Así es como la Generación Z se protege emocionalmente en entornos laborales tóxicos
La necesidad de "encajar" en oficinas que premian la imagen antes que la autenticidad empuja a muchos jóvenes a ocultar quiénes son. La presión por parecer eficientes, disponibles y entusiastas, incluso cuando no lo están, deja secuelas difíciles de medir pero imposibles de ignorar.

En una nota reciente para Forbes, escribí sobre la mirada de la Generación Z y cómo expresa una tensión cultural más profunda dentro del mundo laboral. Ahora, nuevas investigaciones aportan otro dato que podría ayudar a entender mejor ese gesto: un fenómeno conocido como "ocultación silenciosa", que empieza a ganar terreno en las oficinas y empresas.

Este concepto describe una especie de crisis silenciosa en la fuerza laboral. Consiste en la tendencia de muchos empleados a ocultar aspectos de su vida personal con tal de evitar juicios, estereotipos y quedar fuera de lugar. Quieren encajar, parecer más profesionales y mostrarse como candidatos más "promocionables".

¿Qué es la "cobertura silenciosa" en el trabajo?

Una encuesta reciente de Attensi, realizada a 2000 empleados, describe lo que llaman "cobertura silenciosa" como una crisis silenciosa que atraviesa el mundo del trabajo. El 58 % de los consultados reconoció enmascarar sus habilidades u ocultar lagunas de conocimiento para no ser juzgados. Casi la mitad admitió haber fingido que entendía algo en su trabajo y un 40 % dijo que evita pedir ayuda, incluso cuando no sabe bien cómo seguir.

Hablé con Tia Katz, fundadora de Hu-X, quien recuerda que hace tres años se hablaba del "quiet quitting", pero hoy ya se empieza a identificar otro fenómeno: el "desgaste silencioso", una forma de desgaste emocional que se refleja en el agotamiento, el retraimiento y una desconexión difícil de detectar. Según Katz, lo que realmente está detrás de muchas de esas actitudes es algo todavía más sutil: la cobertura silenciosa.

El profesor Kenji Yoshino acuñó el término "ocultación" para describir la práctica de esconder atributos personales con el objetivo de encajar o evitar estereotipos, juicios y situaciones de discriminación. Algunos de los casos más comunes se dan cuando los empleados eligen minimizar aspectos ligados a su raza, género, orientación sexual, edad, religión, discapacidad u otras características personales, todo con tal de ser aceptados, evitar despidos o lograr un ascenso.

Si sos como la mayoría, es probable que en algún momento hayas recurrido a algún tipo de encubrimiento, ya sea en tu vida personal o profesional. En cierta medida, esto es normal: demuestra capacidad de adaptación e inteligencia emocional, cualidades que permiten moverse con soltura en distintos entornos sociales y laborales. El problema aparece cuando esa conducta se vuelve excesiva o constante en el trabajo. En esos casos, puede generar estrés, agotamiento y una sensación de desconexión que termina afectando tanto el bienestar individual como el rendimiento dentro de la organización.

El 58 % de los consultados reconoció enmascarar sus habilidades u ocultar lagunas de conocimiento para no ser juzgados. 

 

Una nueva investigación realizada por Hu-X junto a Hi-Bob reveló que el 97 % de los empleados oculta algo de sí mismos en el trabajo al menos ocasionalmente, y que el 67 % lo hace con frecuencia. ¿Por qué eligen hacerlo? Los motivos son varios: mantener una imagen profesional (55 %), buscar aceptación social (48 %), evitar situaciones de discriminación (46 %), aumentar las chances de conseguir un ascenso, un aumento o una bonificación (46 %), o mejorar la evaluación de desempeño a fin de año (43 %).

La mayoría de las veces, los empleados eligen ocultar su orientación sexual ante sus superiores, ya sea con líderes sénior (55 %) o con sus jefes directos (54 %). Uno de los participantes del estudio contó que lo hace porque tiene 60 años y es la persona de mayor edad en su equipo. Otra trabajadora dijo que prefiere no hablar de su orientación sexual para evitar ser juzgada. También hay quienes ocultan el diagnóstico de TDAH por vergüenza, otros que no expresan sus opiniones políticas por miedo a las consecuencias, e incluso personas que mintieron al decir que se habían vacunado contra la COVID-19, cuando en realidad no lo habían hecho.

¿Qué es la "cobertura silenciosa" de la Generación Z en el trabajo?

La Generación Z no solo está cambiando la forma de trabajar. También está reescribiendo, de manera silenciosa, muchas de las reglas que rigen el mundo laboral. Según el estudio de Hu-X junto a Hi-Bob, esta tendencia podría ayudar a entender la mirada perdida y desinteresada que muchos jóvenes muestran en el trabajo: una expresión que revela desconexión, apatía y cansancio. Los datos son claros. Los trabajadores de la Generación Z tienen más del doble de probabilidades que los baby boomers de ocultar aspectos de su identidad en el ámbito laboral. De hecho, el 56 % reconoció que lo hace incluso en conversaciones con el área de Recursos Humanos.

