En la noche del domingo el gobierno nacional presentó el Presupuesto quinquenal y las repercusiones no tardaron en llegar. En este marco el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) elaboró un estudio especial donde analiza algunos postulados centrales y los pone en tela de juicio.
Este informe analiza la evolución del gasto en términos reales. Toma que el Presupuesto Nacional prevé un aumento de los egresos del 10% de los egresos totales el Gobierno Central, incluyendo BPS (que pasa a ser 9,3% si se considera todo el sector público, incluido el resultado global de empresas públicas). Este porcentaje de egresos se ubica por encima al observado durante la administración 2020-2024 (5%) y levemente por debajo del quinquenio 2015-2019 (10,6%). De la distribución definida por áreas se desprende que los aumentos más significativos serán para salud, seguridad social, protección social e infraestructura, transporte y comunicaciones.
Además, destaca que para el próximo quinquenio (2025-2029) se prevé que las remuneraciones aumenten casi el doble que lo que crecieron en el período anterior, en términos reales.
Proyecciones
El presupuesto presentado por el equipo económico estima que el Producto Bruto Interno (PBI) crecerá 2,4% promedio anual en 2025-2029. Desde la perspectiva de CERES para el quinquenio 2025-2029 se esperan condiciones externas neutras (precio de commodities estables, crecimiento económico moderado y tasa de interés internacional promedio de 3,6%). Con este punto de partida el Centro de Estudios compara este periodo con un registro histórico entre 1985 y 2024 e indica que el crecimiento promedio en años con condiciones neutras en Uruguay-como las actuales- ha sido de 1%, cuando el actual presupuesto proyecta un aumento de la actividad de 2,4% anual.
En este escenario CERES observa que, si el PBI creciera al ritmo de la última década y ante las condiciones externas proyectadas, el Resultado Global del Gobierno Central (incluyendo BPS) llegaría a -3,4% del PBI a 2029, es decir, empeoraría ocho décimas con respecto a las cifras estimadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (-2,6%) y sería apenas mejor que el resultado actual (-3,7%).
A su vez, CERES vislumbra un escenario en el que persiste la baja de la competitividad, con afectaciones para el sector exportador y la captación de inversiones.
"Según las proyecciones presentadas en el presupuesto, desde hoy al fin del período, los precios aumentarían 21%, mientras que la suba del dólar sería de 11%, lo que nos dejaría a fin de 2029 en una situación aún menos competitiva que la actual, considerando que tampoco se proyectan bajas significativas del costo de producir por otras vías. En concreto, el encarecimiento relativo promedio en el período 2025-2029 se situaría 22% por debajo del promedio histórico", detalla el estudio especial.
Las interrogantes
En esta línea, el informe plantea una serie de interrogantes como la magnitud del aumento de la recaudación prevista por el gobierno sustentado por cambios tributarios y la eficiencia en la recaudación.
El gobierno parte de la base de que la implementación del nuevo Impuesto Mínimo Complementario Doméstico a multinacionales, la aplicación del IRPF a los incrementos patrimoniales de activos en el exterior y el denominado "impuesto Temu" implicarán ingresos adicionales por unos US$600 millones anuales, que equivalen a 0,75% del PBI.
Sin embargo, CERES plantea que, si la recaudación efectiva por estos impuestos más la ganancia en eficiencia terminara siendo la mitad de lo estimado, el resultado fiscal empeoraría 0,2 puntos del PBI en 2026, y sería mayor cada año.
Finalmente, el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social se pregunta cómo se duplicará el producto bruto si no crece la inversión. En este apartado afirma que la inversión proyectada (16,6%, según CERES) sería menor entre 2025 y 2029 que lo que fue entre 2020 y 2024 (estimada en 17,1%), y estaría por debajo del objetivo planteado por el MEF de 20% anual, lo que en la práctica dificultaría llegar a los guarismos de crecimiento en torno al 2,4% que se propone el actual gobierno.
"Las medidas impulsadas que buscan potenciar la promoción de inversiones, revisar regulaciones y desalentar prácticas que afectan la competitividad, no lograrían un incremento significativo de la inversión", afirma el estudio de CERES e interroga acerca de cuáles serán los factores que favorecerán la inversión "en un contexto internacional marcado por elevados niveles de incertidumbre política, comercial y financiera, un contexto nacional de encarecimiento relativo y que los datos parecen no prever mega inversiones en el sector de energías renovables".
De cara al estudio parlamentario y posterior debate del Presupuesto quinquenal CERES recomienda "orientar también la discusión hacia un uso más eficiente de los recursos y una mayor efectividad en los resultados de las políticas públicas".