Intentó retirarse a los 39 años después de vender su primera compañía, pero terminó fundando una empresa que vale más de US$ 5.000 millones
La rutina del ocio lo aburrió enseguida. Hoy lidera una firma con más de mil empleados, clientes como Citi y United Airlines, y una promesa concreta: automatizar con inteligencia artificial todo lo que retrasa a los desarrolladores.