En 2012, Drew Wilson trabajaba desde su garaje en Pasadena, California. Tenía apenas una computadora portátil y una mesa, ambas apretadas entre cajas y herramientas de su depósito. Desde ese espacio reducido, lanzó lo que luego sería Verdical Group, una consultora especializada en sustentabilidad en la construcción.
"Me encantan las historias de Steve Jobs", contó en una entrevista reciente. "Había leído su biografía y me sentí identificado con... bueno, con empezar Apple desde el garaje. Eso fue en Pasadena, justo en mi garaje", dijo.
Hoy, su empresa multimillonaria cuenta con más de una docena de empleados y ya concretó cerca de 100 proyectos de construcción en distintos puntos de Estados Unidos. Algunos de los clientes más destacados fueron la NASA, el aeropuerto LAX, Google, los Echelon Studios en Hollywood, el Long Beach City College, la UC Riverside, entre otros.
En estos desarrollos se aplicaron nuevas tecnologías vinculadas a la construcción, como el hormigón CarbonCure, que incorpora CO₂ reciclado al hormigón fresco durante el proceso de mezcla, o el vidrio de baja emisividad con control solar Solarban® 60, que tiene una capa invisible que ayuda a mantener frescos los edificios durante el verano bloqueando más de la mitad del calor solar, y que también conserva el calor interior en los meses fríos. Otros proyectos apuntaron a reducir la dependencia de fuentes como el gas natural y avanzar hacia la electrificación, que según Wilson, representa una alternativa más limpia y una de las decisiones más significativas que puede tomar una empresa.
"Verdical Group se fundó como una respuesta directa a la industria de la construcción, que contribuye con aproximadamente el 40% de las emisiones anuales de carbono a nivel mundial a la crisis climática. La industria necesitaba ayuda para transformar la forma en que construimos y así dejar de causar tanto daño al medio ambiente", remarcó. Según el Foro Económico Mundial, la construcción y operación de edificios representan hasta el 37% de las emisiones totales de carbono a nivel global.
El interés de Wilson por los edificios sostenibles surgió durante sus años universitarios, cuando estudió arquitectura con la idea de encontrar un trabajo que le permitiera generar un impacto positivo y, al mismo tiempo, obtener ingresos. Después de recibirse, intentó abrirse camino en el sector sin fines de lucro, aunque sin éxito. Más tarde, consiguió empleo en estudios de arquitectura y en el rubro inmobiliario. Uno de sus empleadores fue Jones Lang LaSalle, la segunda firma de corretaje más grande del mundo. Allí se interiorizó sobre el negocio de los bienes raíces comerciales, aunque no dejó de preguntarse: ¿era posible aplicar ese mismo modelo, pero desde una lógica sustentable?
En ese momento, emprender no parecía una decisión lógica: su esposa acababa de dar a luz a su primer hijo. Sin embargo, Wilson lo vivió como una instancia decisiva. "Era un momento de 'ahora o nunca'. Porque a medida que uno envejece, asume aún más responsabilidades. Tenía unos US$ 10.000 ahorrados para pagar el alquiler de unos meses. Y tenía una computadora portátil", recuerda. No contaba con inversores externos ni con una estrategia formal de crecimiento.
Aunque la certificación LEED, el sistema más conocido para edificios con criterios ecológicos, se había lanzado a fines de los años 90, en 2012 todavía no era de uso generalizado.
Verdical Group arrancó con servicios de consultoría LEED, básicamente porque, según Wilson, "era lo único que sabía hacer por mi cuenta". El primer proyecto de la firma fue un Ramada Inn ubicado cerca de Disneyland, en Anaheim. Por entonces, la ciudad ofrecía incentivos para que los edificios comerciales adoptaran prácticas más ecológicas, y eso motivó al gerente del hotel a contratar sus servicios.
