Andrea Mendaro, gerenta general de CUTI: "Vemos como una ventaja ser un país pequeño"
Poder probar en una escala reducida para poder salir y vender al mundo,es una de las ventajas competitivas que ofrece Uruguay, según la referente de la CUTI. Cómo logra convencer al resto del mercado y qué falta para llegar a más.

Posicionarse como un país desarrollador de tecnología, de calidad premium y con alto nivel de talento, es uno de los objetivos que se la plantea la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI). Así lo resume Andrea Mendaro, gerenta general, quien además explica la importancia de salir al mundo, saber venderse y lograr que el gobierno entienda la relevancia de la industria en la economía del país. Sobre estos temas habló con Forbes Uruguay.

¿Cómo se logra generar interés por Uruguay y que gane en la pulseada de la que participan países de todo el mundo? 

A nivel general, puedo destacar la capacidad de los talentos y la experiencia que ya tienen como proveedores del mercado americano, que es algo sumamente valioso, poder presentarse como un país desarrollador de tecnología. También la calidad del tipo de trabajo que hace una empresa en Uruguay, que no se limita únicamente a "picar el código", como ellos dicen en la jerga, sino que siempre le agregan valor a las soluciones que el cliente quiere desarrollar. Esto es muy bien visto y por suerte los clientes vuelven a comprar. Otro gran valor es la disponibilidad horaria, porque estamos prácticamente en el mismo huso horario, así como el idioma. Son barreras que Uruguay no tiene al momento de ofrecer servicios y productos. Esto no solo sirve para Estados Unidos sino para todo el mercado latinoamericano. Nos falta Brasil que es un gigante difícil de conquistar.

Después, va un poco en la estrategia de cada empresa. Nosotros generamos todo el esfuerzo y el escenario para que se luzcan. Ahí está en cada una cómo se prepara para hacer su pitch, para presentarse, para cautivar o para para contarle al otro lo que le puede ofrecer. 

¿Qué planes tiene CUTI para salir a vender Uruguay como hub tecnológico?

Es un trabajo que se hace a cuenta gotas. Un cúmulo de acciones para lograr que potenciales clientes o mercados vean que en Uruguay existe una industria de tecnología confiable con la que se puede hacer negocios. La cámara no trabaja sola en ese posicionamiento internacional del sector. Lo que hacemos es participar o identificar algunos eventos que consideramos relevantes por el tipo de público que participa. Analizamos en qué tipo de ferias o eventos queremos participar y hacemos el esfuerzo, que es enorme a nivel económico. 

Para eso trabajamos en conjunto con Uruguay Innovation Hub, Uruguay XXI —que es la agencia de promoción de exportaciones—, y unificamos el esfuerzo de decir: "Bueno, vamos a tal evento, con tal presencia", porque la mayoría de las empresas por sí solas no tienen la capacidad de pagar un stand, entonces se forman alianzas. 

¿Cooperan aunque sean competencia?

Una particularidad de esta industria es que aunque compiten porque todos venden horas o tienen productos similares para resolver determinadas necesidades, en general se ayudan mucho. Esa es una característica que realmente nos diferencia respecto de otros países. Es una industria chica, pero hay muchos clientes en el mundo y es poco probable que una empresa se encuentre con otro colega uruguayo para competir por el mismo cliente. En el caso de que así fuera, igual no les impide compartir un viaje, una instancia, un dato. 

De hecho, eso es algo sumamente valioso que se da en las interacciones de nuestros socios en la cámara, un intangible enorme, que pueden compartir sus experiencias, saberes. Nosotros también hacemos eso, preparar a las empresas para que cuando vayan a un evento lo aprovechen de la mejor manera y que sea redituable la inversión que van a hacer en pasajes, en estadía, etcétera. No se trata solo de decir "voy a este evento", sino que detrás hay toda una preparación importante para sacarle el jugo, lo que además nos sirve para presentarnos como un ecosistema potente. Hay mucha estrategia. 

¿Es una desventaja el tamaño de Uruguay al momento de competir?

Hace muchos años que pensábamos, o quizás alguna otra industria todavía lo cree así, que es una desventaja que Uruguay sea un país pequeño. Nosotros vemos como una ventaja ser un país pequeño por varios motivos: primero porque la industria se internacionalizó en forma muy temprana, obligados. El mercado local es reducido y si las empresas de tecnología quieren venderle al mundo tienen que mirar afuera por naturaleza. Es por eso también que muchas empresas nacen globales, ya mirando hacia otros mercados. 

