El camino de Itaú para adelantarse a la baja de tasas de la Fed y sus expectativas con la desdolarización
El banco de origen brasileño destacó el fuerte crecimiento que está experimentando la digitalización y los desafíos que ello trae consigo.

El negocio bancario sigue en constante transformación. En ese contexto, uno de los principales jugadores del mercado, el banco Itaú Uruguay, tiene una mirada optimista con su desempeño pese a que ahora se avizora un 2025 y 2026 con bajas "aceleradas" en la tasa de interés de la Fed, variable que le pega de lleno al resultado operativo de los bancos. La institución de origen brasileña espera un dólar débil para fin de año ($ 40,5), un "empleo fuerte" y un crecimiento moderado del consumo privado

En un desayuno de con la prensa, el director de Banca Minorista de Itaú, Ignacio Arechavaleta, dijo que la institución ya preveía un escenario donde las tasas de la Fed no iban a seguir por siempre en un nivel elevado (5,5%), para regresar a un nivel más razonable (2,5%), por lo que decidió "adelantarse" a esa nueva fase de menor rendimiento. 

De acuerdo a la visión del ejecutivo, la "aceleración" en la reducción de las tasas que ahora espera el mercado encuentra al banco con un portafolio de negocios más diversificado o en plena expansión como los fondos de inversión en dólares (administra unos US$ 140 millones) o el fondo de inversión en pesos (invierte en Letras de Regulación Monetaria del BCU) que ya mueve el equivalente a unos US$ 100 millones). El segmento de inversiones tuvo una expansión del 23% interanual durante último año (a US$ 2.900 millones), superando el crecimiento del 14% que registraron los depósitos (US$ 5.200 millones). 

La banca minorista en Uruguay de Itaú es la responsable del 70% de los ingresos y de 2/3 del resultado. La cartera que maneja el banco entre depósitos de minoristas e inversiones es de US$ 8.500 millones. Arechavaleta comentó que la estrategia que tomó el banco de pegarse a las tasas que ofrece el BROU, los depósitos a plazo fijo se multiplicaron por tres. Si bien dijo que no podía asociar este comportamiento a la crisis y caída que se dio con distintos fondos privados de inversión, consideró que se dio una migración del ahorro privado "hacia la calidad". 

Precisamente, el 89% de las activaciones de servicios y/o productos de Itaú se realizan a través de canales digitales, uno de los focos donde el banco ha buscado ser líder desde su desembarco en el país en 2007, según su director de Banca Minorista. 

"Por eso la seguridad es tan importante para nosotros y para cuidar a los clientes", enfatizó Arechavaleta, quien aseguró que la inversión en prevención de fraudes es "muy importante" y "desafiante" por la irrupción de nuevas tecnologías y modalidades de estafa.

Desde la implementación de las transferencias 24x7 entre los bancos, las mismas crecieron a una tasa anual del 40% y en 2024 movieron más de US$ 130.000 millones, lo que equivale a 1,6% del PIB de Uruguay. En el caso de Itaú, el 60% de las transferencias son instantáneas, mientras que el 85% del total no tiene costos ni para el emisor ni para el receptor. 

A juicio de Arechavaleta, el "gran crecimiento" de los medios de pagos electrónico en el último tiempo estuvo traccionado por la "bancarización de las pymes" y el crecimiento sostenido en la cantidad de POS en todo el país. 

La desdolarización 

El director dedicó una parte de su presentación a brindar conceptos sobre la desdolarización de la economía uruguaya, uno de los focos que pretende atacar la nueva administración del Banco Central liderado por su presidente Guillermo Tolosa

Arechavaleta consideró que este cambio en Uruguay será gradual ya que todavía hay algunos antecedentes que pesan. Por ejemplo, en los últimos 20 años apenas en cuatro se cumplió con una inflación en el rango meta. Dijo que es clave que el mercado y los empresarios confíen en que el país será capaz de tener una inflación baja para anclar las expectativas de estos agentes a la meta vigente, hoy del 4,5%. 

Además, opinó que imponer "medidas coercitivas" —como la fijación de algunos bienes en moneda nacional— quizás no sea lo más efectivo porque existe un efecto cultural fuerte de una economía bimonetaria

El ejecutivo comentó que Itaú ya está transitando su apuesta a la desdolarización al diseñar y lanzar al mercado un fondo de inversión en moneda nacional que ya maneja más de US$ 100 millones con una rentabilidad anual de 7,8% en pesos. El fondo de Itaú administrado en dólares tuvo una rentabilidad de 3,2%. "Eso es desdolarización", afirmó Arechavaleta. "La cultura del ahorro se genera con comunicación", acotó. 

Por último, el ejecutivo también habló sobre la oportunidad que existe para profundizar aún más el crédito hipotecario, luego que el banco saliera al mercado con una tasa del 4,15% en UI. Según dijo, para bajar más esa tasa para el consumidor es clave que los bancos puedan fondearse en esa moneda con plazos largos. Hoy el fondeo para estos instrumentos básicamente se canaliza a través de las AFAP y el margen que deja ese negocio es mínimo. 

Asimismo, consideró que también existe espacio para aumentar la penetración del crédito en la economía en general y puso como ejemplo algunas contradicciones. Por ejemplo, que los intereses de los préstamos al consumo paguen un IVA del 22%.