El fenómeno de los negocios unipersonales que aspiran a valer US$ 1000 millones
Un ranking creado por un emprendedor canadiense despertó una nueva obsesión entre fundadores ambiciosos: construir compañías de alto impacto con estructuras mínimas, sin necesidad de grandes equipos, capital externo ni oficinas. Con inteligencia artificial como aliada, la fantasía de facturar cifras récord desde una laptop empieza a parecer menos lejana.

Si existiera un cronometrador en la carrera por crear una empresa unipersonal valuada en US$ 1.000 millones, Henry Shi sería, sin duda, uno de los competidores. Shi, cofundador y actual miembro del directorio de Super.com —una app para ahorrar dinero—, creó en marzo el ranking de las "10 Mejores Empresas Nativas de IA Lean". Su objetivo fue seguir el avance de startups con estructuras mínimas que buscan alcanzar esa valuación con equipos muy reducidos o incluso de una sola persona. La idea surgió a partir de la respuesta que le dio un amigo cuando le preguntó qué era lo que más les importaba a los inversores. "Lo único que les importa a los inversores es superar a otros inversores en una tabla de clasificación", le dijo.

Puede que el comentario haya sido en tono de broma, pero la lista que armó Shi hoy reúne 44 empresas. Para formar parte, deben cumplir con algunos requisitos: generar US$ 5 millones en ingresos recurrentes anuales, tener menos de cinco años, mostrar un crecimiento rápido y operar con menos de 30 empleados. Shi sostiene que el ranking funciona como una herramienta potente. "Mi objetivo es, en realidad, cómo crear empresas mucho más ágiles y eficientes?", afirma.

La empresa que lidera el ranking actual por ingresos es Telegram, la app de mensajería con sede en Dubái. Hoy genera US$ 1.000 millones al año y tiene un equipo de apenas 30 empleados. Con una valuación de US$ 30.000 millones, cada trabajador representa, en promedio, US$ 1.000 millones de valuación, la cifra más alta de toda la lista. En el segundo puesto aparece Midjourney, una startup de diseño con inteligencia artificial. Registra ingresos anuales por US$ 500 millones y cuenta con 40 empleados. Su valuación alcanza los US$ 10.000 millones, lo que equivale a US$ 250 millones por empleado, la segunda más alta del ranking.

Shi forma parte de un grupo cada vez más amplio de emprendedores, inversores y especialistas que siguen de cerca la competencia por crear empresas multimillonarias con equipos ultracompactos, o incluso formadas por una sola persona. La existencia del ranking motivó a muchos fundadores, que ahora se contactan con Shi para que considere incluir a sus startups. "Creo que es un reto, y muchos fundadores son personas muy ambiciosas, así que quieren ponerse a prueba", sostiene. "Y ahora, alcanzar los mil millones de dólares podría ser posible", agrega. Aunque no cree que la empresa que lo logre sea estrictamente unipersonal, imagina que tal vez tendrá "10, 15 o 20" personas.

Henry Shi, cofundador de Super.com, comenzó a hacer un seguimiento de las startups nativas de IA que tienen posibilidades de convertirse en empresas unipersonales de mil millones de dólares, según su valoración. Super.com.

 

Uno de los que cree que un emprendedor individual puede llegar a los US$ 1.000 millones es Sam Altman, CEO de OpenAI. En una entrevista que dio en 2024 con Alex Ohanian, cofundador de Reddit, contó que él y otros CEO armaron una especie de quiniela para adivinar en qué año una persona sola, con ayuda de inteligencia artificial, lograría crear un negocio valuado en US$ 1.000 millones.

La carrera por crear una empresa unipersonal valuada en US$ 1.000 millones es el eje de un ciclo de paneles gratuitos y abiertos a la comunidad que modero como voluntario en la Biblioteca Pública de Nueva York (NYPL). La segunda parte se realiza hoy, 17 de noviembre de 2025, a las 12 del mediodía (hora del este), y está abierta al público. La idea de que una sola persona pueda llegar a esa valuación me intriga desde hace años. Empecé a escribir sobre empresas unipersonales valuadas en US$ 1 millón para Forbes en 2013, y retomé esa posibilidad en mi libro de 2018, La empresa unipersonal del millón de dólares. Allí, el inversor de capital de riesgo Eric Scott —en ese momento socio del fondo SciFi VC, creado por Max Levchin, cofundador de PayPal— contó que él y sus colegas discutían cuánto tiempo faltaba para que una empresa de una sola persona fuera adquirida por US$ 1.000 millones.