Otra ventaja de ser chicos es justamente la cercanía que tenemos en todo el ecosistema, no solo el privado sino también con la academia y todo lo que hace al ecosistema de tecnologías de Uruguay, inclusive con el gobierno. Cuando esta industria necesita dialogar ya sea por regulaciones, por talento, por ajustar cosas del sistema educativo, puede hacerlo con los propios referentes. Una broma recurrente es que si miramos las cadenas de LinkedIn, entre el primer, segundo y tercer contacto nos conocemos todos. 

¿Al ser más pequeños se les puede ofrecer una experiencia "boutique y de laboratorio"?

Sí. Hace varios años que tratamos de posicionar al país como piloto de pruebas. El concepto es: vení y probá en Uruguay. Equivocate, hacé las pruebas que necesites, testeá en Uruguay y después salí a venderlo al mundo. Entonces, y sumado a esta facilidad que tenemos de diálogo, lo que proponemos es que si hay empresas que necesitan desarrollar determinada tecnología que requiera determinada regulación, Uruguay lo puede hacer. Esto nació con Test Uruguay, que después evolucionó con Uruguay Innovation Hub y se concretó un hub de innovación físico que está instalado en el LATU. El parque, a su vez, pasó de ser a ser un parque de innovación, que nuclea laboratorios de prueba como el de Microsoft, el de New Lab, el de Antel Lab y otros labs que antes ni existían en el país. Todo es para esto: probá en pequeño, equivocate en pequeño y después llevalo al mundo. 

Andrea Mendaro, gerente general de CUTI. Foto: Nicolás Garrido.

¿Cuáles son los principales destinos a los que se apunta y a los que se quiere llegar?

Nuestro principal mercado es Estados Unidos, que tiene más del 80% de destino de las exportaciones. Es la gran apuesta porque es un país muy grande, que tiene mucho mercado y es la meca de las empresas de tecnología, que son los principales clientes. Si hacemos un zoom en qué tipo de cliente nos compra, son tecnológicas que tercerizan el desarrollo en nuestras empresas. Muchas veces vemos, por ejemplo, aplicaciones que se lanzan de empresas americanas y detrás hay una uruguaya. Después, en el ranking de exportaciones, tenemos a Reino Unido, España, Canadá, entre otros. 

Obviamente el mercado latinoamericano es relevante, pero ahí empiezan a jugar otros aspectos en cuanto a si somos competitivos o no. En los distintos mercados se aplican retenciones que hacen que se encarezca. Uruguay no tiene muchos tratados para evitar la doble imposición, entonces capaz que a un cliente de Colombia le conviene más comprarle a una empresa en Chile y no en Uruguay, porque el costo es menor. Estos aspectos afectan a la competitividad de las empresas uruguayas.

Antes de salir electo, el presidente Yamandú Orsi se reunió con Cuti, ¿tienen pensado solicitar una nueva reunión ahora que está en el gobierno? 

Durante la campaña electoral, nos reunimos con todos los precandidatos y les entregamos nuestro plan estratégico 2025-2030, que es ambicioso. Para 2030 queremos generar 15.000 nuevos puestos de trabajo y esperamos constituir el 10% del PBI, siendo en 2023 (que es el último dato publicado) el 4.4%. Para 2025 nuestra meta era constituir el 5%. Eso obviamente no lo hace la industria sola.

Ya iniciamos la ronda de reuniones. Al presidente Orsi ya se la solicitamos, aunque todavía no está agendada. Sí nos reunimos con la ministra de Industria (Fernanda Cardona), con el presidente de Agesic (Daniel Mordecki), y con la vicepresidenta de la República (Carolina Cosse). Nuestro objetivo es que puedan entender la industria, su relevancia y por eso vamos uno a uno presentando nuestro plan estratégico y poniendo sobre la mesa los puntos donde consideramos que el Estado puede ayudar y participar con un rol activo.

¿Cómo ves a Uruguay en el panorama tecnológico de aquí a 10 años?

Es pensar demasiado a futuro porque pueden pasar muchas cosas. Ya de cinco años es bastante, ni te digo a 10. Hoy vamos en una línea de crecimiento que ojalá se sostenga, lo que sí creo es que podemos hacer muchísimo más, pero tenemos que pisar el acelerador y a veces nos cuesta a nivel país tomar esos riesgos, que alguien los tiene que tomar. En eso estamos ahora, en construir esa cultura, entendimiento y ese ir pisando sobre lo más seguro que se pueda, pero hay riesgos detrás.

¿Como cuáles?

Si miramos para atrás puedo poner como ejemplo tangible que lo fue en su momento Ceibal. Cuando nació fue muy cuestionado, pero hoy cualquiera que lo mire agradece que lo tengamos. Además nos permitió como país acelerar y estar a la altura del mundo en un montón de aspectos, incluida la pandemia. Ese es el desafío que tenemos, pensar juntos de aquí a cinco años dónde y cómo queremos estar para construirlo juntos. Hay que trabajar para lograrlo.