Casi la mitad de la Generación Z oculta problemas de salud mental, hábitos de autocuidado o experiencias personales del pasado con el objetivo de proyectar una imagen profesional sólida y aumentar sus posibilidades de ser promovida. Para Tia Katz, esa mirada fija tan característica de muchos jóvenes trabajadores es una forma de autoprotección frente a normas laborales emocionalmente exigentes. "La llamada 'mirada' de la Generación Z puede ser silenciosa, pero no pasiva", me dijo. "Lo que parece desconexión suele ser una forma activa y calculada de autoprotección. Es un límite no verbal que adaptan para adaptarse a entornos laborales marcados por una cultura de 'siempre conectados', donde la confianza (no la competencia), la disponibilidad emocional y el entusiasmo visible por la cultura de la empresa se consideran métricas de rendimiento", señaló.

El estudio también revela que la Generación Z y los millennials adoptan estrategias de "cobertura silenciosa" con distintos fines: aumentar las chances de obtener ascensos, aumentos o bonificaciones, mejorar sus evaluaciones anuales, evitar situaciones de discriminación y ganar aceptación social. "No creo que sean demasiado sensibles ni que les falte confianza", asegura Katz. "Más bien, están soportando el peso de los enormes cambios sociales en curso", agrega.

Para la Generación Z, mantener una imagen profesional sólida es una de las principales motivaciones. El 55 % reconoce que oculta información personal justamente por eso. Según el estudio, los trabajadores más jóvenes tienden a suprimir aquellos aspectos de su vida privada que no encajan con las expectativas laborales tradicionales.

Una encuesta reciente de Attensi, realizada a 2000 empleados, describe lo que llaman "cobertura silenciosa" como una crisis silenciosa que atraviesa el mundo del trabajo. 

 

Katz remarca que no se trata solo de una incomodidad pasajera. "Es energía que se gasta en gestionar cómo te perciben, en lugar de estar presente, ser creativo y comprometerse de verdad", explicó. "Con el tiempo, eso baja el rendimiento, frena el crecimiento y debilita la confianza. Para muchos, no solo es agotador: es insostenible", expresó.

El estudio de Hu-X junto a Hi-Bob identificó siete consecuencias concretas de la cobertura silenciosa entre trabajadores de la Generación Z:

  1. Genera estrés moderado o severo (64 %)
  2. Disminuye la productividad y la eficiencia (54 %)
  3. Obstaculiza el desarrollo profesional (40 %)
  4. Reduce el nivel de compromiso con el trabajo (56 %)
  5. Afecta la vida personal fuera del ámbito laboral (43 %)
  6. Limita la creatividad y la capacidad de innovación (55 %)
  7. Impacta negativamente en el rendimiento general (47 %)

Un segundo estudio, publicado por PR Newswire, revela que los empleados de la Generación Z ya están utilizando herramientas de inteligencia artificial para agilizar tareas como resumir notas de reuniones, escribir código o generar ideas de forma colaborativa. Sin embargo, muchas veces lo hacen sin informar a sus jefes.

Según los investigadores, este comportamiento responde al temor de que el uso de la IA pueda poner en riesgo sus puestos de trabajo. El 47 % de los empleados de la Generación Z y de los millennials teme ser reemplazado por estas tecnologías, mientras que un 30 % directamente desconoce cuál es la política de su empresa respecto al uso de inteligencia artificial.

El 63 % de los encuestados reconoció que usa aplicaciones o software personales para tareas laborales, lo que, según los investigadores, representa un riesgo de seguridad importante para las organizaciones. Christine Royston, directora de marketing de Wrike, coincide con ese diagnóstico. Para ella, la ausencia de directrices claras sobre el uso de inteligencia artificial o de procedimientos operativos estandarizados es directamente una bomba que pone en juego tanto la productividad como la seguridad de los datos.

Una última palabra sobre el impacto de la "cobertura silenciosa"

Ambos estudios muestran que las generaciones más jóvenes recurren con más frecuencia a la ocultación silenciosa, y lo hacen en casi todos los aspectos de su identidad. Esto refleja la fuerte presión que siente la Generación Z para adaptarse, rendir y construir una imagen profesional creíble, según explicó Katz, quien advirtió que esta práctica representa un riesgo real para las organizaciones.

Cuando ser auténtico se vuelve una desventaja, las empresas pierden creatividad, productividad e innovación. Además, el estrés aumenta y el compromiso disminuye, muchas veces de manera imperceptible, hasta que la rotación de personal y el bajo rendimiento dejan en evidencia las consecuencias.

Katz propone que las empresas interpreten la "ocultación silenciosa" de la Generación Z como una forma de retroalimentación, no como un acto de resistencia. "Buscan autonomía, la capacidad de decidir qué aspectos de sí mismos compartir en el trabajo y qué mantener en privado sin consecuencias ni juicios. Quieren ser vistos y valorados por quienes son y por sus contribuciones únicas, en lugar de por su compatibilidad con un molde", señaló.

 

*Con información de Forbes US.