Cada vez más personas se suman a esta conversación. Cuando la tendencia de los negocios unipersonales millonarios empezó a tomar fuerza, los fundadores se apoyaban en apps, herramientas digitales y contratistas para ampliar lo que una sola persona podía hacer. Hoy cuentan con una herramienta mucho más potente: la inteligencia artificial. Tecnologías como ChatGPT, que se presentó públicamente en noviembre de 2022, les permiten ir mucho más lejos.

Mientras tanto, el número de negocios unipersonales con ingresos de siete cifras creció de forma exponencial. Según datos de la Oficina del Censo de EE.UU., en 2023 había 117.060 emprendedores individuales y sociedades que alcanzaron US$ 1 millón en ingresos. La cifra se duplicó con creces entre 2021 y 2022, al pasar de 57.222 a 116.803. En comparación, en 2012 solo 31.780 negocios de este tipo superaban el millón.

Aun así, las empresas unipersonales con ingresos millonarios siguen siendo casos excepcionales, similares a los atletas olímpicos dentro del mundo del autoemprendimiento. Para dimensionarlo: en Estados Unidos hay actualmente 30.427.808 empresas sin empleados, con un ingreso promedio de US$ 57.611. Ese monto está por debajo del salario promedio del país, que es de US$ 67.920, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Las empresas unipersonales con ingresos multimillonarios son aún más raras que los unicornios actuales.

Con el crecimiento acelerado de empresas eficientes y de alto impacto, cada vez más personas influyentes siguen de cerca la carrera por crear compañías unipersonales valuadas en US$ 1.000 millones. Incluso se realizó un panel sobre la "Empresa Unipersonal" en Davos, en marzo, con la participación de referentes del sector.

Entre los oradores estuvieron Benjamine Liu, CEO y cofundador de Formation Bio —una startup que busca acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos—; Kanjun Qiu, CEO y cofundadora del laboratorio de investigación en inteligencia artificial Imbue, que ayuda a sus clientes a coordinar agentes de programación con IA; Dan Murphy; Mitchell Green, fundador y socio director de Lead Edge Capital, fondo que invirtió en compañías como Alibaba, Asana y MindBody; Sarah Franklin, CEO de Lattice, una plataforma de gestión de personal; y Richard Socher, CEO de You.com, que ofrece infraestructura de búsqueda con inteligencia artificial para equipos corporativos. Socher, cuyos clientes ya crearon más de 50.000 agentes de IA en su plataforma, habló sobre el potencial de automatizar buena parte —o incluso todo— el trabajo de una empresa, y sobre las chances reales de que una sola persona pueda manejar semejante nivel de complejidad.

Una mirada al futuro del trabajo

Esta tendencia plantea una visión interesante sobre lo que viene. Podría anticipar empresas más ágiles, con menos puestos y equipos pequeños que trabajen junto a sistemas de inteligencia artificial. Pero también podría derivar en un auge de pequeños emprendimientos con impacto significativo.

"Creo que todos vamos a ser gestores de IA, cada persona que contribuya a ella lo será", dijo Socher durante el panel en Davos. "Y esa es una interpretación... La otra interpretación es, por supuesto, que habrá una persona que realmente dirija una empresa unicornio entera solo con agentes de IA. Y creo que eso aún está un poco más lejos. Se necesitará experiencia. Y creo que, a medida que todos tenemos que capacitar a nuestros propios empleados y todos los demás en el mundo tienen que hacerlo, tenemos que aprender cada vez más a discernir y evaluar los resultados de la IA, comprendiendo cómo puede verificar rápidamente que los procesos funcionan bien con la IA en lugar de crear yo mismo el producto de trabajo original", agregó.

¿Un nuevo panorama para la financiación?

Si empiezan a aparecer empresas unipersonales valuadas en miles de millones de dólares, eso podría abrir una nueva posibilidad para emprendedores que no acceden a préstamos o capital de riesgo, o que prefieren autofinanciarse. En muchas compañías, los sueldos y las prestaciones representan el mayor gasto. Por eso, tener una línea de crédito o inversores suele marcar la velocidad de crecimiento. Pero las empresas que trabajan con agentes de inteligencia artificial pueden avanzar sin necesidad de contratarlos, lo que reduce la necesidad de buscar financiación externa. "Muchas de estas empresas de IA ahora pueden generar ingresos rápidamente", sostiene Shi. "Realmente no se necesita capital de riesgo", expresa.

