El retroceso en las ventas y el recorte de incentivos empujan a la automotriz a recalcular su negocio. La estrategia de Ford para no perder terreno en el segmento eléctricos.
La agresiva estrategia de precios de los vehículos eléctricos chinos, liderada por gigantes como BYD, no solo tiene efectos en el mercado global automotriz sino que también enciende las alarmas en el propio gobierno chino preocupado por una competencia feroz de consecuencias inesperadas.
Ford informó que la ganancia neta ajustada mejoró año a año un 24% hasta los US$ 1.958 millones. De esta manera, su beneficio por acción de US$ 0,49 superó el pronóstico medio del mercado de US$ 0,47.
Ante la caída de demanda de autos eléctricos, el fabricante cambió su estrategia y expectativas hacia una apuesta más segura, centrándose en las pick ups.
El fabricante de autos emitió una llamada a revisión importante para el vehículo más vendido el año pasado, por unos frenos de estacionamiento defectuosos.
Las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos se mantuvieron bastante bien este año, con más de un millón de unidades entregadas en los últimos 11 meses, lo que supone un aumento del 51% respecto a 2022.
A pesar de los resultados financieros decentes, se informó un retraso en las inversiones por US$ 12.000 millones para el desarrollo de vehículos eléctricos por la menor demanda que está experimentando el mercado.
Se espera que Ford publique sus resultados del tercer trimestre de 2023 el 26 de octubre, informando de otro trimestre en el que las entregas aumentaron.