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Javier Lestido, director de Sures Real Estate y Julio César Lestido. Fotos: Nico
Negocios

Javier Lestido, director de Sures Real Estate y Julio César Lestido: "Necesitamos escala para tener más oportunidades"

Mariana Malek

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Dividido entre la inversión inmobiliaria en Uruguay y la industria automotriz, Javier Lestido analiza el liderazgo empresarial y el futuro en ambos sectores.

13 Agosto de 2025 09.48

Cuando Javier Lestido mira al mar, se siente en casa. Por eso, sigue viviendo en el mismo lugar desde hace años. Aunque su rutina transcurre entre autos e inversiones inmobiliarias, desde joven aprendió a equilibrar sus responsabilidades con dos pasiones que lo conectan con lo esencial: el surf y el golf.

En un Uruguay en transformación, Lestido apuesta a desarrollar Sures Real Estate, su empresa inmobiliaria, mientras acompaña la evolución de la compañía familiar Julio César Lestido, protagonista de una revolución en la industria automotriz. En este cruce de caminos, conversa con Forbes Uruguay sobre sus perspectivas de negocio y asegura que una de las claves fundamentales a nivel país para captar más oportunidades es atraer población.

—Tu apellido está históricamente vinculado al rubro automotor. ¿Cómo influyó esa herencia al liderar en otro sector?

—Fue un desafío. Cuando empecé con Sures, usar "Lestido" me generaba ruido. Estas empresas suelen tener nombres inventados, no ligados al apellido del fundador, y el mío está muy asociado a los autos. Así nació "Sures", vinculado al sur, al sureste. Más allá del nombre, creo que hay una herencia de valores familiares sobre cómo hacer las cosas. Las empresas terminan teniendo la personalidad de quienes las lideran, y esa personalidad deja huella.

—¿Qué comparten Sures y Lestido?

—Ambas respetan mucho a la persona. Hay foco en el crecimiento individual, estructuras horizontales y una visión de largo plazo. Siempre pienso que, en el futuro, alguna de mis hijas pueda continuar la historia, como lo hacemos hoy en Julio César Lestido, donde ya participa la cuarta generación. La empresa tiene más de 80 años, y 75 de ellos vinculados a Volkswagen. Somos el tercer importador más antiguo del mundo, y el más antiguo de América.

—¿Cómo compatibilizás tu rol en ambas compañías?

—Dándole espacio a cada una. En Sures, el gerente general es Agustín Lorenzo. En Lestido también hay un gerente general y un equipo sólido. Mi rol es estratégico, participo en decisiones clave, pero la operación está delegada.

—¿Cómo ves los mercados automotor e inmobiliario hoy en Uruguay?

—Ambos están activos, pero son muy distintos. El automotor vive una revolución tecnológica. El inmobiliario enfrenta otros retos: por ejemplo, en Montevideo, los trámites pueden demorar años, lo que desincentiva la inversión. En cambio, Canelones es más amigable. Las leyes de vivienda promovida y de gran dimensión económica han sido positivas. Muchas unidades nuevas se destinan a alquiler, lo que renueva la plaza, baja precios y mejora la oferta.

—¿En qué está trabajando Sures actualmente?

—En un proyecto de oficinas en San Nicolás, junto a dos socios, en Camino Carrasco y Gigantes. Es nuestro tercer proyecto de oficinas, tras dos en Punta Carretas.

—¿Cuál es hoy el foco de inversión?

—Hacemos pocos proyectos a la vez. No vamos por volumen, sino por diseño y calidad. Compramos dos terrenos en Carrasco y estamos desarrollando edificios de pocos apartamentos, entre US$ 1,5 millones y más de US$ 3 millones. Son productos pensados para vivir, con personalidad y diseño. Apuntamos a un público exigente, acostumbrado a viajar, que busca algo distinto. No se trata solo de buen gusto: también es una cuestión de onda.

Javier Lestido, director de Sures Real Estate y Julio César Lestido. Fotos: Nicolás Garrido
Javier Lestido, director de Sures Real Estate y Julio César Lestido. Fotos: Nicolás Garrido

—¿Qué opinás de las políticas para atraer inversión extranjera?

—Me parece positiva la ley que promueve la residencia fiscal. Uruguay necesita más gente. La tasa de natalidad está bajando, y para 2070 podríamos ser solo tres millones. Para tener mejor educación y más oportunidades, necesitamos escala. Atraer población es clave.

—¿Cómo ves el desarrollo inmobiliario hacia el Este de Montevideo? Lo que se llama Carrasco Este

——Muy bien. A veces no dimensionamos lo lejos que estamos del resto del mundo. Singapur es un buen ejemplo de cómo un país pequeño y lejano puede prosperar con orden y eficiencia. Hacia el este hay oportunidades. Si damos beneficios a empresas y residentes, podemos aprovechar nuestra cercanía con Argentina y Brasil. Tenemos muchas ventajas para ofrecer.

—¿Cómo ves la transformación de la movilidad eléctrica?

—Uruguay está muy avanzado en América. Tenemos una matriz renovable excelente, sin petróleo, y una red de cargadores bien desarrollada gracias a UTE. El auto eléctrico llegó para quedarse. Vendrán desafíos, como el tratamiento de baterías, pero se resolverán.

—¿Y la inteligencia artificial?

—Es incierta. Sigo de cerca a referentes. Bill Gates decía: "No tengo ni idea de lo que va a pasar". Imaginate el resto de nosotros.

—¿Qué influencia tiene tu vida como surfista en tu liderazgo?

—Intento balancear vida laboral, personal y familiar. Para mí, el éxito es ser feliz. Nadie es feliz todo el tiempo, pero no se puede ser exitoso sin ser feliz. No creo en separar la vida laboral de la personal. El golf también me ayuda: te baja a tierra, no importa tu cargo. En ambos deportes compito conmigo mismo. Y el surf tiene esa magia del mar. Salís renovado.

—Estuviste en la selección uruguaya de surf y hoy formás parte de la USU. ¿Cómo vivís ese vínculo?

—Fue hace mucho. Hoy estoy en la Unión Uruguaya de Surf (USU) y soy vicepresidente de la Fundación Niños con Alas. Le dedico más tiempo a la Fundación. Creo que los problemas de todos no son de nadie, pero igual son de todos. Siempre se puede aportar algo. A veces ese aporte vuelve, incluso sin que uno lo sepa. También eso refleja el tipo de liderazgo que creo necesario: más humano.

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