De todos modos, aún no está claro cuán cerca estamos de ver una empresa unipersonal multimillonaria. Steve King, socio de Emergent Research —especializado en trabajo independiente y uno de los invitados al panel de la NYPL—, advierte que, aunque la inteligencia artificial ya puede asumir buena parte del trabajo operativo necesario para construir una empresa de ese tamaño, todavía no logra manejar los proyectos que requieren supervisar todas las áreas del negocio: contabilidad, finanzas, marketing y ventas, entre otras.

"Me cuesta imaginar a una sola persona dirigiendo todo desde su escritorio", dice King. "Pero sí veo fácilmente a una o dos personas, con la ayuda de profesionales independientes bajo demanda, creando un negocio unipersonal multimillonario", sostiene.

Según King, es más probable que las empresas impulsadas por creadores —más que aquellas gestionadas íntegramente por IA— lleguen a los US$ 1.000 millones, sobre todo si se toma como referencia la facturación. Menciona como ejemplo a Steph Curry, jugador de los Golden State Warriors, que genera ingresos a través de patrocinios, charlas, documentales y otros proyectos mediante su empresa, Thirty Ink. Según se informó, esa firma facturó US$ 174 millones en 2024. "Lo mismo ocurre con muchos artistas e influencers famosos", señala King. "Se puede construir un negocio muy grande si se cuenta con el respaldo de ese tipo de seguidores", agrega.

El científico de datos y futurista Trent Fowler afirma que la naturaleza impredecible de los avances en IA probablemente determinará la rapidez con la que sea posible lograr un negocio unipersonal de mil millones de dólares. Trent Fowler.

 

Trent Fowler, científico de datos, futurista y consultor especializado en la intersección entre inteligencia artificial y estrategia de negocios —quien también será parte del panel en la NYPL—, cree que todavía falta tiempo para que las startups que dependen en gran medida de la IA lleguen a una valuación o facturación de US$ 1.000 millones.

Para él, uno de los principales desafíos es el ritmo de avance de los modelos de inteligencia artificial, como se vio con el salto entre ChatGPT 3 y 4. "No sabemos con certeza cuánto margen de mejora hay, aunque creo que es bastante", precisa.

También menciona otros obstáculos, como la precisión de los sistemas y los problemas de seguridad. "Incluso si una persona que está en el 1% superior de programadores, dentro del 1% superior de los más adaptables, y además es un genio de los negocios, logra crear una empresa valuada en US$ 1.000 millones, o que genere ingresos por esa cifra, queda una pregunta clave: ¿cuánto tiempo se puede sostener ese éxito?", plantea.

"En definitiva, necesitaremos ver casos de emprendedores que, por ejemplo, hayan implementado código basado en experiencia dentro de su plataforma, y que realmente funcione", dice Fowler. "Y que no existan grandes fallas de seguridad que provoquen su colapso tres meses después", advierte.

Fowler cree que las compañías que una sola persona podría llevar a los US$ 1.000 millones quizá no se ajusten a la definición tradicional de empresa. En un grupo de trabajo informal que organizamos con otros interesados en el tema, surgieron algunas categorías posibles. Una fue la logística B2B, un sector que puede automatizarse casi por completo y donde los clientes no esperan interactuar directamente con una persona. Otra, los sistemas de trading algorítmico gestionados por un único inversor. Eso, sin embargo, abre otra discusión: ¿qué es exactamente una empresa unipersonal valuada en mil millones? "Si se le puede llamar 'empresa' o no, es una cuestión de semántica", afirma.

La pregunta clave es qué pasa cuando una sola persona tiene el control de un producto o servicio cuyo impacto está valuado en US$ 1.000 millones, y todo depende de ella. "Si lográs crear un producto revolucionario, sin problemas de seguridad y totalmente conforme a la normativa, del que dependen 20 millones de personas a diario, y luego te atropella un auto, si no hay un plan de contingencia, podría causar graves problemas en la vida cotidiana de muchas personas", advierte Fowler. "Sin duda, existen riesgos asociados. Y creo que son aspectos que se deben tener en cuenta al abordar un proyecto de esta envergadura", sostiene.

Más allá de quién gane la carrera por alcanzar los US$ 1.000 millones, Shi cree que el foco en la eficiencia dará lugar a startups capaces de crecer más rápido y con mejores resultados.

"En la era de la IA, uno de los puntos más fuertes, y quizás el único defendible, es la velocidad de ejecución", afirma. "Cuanta más gente hay, más lento se avanza y más se estanca. Entonces, ¿cómo se aumenta y acelera la velocidad de ejecución manteniendo un equipo ágil y eficiente? Tener menos gente permite mantenerse al tanto de todo", concluye.

 

*Con información de Forbes US.