Wilson también aprovechó su red de contactos del sector inmobiliario comercial para hacer despegar su consultora ecológica. "LinkedIn ni siquiera existía en aquel entonces", recordó. "Solo tenía una página web y asistía a eventos de vez en cuando. Pero mis primeros proyectos los conseguí principalmente de gente que ya conocía, de mi red personal de arquitectos de Los Ángeles", señaló.
La empresa logró sobrevivir el primer año con "quizás tres proyectos", según rememora. Sin embargo, para el tercer año, la carga de trabajo ya era demasiada para manejarla solo, y comenzó a incorporar empleados para que lo asistieran.
Desde entonces, gran parte del trabajo de Verdical Group se enfocó en ayudar a que los edificios comerciales fueran más sostenibles y eficientes en el uso de energía. También trabajaron con escuelas e instalaciones municipales en el sur de California. Con el tiempo, y a medida que la firma creció, sumaron otros estándares de construcción sostenible, como WELL, Living Building Challenge, Envision y Green Globes. Además, comenzaron a ofrecer servicios técnicos como modelado energético, análisis del ciclo de vida y modelado de luz natural.
Una de las áreas que más interés generó —al punto de motivar a Wilson a organizar una conferencia local sobre el tema— es el concepto de Cero Neto. ¿Se puede construir con el objetivo de alcanzar cero emisiones e impacto neto?
Un caso concreto es el de la Escuela Secundaria Malibú, un proyecto diseñado para operar con cero emisiones netas, alimentado principalmente con energía solar que se almacena en baterías. En este tipo de iniciativas, el concepto implica que los edificios optimizan al máximo su consumo energético, invierten en la tecnología más limpia disponible y luego recurren a fuentes renovables para cubrir cualquier necesidad adicional, lo que en general se hace en el mismo lugar.
El primero de este tipo fue el Bullitt Center, en Seattle, un edificio comercial pionero en lograr cero emisiones netas. Es una prueba concreta de lo que se puede hacer, según Wilson, aunque admite que "sigue siendo increíblemente inusual" dentro del panorama de la construcción comercial en Estados Unidos.
"Muchas empresas buscan amortizar la inversión en menos de cinco años", explica Wilson. Esa lógica de corto plazo es, en buena parte, la razón por la cual los edificios con emisiones netas cero siguen siendo una excepción. "El argumento de venta más directo, hasta el día de hoy", asegura, "es simplemente el ahorro en gastos operativos, la reducción de las facturas de servicios públicos porque se ahorra energía y agua", indica.
Wilson también cita una frase de la activista climática Greta Thunberg: "Sabemos cómo resolver la crisis climática. Simplemente aún no lo hemos hecho". Con eso, sugiere que la capacidad técnica existe, pero la adopción del mercado no acompañó ese desarrollo, incluso más de 20 años después de la creación de la certificación LEED.
Cada otoño, Verdical Group organiza un evento con el objetivo de acercar a más personas al concepto de estructuras Net Zero, y también de reunir a empresas con una mirada similar, que buscan equilibrar la sustentabilidad con el impacto real. Este año, la conferencia Net Zero, que se llevará a cabo en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, espera reunir a más de 1.000 personas, según estima Wilson. "Empezamos con solo 100. Al año siguiente, crecimos a unos 300 y, desde entonces, no ha parado de crecer", cuenta.
Como B Corp y promotores de los edificios Net Zero, en Verdical Group procuran que incluso sus eventos estén alineados con su filosofía. Por eso, evitaron aceptar patrocinios muy rentables si eso implicaba alejarse de su misión.
En su sitio web, Verdical Group deja clara su postura frente a la crisis climática. Una de las secciones destaca: "Verdical Group no acepta dinero de empresas cuya mayor parte de ingresos proviene de la industria de los combustibles fósiles".
Wilson amplía esa idea al contar un caso reciente: una importante empresa de gas natural quiso patrocinar la Conferencia Net Zero de este año con una suma considerable de dinero. Pero él rechazó la oferta. "Aunque nos habría venido bien el dinero, nuestros valores son más importantes. Preferiría que cerráramos antes que vendernos", aseguró.
*Con información de Forbes US