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El Tor Alva de 98 pies se eleva sobre el pueblo de montaña suizo de Mulegns
Innovacion

Cómo es el edificio impreso en 3D más alto del mundo y en qué pueblo diminuto de Europa se encuentra

Leslie Katz

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Construida por robots capa a capa con hormigón y acero, conjuga los destellos de la artesanía barroca con el diseño algorítmico, y se erige como símbolo de innovación sostenible y renacimiento cultural en una comunidad casi deshabitada.

12 Junio de 2025 23.30

En un pueblo suizo encaramado en lo alto de los Alpes, un edificio abovedado llama la atención desde lejos. Se impone sobre los tejados inclinados no solo por su altura, sino también por cómo lo construyeron. Tor Alva, o Torre Blanca, es el edificio impreso en 3D más alto del mundo.

Está en Mulegns, un pueblo diminuto, y supera los 30 metros de altura contando la base. Su diámetro varía entre 7 y 9 metros. En el centro, hay columnas color blanco hueso de distintos anchos y alturas. Las imprimió un robot gigante que aplicó capas finas y precisas de un tipo especial de hormigón portante. Además, otro robot colocó un refuerzo de acero entre las capas para darle rigidez total a las columnas.

Al subir por la escalera de caracol que une los cuatro pisos de la torre, los visitantes ven cómo cada una de las columnas ramificadas que rodean las salas abiertas muestra patrones geométricos intrincados. Las formas cambian de una columna a otra, aunque en conjunto arman una imagen visual coherente.

"La torre se siente sólida y transparente a la vez", dijo Michael Hansmeyer, uno de los arquitectos de Tor Alva, en una entrevista. "Protege, pero nunca encierra", agregó.

Trabajadores de la construcción sobre una serie de columnas blancas ramificadas, con montañas al fondo
Trabajadores de la construcción sobre una serie de columnas blancas ramificadas, con montañas al fondo.

Los visitantes entran a la torre por una cochera oscura y antigua. "A medida que ascienden, las columnas evolucionan desde robustas y sólidas en la base hasta delgadas, etéreas y entrelazadas en la cima", explicó Hansmeyer, que también es programador y trabaja con algoritmos para diseñar y construir formas arquitectónicas. Empezaron a construir Tor Alva en febrero de 2024 y la inauguraron el mes pasado como un espacio donde se cruzan la arquitectura, la ingeniería estructural y la cultura. En la cima hay un teatro con cúpula, un escenario en el centro y 32 butacas. Lo usarán para conciertos, instalaciones artísticas, lecturas, obras de teatro y danza, con una vista abierta a las montañas.

Mulegns fue un centro de artesanos en el siglo XIX: confiteros, maestros de obra y estucadores que llevaron su oficio a otros países. Hoy viven ahí menos de 15 personas. "Al fomentar el turismo arquitectónico y sentar las bases para una renovada prosperidad en el alto valle alpino, Tor Alva insufla nueva vida a una comunidad histórica al tiempo que establece un estándar mundial para el desarrollo sostenible y culturalmente vibrante", dicen sus creadores, entre ellos Nova Fundaziun Origen y la ETH Zurich, una universidad centrada en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Según sus creadores, la artesanía de la torre remite al arte de los constructores barrocos que trabajaron en la región del Paso Julier, donde está Mulegns. La torre tiene ese estilo teatral y decorativo típico del barroco, aunque con una historia técnica y una atmósfera que la ubican de lleno en el siglo XXI.

"Tor Alva puede describirse como una reliquia futurista, una estructura que luce a la vez antigua y vanguardista", dijo Hansmeyer. "Sus formas fluidas y orgánicas, posibilitadas por la impresión 3D, evocan asociaciones naturales; sin embargo, la precisión de las miles de capas de hormigón impresas revela un origen algorítmico claramente moderno", precisó.

Beneficios de los edificios impresos en 3D

Quienes defienden la construcción con impresión 3D destacan que permite edificar rápido, con menos impacto ambiental y menos desperdicio. El robot que aplicó el hormigón en Tor Alva, por ejemplo, colocó el material solo en los puntos necesarios. Así se lograron columnas huecas que reducen notablemente el consumo de recursos.

Un brazo robótico imprime en 3D capas de hormigón una a una en una forma geométrica audaz.
Un brazo robótico imprime en 3D capas de hormigón una a una en una forma geométrica audaz.

En los últimos años, creció el uso de esta técnica para construir casas. Incluso levantaron un barrio completo en Texas para hacer frente a la falta de viviendas accesibles. Después de los incendios forestales que arrasaron Los Ángeles en enero, la impresión 3D ganó terreno en esa zona. Acelera mucho el proceso de reconstrucción para quienes perdieron sus casas. En algunos casos, los muros de hormigón impresos se terminan en solo unos días.

Pero esta técnica también promete mucho en términos de diseño.

Vista de los tejados de una pequeña ciudad suiza, vistos entre dos columnas blancas que giran.
Vista de los tejados de una pequeña ciudad suiza, vistos entre dos columnas blancas que giran.

"Nos permitirá construir una arquitectura más rica y expresiva", dijo Hansmeyer, "ya que el proceso aditivo libera a los diseñadores de las limitaciones del encofrado tradicional, permitiendo formas complejas y orgánicas y detalles intrincados que antes eran inalcanzables o prohibitivamente costosos".

Tardaron unos cinco meses en producir los 124 elementos impresos en 3D que componen Tor Alva. Benjamin Dillenburger, profesor de tecnologías de construcción digital en la ETH Zurich, diseñó la torre junto a Hansmeyer. La construcción quedó a cargo de Uffer Group y Zindel United, con el apoyo de la firma de ingeniería Conzett Bronzini Partner AG.

Las funciones en el teatro de la torre empiezan en julio, aunque los visitantes ya pueden hacer recorridos diarios y ver de cerca la apuesta tecnológica y las posibilidades arquitectónicas que ofrece esta construcción en un rincón remoto e imponente.

 

*Con información de Forbes US.

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