La compañía de inteligencia artificial Perplexity presentó una propuesta inesperada para comprar Chrome, el navegador web de Google, en medio de un proceso judicial que podría forzar la desinversión del gigante tecnológico.
La iniciativa se conoció mientras el juez federal Amit Mehta evalúa las medidas para limitar el poder de Google en el mercado de búsquedas, tras fallar el año pasado que la empresa utilizó acuerdos exclusivos y precios supracompetitivos que derivaron en un comportamiento anticompetitivo.
La oferta de Perplexity busca alinearse con los posibles remedios que ordene la justicia. Según la empresa, la compra estaría "diseñada para satisfacer una solución antimonopolio en el más alto interés público al colocar a Chrome con un operador capaz e independiente".
La propuesta contempla mantener Chromium, la base de código abierto de Chrome, invertir US$ 3.000 millones en dos años y no modificar el motor de búsqueda predeterminado.
El papel del juicio contra Google
El caso contra Google avanza desde hace años y se encuentra en una etapa clave. Los fiscales federales presionan para que Mehta obligue a la compañía a vender Chrome, al considerar que el navegador fortaleció su dominio en las búsquedas online.
El magistrado podría pronunciarse sobre las medidas este mismo mes, aunque expertos como Herbert Hovenkamp, profesor de la Facultad de Derecho Carey de la Universidad de Pensilvania, creen que podría postergar la exigencia de venta hasta que se resuelva una apelación. El trámite podría llegar al Tribunal de Apelaciones de Washington D. C. e incluso a la Corte Suprema, demorando la decisión final por varios años.
La estrategia de Perplexity llega en un momento en el que los navegadores web recuperan relevancia como puntos de entrada para el tráfico y los datos de los usuarios. El crecimiento de los chatbots, incluidos ChatGPT y el propio Perplexity, reconfiguró la competencia tecnológica, con empresas que buscan integrar funciones de inteligencia artificial directamente en sus navegadores.

Actualmente, Perplexity desarrolla Comet, un navegador con inteligencia artificial capaz de ejecutar tareas por el usuario. La adquisición de Chrome le permitiría acceder a más de 3.000 millones de usuarios y ganar terreno frente a rivales como OpenAI, que también trabaja en un navegador con funciones avanzadas de IA.
Una operación respaldada por inversores
La compañía de IA, que recientemente obtuvo US$ 100 millones en financiación y alcanzó una valoración de US$ 18.000 millones, asegura que varios fondos están dispuestos a cubrir la compra por completo, aunque no reveló sus nombres. El interés de estos inversores refuerza la viabilidad financiera de la propuesta, pese a que Google podría resistirla con firmeza.
Analistas del sector consideran poco probable que Google acepte vender Chrome. El navegador es una pieza clave en su estrategia de inteligencia artificial, especialmente con el lanzamiento de funciones como Overviews, que generan resúmenes de búsqueda mediante IA para retener usuarios y preservar su participación en el mercado.
El interés de Perplexity contrasta con las estimaciones de otras empresas. Gabriel Weinberg, CEO del motor de búsqueda DuckDuckGo, calculó que Chrome podría valer al menos US$ 50.000 millones si Google estuviera obligada a venderlo, una cifra muy superior a la inversión inicial que propone Perplexity.
En las operaciones de la tarde, las acciones de Alphabet —matriz de Google— subieron 1,6 %, un movimiento que algunos vinculan al optimismo sobre la eventual resolución judicial. Sin embargo, la posible venta de Chrome enfrenta no solo la resistencia de Google, sino también un complejo proceso legal que podría extenderse durante años.
La carta enviada por Perplexity al director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, plantea que el traspaso de Chrome a una nueva administración independiente beneficiaría al público y fomentaría la competencia en el sector tecnológico. Según la compañía, su intención no es alterar la experiencia de los usuarios, sino potenciarla con más funciones basadas en IA y un desarrollo de código abierto que permita mejoras rápidas y colaborativas.
El resultado de esta pulseada judicial marcará el futuro del navegador más utilizado del mundo y podría redefinir el mapa de la competencia en el mercado de búsquedas y de inteligencia artificial. Mientras tanto, la oferta de Perplexity deja en claro que las grandes tecnológicas no solo buscan crecer con nuevos productos, sino también disputar activos estratégicos ya consolidados.