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Cofundadores de Global Cannabis Capital.
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¿Invertir en cannabis y minimizar riesgos? Uruguayos crean el primer fondo de tokens “cannábicos”

Gabriela Malvasio

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Tras una exitosa ronda de validación, Global Cannabis Capital prepara una oferta privada de tokens para octubre

21 Julio de 2022 23.28

Se proyecta que el mercado mundial de cannabis solo en alimentos y bebidas superará  los US$ 3.400 millones para 2030, según un estudio que dio a conocer Forbes

Las regulaciones y los emprendimientos relacionados con el cannabis avanzan, pero se trata de un sector todavía incipiente.  Muchos inversores lo miran con interés, pero también con recelo. Uno de los primeros desafíos con los que se encuentran es la complejidad de una industria formada por muchas verticales que van desde el cultivo a la elaboración y comercialización de variados productos finales, pasando por infraestructura y tecnología.

¿En cuál de las verticales invertir o cómo invertir en más de una, para minimizar riesgos? 

La uruguaya Global Cannabis Capital (GCC) acaba de validar un innovador modelo de fondo de inversión para privados en empresas de la industria cannabica a través de tokens, los famosos activos digitales basados en tecnología blockchain que permite esa anhelada diversificación. Y en octubre abrirá la primera oferta privada.

Como se hace con las tradicionales acciones, se “tokenizó” el 100% de la empresa, lo que llevó a tener 100.000 tokens. Con una valuación de la compañía en US$ 25 millones, hace unas semanas GCC puso 1.000 de esos tokens a disposición. La idea era venderlos en dos meses, pero se terminaron en 10 días.  El fondo, que funciona bajo las leyes de Luxemburgo, donde tiene sede, trabaja junto a los estudios Ferrere y Posadas, Posadas y Vecino.

GCC tiene participación en 28 empresas del sector y forma parte de Global Cannabis Holdings, que incluye a la incubadora Cannabis Company Builder.  Detrás de todas estas iniciativas están los empresarios uruguayos Andrés Israel, Rodrigo Rey y Joaquín García. 

Para Israel, la preventa de validación fue un “éxito rotundo”. Se trató de una ronda más del estilo de “Family&Friends”. La mayoría de quienes compraron esos primeros tokens son uruguayos y argentinos. Para el 80% fue su primera inversión en blockchain, por lo que el equipo de GCC los asistió en la transacción. 

Andrés Israel, CEO y cofundador de Global Cannabis Capital.
Andrés Israel, CEO y cofundador de Global Cannabis Capital.

Israel asegura que quedó mucha gente afuera de esta primera experiencia, y que llegaron a recibir aplicaciones hasta de países africanos. No brindó el precio de venta del token por ser una oferta privada y argumentó que se lo impiden las leyes de Luxemburgo. 

Según el empresario, no hay precedente de equity tokens respaldados por un portafolio de empresas de cannabis. Sí existen fondos tokenizados aplicados a otras industrias. La idea es que el token de GCC represente a la industria del cannabis. Resaltó que se logró combinar dos sectores “bastante controversiales” de una manera “organizada y transparente”. Puso énfasis en que todo el procedimiento está bancarizado y en la posibilidad de invertir de manera diversificada. 

“El 99,9% de los inversores coincide en que la industria del cannabis va a crecer de manera exponencial en los próximos cinco años. Todo el mundo está de acuerdo. Nadie lo duda. Entonces, ¿por qué no todos invierten? Porque cuando la empiezan a mirar y a abrir, ven que hay tantas categorías y subcategorías, y que es tan complejo que no saben dónde meterse. Creamos este fondo para el inversor que quiere estar expuesto a toda la industria y tener participación en todas las verticales. Con un token estás expuesto a la diversidad de la industria del cannabis. No hay nadie que lo esté haciendo y se necesitaba”, explicó.

El dinero que se levanta con la venta de tokens está destinado a inversión en empresas, para generar un “círculo virtuoso” que aumente el valor del portafolio y por consiguiente el valor del propio token. 

“Es un camino muy bueno e innovador. Dentro de tres a cinco años, todas las startups van a levantar capital tokenizando sus acciones. Antes para invertir en empresas, el ticket mínimo era US$ 100.000. Ahora bajó. No puedo decir el precio exacto, pero se está democratizando el acceso a la oportunidad de inversión”, apuntó. 

Para la oferta de tokens que se realizará en octubre, ya está disponible un registro de interesados en www.globalcannabisholdings.lu

Vanguardia uruguaya

En 2018, Andrés Israel participó como emprendedor Endeavor de un curso en la universidad de Stanford, en EE.UU. Allí descubrió con entusiasmo cómo se veía a Uruguay como la vanguardia en la industria de cannabis. Eso lo llevó a incursionar en el negocio. 

Cuatro años después, opina que Uruguay es y va seguir siendo líder en la industria del cannabis. Aunque coincide en ciertos reclamos al Estado por mayores facilidades, carga las tintas sobre los emprendedores. 

“Uruguay sigue transmitiendo seriedad a los inversores, sigue atrayendo capital a pesar de que no logró ser redituable como se esperaba en un principio. Hubo muchos errores por parte de los mismos emprendedores", dijo el empresario.

Israel continuó: "Es fácil echarle la culpa al gobierno; lo más difícil es la autocrítica del emprendedor. El emprendedor en Uruguay, en mi opinión, le erró al enfoque de cómo aprovechar la industria del cannabis. Se concentró demasiado en el cultivo a cielo abierto. Muchos hicieron una flor de mala calidad que no pudo entrar a mercados internacionales”, explicó Israel para quien es una estrategia equivocada enfocarse en el commodity en lugar de generar productos finales. 

cannabis
Cannabis.

Puso como ejemplo de productos o servicios algunos de los que comercializan las startups nucleadas en CCB que van desde alimentos con semillas de cannabis hasta geles lubricantes íntimos; desde generación de infraestructura para los procesos industriales a tecnologías de trazabilidad de cultivos o soluciones de estudio de las necesidades de los consumidores. 

Para Israel, los errores cometidos trajeron grandes aprendizajes y una readaptación rápida al mercado internacional. Igualmente, con una industria tan joven considera fundamental apoyarse en quienes puedan aportar conocimiento y experiencia. 

Por eso, en el holding cuentan con la participación de Adam Grossman, fundador y CEO de Papa & Barkley, uno de los jugadores relevantes del segmento de aceites y cosméticos en base a cannabis, y Raquel Peyraube, experta que trabajó en la elaboración de la regulación del cannabis en Uruguay. 

El empresario está convencido que el futuro de la industria del cannabis pasa por las marcas: “Ninguno de los segmentos tiene su Coca Cola digamos. Todos están libres los casilleros. Las marcas que logren apoderarse de determinado segmento sin lugar a dudas van a ser exitosas. Hay que encontrar un nicho, focalizarse, y ser la marca referente para ese segmento”. 

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