La baja de más del 50% en las acciones de American Bitcoin desató una nueva señal de alarma para los negocios vinculados con la familia Trump. La caída, registrada el martes en apenas minutos tras la apertura de Wall Street, impactó de lleno en una empresa donde Eric Trump figura como cofundador y director de estrategia.
El golpe se produjo justo después del levantamiento del bloqueo que pesaba sobre las acciones restringidas, habilitando a los primeros inversores a desprenderse de sus tenencias desde el 2 de diciembre. A esa debacle se sumó el derrumbe del token $WLFI, creado por World Liberty Financial, otra startup donde participan Eric Trump y Donald Trump Jr. como cofundadores. Desde septiembre, ese criptoactivo perdió un 51% de su valor.
El escenario se agravó para Alt5 Sigma, una tecnológica que reunió capital en agosto para adquirir tokens $WLFI y que también contó con el impulso público de la familia presidencial. Su desplome alcanzó el 70% desde septiembre, mientras enfrenta distintas complicaciones legales.
En paralelo, el precio de Bitcoin cerró noviembre con su peor resultado mensual en más de dos años, profundizando el mal momento para el ecosistema. La falta de respuestas por parte de los voceros de la Organización Trump, American Bitcoin y WLFI mantiene aún más en la incertidumbre la situación de los proyectos involucrados.
El derrumbe del mercado cripto empieza a dejar consecuencias visibles sobre quienes apostaron a esa industria con capital político y apellido propio.

El presidente Donald Trump pasó de mostrarse escéptico con las criptomonedas a convertirse en uno de sus principales defensores. En el último tiempo elogió al sector, impulsó proyectos vinculados a estos activos, propuso crear una Reserva de Bitcoin en Estados Unidos, firmó la primera ley relacionada con criptomonedas y compartió cenas con algunos de los referentes más influyentes de la industria.
Su memecoin, $TRUMP —lanzada antes de asumir la presidencia— le generó una riqueza temporal de miles de millones de dólares. Sin embargo, no volvió a acercarse a sus valores máximos desde su lanzamiento en enero, tras la investidura.
Trump también es dueño de Trump Media & Technology Group, la compañía matriz de Truth Social. Esa firma recaudó de forma constante miles de millones de dólares durante el último año con el objetivo de comprar bitcoin, aunque sus acciones cayeron un 48% en los últimos seis meses.
Los múltiples compromisos de la Organización Trump con proyectos cripto ataron una parte del patrimonio del presidente a ese mercado. La reciente caída redujo su fortuna de US$ 7.300 millones en septiembre a US$ 6.300 millones, según estimaciones de Forbes.