juntado con años de trabajo. No fui especulador ni jugador. Y no, esto no fue un error financiero. Tampoco fue ´una mala gestión´. Fue una estafa. Bien presentada, bien empaquetada. Y jugó con el futuro de muchísima gente", compartió Trelles.

El líder de Operaciones de Treeview describió su sentimiento tras conocer este episodio: "Cuando a uno lo estafan, lo primero que siente es vergüenza. Como si la culpa fuera de uno. Como si uno hubiera hecho algo mal. Y eso te lo tragás. Y te enferma. Y duele", dijo y continuó: "No voy a dejar que nada de eso ocurra. No tengo de que sentir vergüenza. No sé si algún día voy a recuperar algo. Tampoco sé si algún día habrá justicia. No quiero generar compasión, ni mucho menos. Lo comparto porque sé que hay otros como yo: personas honestas, profesionales, emprendedores, gente de laburo que pueden estar por meter sus ahorros en ´algo que suena demasiado bien´".

"Si esto sirve para que al menos una sola persona investigue bien, consulte, pida papeles, revise balances y analice a fondo lo que le están ofreciendo, entonces vale la pena contarlo", señaló y aconsejó a quienes piensen en invertir su dinero: "Lean los balances, pidan los contratos, pregunten quién audita, quién decide, quién firma. Miren los hechos, no el relato.Analicen. Consulten. Pregunten. No tengan miedo de parecer desconfiados. Yo no lo hice y lo estoy pagando caro", dijo el ejecutivo y finalizó: "La plata, en el mejor de los casos, puede volver, pero el tiempo no y hoy veo cómo mi tiempo fue estafado. No dejes que a vos te pase lo mismo".