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Hernán Kazah en Mega Experiencia Endeavor. Foto: Endeavor Uruguay.
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Kazah advirtió por los “Frankenstein” que buscan ser unicornios y dio claves para invertir en América Latina

María Inés Fiordelmondo

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El cofundador de Mercado Libre y socio director de Kaszek Ventures, Hernán Kazah (quien invirtió tempranamente en gigantes como Nubank y PedidosYa);, compartió en la Mega Experiencia Endeavor sus claves para detectar startups con potencial de éxito

07 Agosto de 2023 09.45

A Hernán Kazah no le alcanzó con haber cofundado un gigante tecnológico como Mercado Libre. Desde 2011, año en que creó la firma de capital de riesgo Kaszek Ventures junto a Nicolas Szekasy, su expertise pasó a ser clave para el despegue de una nueva generación de gigantes como Nubank, Kavak, Creditas, Gympass y Bitso, por mencionar solo algunas de las 12 compañías unicornio que forman parte del portfolio de Kaszek de más de 100 empresas. “Kaszek creyó en mí e invirtió cuando Nubank era un power point”, dijo David Vélez, fundador de la fintech brasileña Nubank, cita que se destaca en el sitio web de la firma de venture capital.

Durante la MEGA Experiencia Endeavor de Uruguay, Kazah dijo que el de las inversiones y el emprendedurismo “es un sistema muy darwiniano” y que de cada 100 compañías que se presentan en sus oficinas, invierten en una sola. 

¿Qué tiene que tener esta startup para ser la elegida? En primer lugar, el inversor dijo que busca “equipos extraordinarios” que quieran capturar mercados grandes con un modelo de negocios sustentable en el tiempo. “Uno tiene que tratar de hacer algo que tenga una audiencia de clientes enorme para que esos costos se diluyan en una base de clientes gigante, y que de esa manera el retorno sea muy grande y positivo”, dijo en la entrevista realizada por la directora de Forbes, Marcela Dobal.

Hernán Kazah en Mega Experiencia Endeavor. Foto: Endeavor Uruguay.
Hernán Kazah en Mega Experiencia Endeavor. Foto: Endeavor Uruguay.

El “no” resulta definitivo para Kazah ante emprendedores que especulen y no se muestren totalmente comprometidos con su idea. 

Por otro lado, subrayó que la actitud de los emprendedores es casi tan importante como el modelo de negocios. En ese sentido, sostuvo que “la magia” está en encontrar un equilibrio entre “un nivel de autoconfianza altísimo” y un nivel de ego muy bajo

“Son cosas que generalmente vienen juntas, pero hay que lograr ese diferencial: estar convencido de que estoy viendo algo distinto a lo que todo el resto ve, pero escucho a todos y sé que de alguno voy a aprender, y no tengo problema en cambiar si esta idea era errada, porque lo que me importa es el resultado de mi startup, no quién tiene razón”, señaló. 

Parte de esa autoconfianza consiste en ser un poco “intrépido, caradura”. El inversor recordó a un emprendedor que tras un evento se subió a su mismo taxi con el objetivo de venderle su idea. “Es gracioso, a veces genera cierta incomodidad, pero es lo que uno quiere de un emprendedor. Necesita ser caradura, intrépido, hacer cosas fuera de la norma”. 

De hecho, fue así como junto a Marcos Galperin lograron captar una millonaria inversión que fue clave para crear Mercado Libre, anécdota que también recordó durante la entrevista: “En Stanford había un profesor muy conectado con el mundo inversor. Y Marcos le contó a este profesor que estaba buscando capital, que tenía esta idea. Le dijo que dentro de tres clases venía un inversor que tiene un fondo que está invirtiendo en América Latina, y que coordinara para que lo lleve de vuelta al aeropuerto y le cuente sobre lo que estaba haciendo. Entonces Marcos lo subió al auto y empezó a hacer el camino más largo posible para tener tiempo para venderle la idea. Ese inversor fue de los primeros en Mercado Libre”.

Aceptar el error

Entre la fundación del gigante de comercio electrónico y de una de las mayores firmas de capital de riesgo de América Latina, en la carrera de Kazah parece haber lugar solo para grandes conquistas. Pero lo cierto es que las inversiones exitosas se dan entre otras decenas que no lo fueron. 

Hernán Kazah en Mega Experiencia Endeavor. Foto: Endeavor Uruguay.
Hernán Kazah en Mega Experiencia Endeavor. Foto: Endeavor Uruguay.

Para Kazah, equivocarse mucho y aceptar el error es parte del camino. “Es una industria donde gran parte del retorno viene de muy pocas inversiones que terminaron resultando exitosas. No hay que buscar no equivocarse, sino estar muy en lo cierto unas muy pocas veces”, apuntó. Y el error por omisión es “muchísimo más costoso” que el error cometido.

“Si invierto US$ 1 millón en una compañía que termina no siendo exitosa, lo máximo que pierdo es un millón. Si yo no invierto en una compañía que después multiplica eso por 100 o por 1.000, termino perdiendo US$ 100 millones o US$ 1.000 millones”.

Este año Kaszek recaudó US$ 1.000 millones para dos nuevos fondos que apuntan a startups latinoamericanas de tecnología, una señal positiva para el ecosistema emprendedor, enfrentado en los últimos años a grandes dificultades para acceder a capital de riesgo. 

Oportunidades y riesgos

Para Kazah, se está generando una combinación entre el aumento en la confianza de los inversores y las grandes innovaciones en Inteligencia Artificial. Añadió que los fondos que mejor rinden son aquellos que se invierten en los valles y no en los picos.

“En estos valles tenés más tiempo de elegir bien las compañías, y si hay emprendedores animándose a emprender en un momento difícil es porque están recontra convencidos. Eso hace que haya una selección natural de los mejores”. 

Kazah también analizó la ambición de los emprendedores por convertirse en unicornios, proceso que puede derivar en “un Frankenstein que no es saludable para nadie”. En su opinión, la industria funciona “muy bien” cuando se recorre la escalera sin pretender saltearla. “Cuando uno pasa de 10 a 25, es realmente complejo, el inversor de la última ronda tiene derecho por encima del de la previa y el camino se vuelve más trabado. En este proceso de tratar de ser unicornio se fuerza la valuación”. 

Marcela Dobal y Hernán Kazah. Foto: Endeavor.
Marcela Dobal y Hernán Kazah. Foto: Endeavor.

Planteó que “la belleza de este modelo” consiste en que emprendedores, empleados, inversores quieran y se beneficien de lo mismo, sin que haya “quintas separadas”. “Está pasando ahora con muchas compañías, porque se forzó demasiado”, se lamentó.

Sobre la opción de crecer mediante capital de riesgo o a partir de reinversiones de sus propios ingresos (bootstrapping), Kazah planteó que ningún modelo es mejor que el otro, y que “no todos los modelos de negocio son para venture capital”. 

Si la competencia no es tan importante y lo que se busca es crecer a tasas razonables, el inversor entiende que no es necesario ir por venture capital. “¿Para qué traer un tercero que te va a poner la vara más alta?”. Caso contrario es el de aquel negocio necesita mucho capital al comienzo y la industria le exige moverse rápido para generar la disrupción. 

Una vez decididos a levantar capital, Kazah apuntó que los emprendedores también deben ser selectivos, ya que la relación con los inversores es a largo plazo. “Uno tiene que pensar cómo va a reaccionar ese inversor cuando haya un problema. Si uno está cómodo con eso, genial. Si no, mejor buscar otro”, concluyó.

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