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Así cuida Arabia Saudita a sus superestrellas: lujo, contacto con la realeza y hasta peluqueros

Steve Price

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Para atraer y retener a figuras como Karim Benzema o Moussa Diaby, la Saudi Pro League despliega una logística digna de jeques: gestionar visados complejos, adaptar rutinas a un clima extremo, traer peluqueros personales y organizar escapadas de lujo para sus familias. El detrás de escena revela un despliegue total para hacer del reino un destino irresistible para las superestrellas del fútbol.

16 Mayo de 2025 20.00

Con la ventana de transferencias del verano boreal cada vez más cerca, la atención se centra en la Saudi Pro League y en los grandes nombres que puede atraer. Se espera un verano cargado de trabajo para Natalia Jirala, encargada de las relaciones con los jugadores del Al-Ittihad. Ella se ocupa de trámites como los pedidos de visado, la entrega de tarjetas SIM y la apertura de cuentas bancarias. También organiza el envío de los autos de las figuras del equipo, entre ellas Karim BenzemaN'Golo KantéMoussa Diaby.

La llegada de Diaby el año pasado desde el Aston Villa marcó un cambio de rumbo para la liga saudita, que empezó a apuntar a jugadores en plenitud y no solo a figuras que se acercan al final de su carrera.

Como estos jugadores pueden pedir salarios altísimos donde sea que jueguen, la plata por sí sola no alcanza. Por eso, la Liga Profesional Saudita reforzó sus esfuerzos para asegurarse de que los futbolistas disfruten su estadía en el reino.

Después de algunos tropiezos iniciales para cerrar incorporaciones, la liga creó el Centro de Excelencia en Adquisición de Jugadores (PACE) y, dentro de esa estructura, contrató gerentes de atención al jugador de manera centralizada. Luego los asignó a cada club. Natalia Jirala, que trabajó para la familia real saudita, llegó a Yeda, la ciudad sobre el mar Rojo donde juega el Al-Ittihad.

Un día típico de Jirala puede incluir desde averiguar alquileres de autos y acompañar a los jugadores en las visitas a sus casas a la mañana, hasta pasar por el club a la tarde y encargarse de pedidos de visado y otros trámites a la noche. Los procesos migratorios y de visado son más complejos que en otros países. Arabia Saudita, al ser un lugar de peregrinación, tiene reglas que cambian seguido. Además, hay países como Colombia que no tienen embajada en el reino.

Los futbolistas también llevan una rutina muy distinta a la de Europa. El calor los obliga a quedarse en sus casas durante el día, donde hacen gimnasio o sesiones de fisioterapia, y recién salen a entrenar al aire libre cuando baja el sol. Ese horario, según dicen, ofrece "el mejor clima para practicar actividades intensas". Los partidos arrancan a la tarde, justo antes de que la vida nocturna empiece. Jirala dice que "todos nos volvemos mucho más noctámbulos que en nuestro país".

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La Saudi Pro League empezó a apuntar a jugadores en plenitud como Moussa Diaby.

Aunque los no musulmanes pueden comer durante el Ramadán, muchos jugadores prefieren no hacerlo cerca de sus compañeros musulmanes por respeto. Esa decisión, en algunos casos, les resulta difícil de sostener. En cambio, otras costumbres, como no tomar alcohol, no generan mayores conflictos, ya que muchos deportistas no beben.

Los futbolistas están acostumbrados a un ritmo de vida más acelerado, siempre listos para reaccionar ante cualquier oportunidad. En cambio, en Arabia Saudita, las decisiones suelen demorarse y se consultan con más gente. Jirala cuenta que a los sauditas no les gusta decir "no" a los invitados. Prefieren frases como "Lo solucionaré". Para los europeos, acostumbrados a un sí o un no, esa forma puede volverse frustrante. A veces pasan meses hasta que entienden que su pedido fue rechazado.

De todos modos, una de las cosas más duras para los jugadores es la distancia con sus familias. Jirala recuerda que, en anteriores mercados de pases, algunos futbolistas decidieron no mudarse con su familia porque pensaron que sería difícil para ellos. Pero, según cuenta, "la mayor dificultad a veces fue estar solo en el país durante tanto tiempo".

Los fichajes más recientes sí llegaron acompañados por sus familias. Jirala asegura que "cuando un jugador puede ver a sus hijos interactuar con la cultura y el idioma sauditas, eso realmente les cambia las reglas del juego". Además, cuenta que muchas esposas terminan encariñándose tanto con el país que se transforman en "las embajadoras sauditas más fuertes".

Según ella, las esposas suelen adaptarse con rapidez y no tardan en pedir ayuda. Recuerda que, durante el primer mes, la esposa de un jugador le escribió para que la ayudara a organizar un viaje sorpresa al resort Shebara —con forma de nave espacial—, ubicado en el mar Rojo, para el día libre de su marido.

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Los partidos de la Saudi Pro League arrancan a la tarde, justo antes de que la vida nocturna empiece.

Uno de los primeros pedidos que hacen los jugadores es el alojamiento. El club les da una ayuda para la vivienda y luego ellos eligen el tipo de casa que quieren. En Riad, suelen instalarse en barrios cerrados, mientras que en Yeda optan por villas privadas y lujosas, cerca del paseo costero y del circuito de Fórmula 1. Un jugador incluso pidió una casa con espacio en el fondo para guardar motos de agua y barcos.

Muchos jugadores llegan sin saber bien qué van a encontrar en Arabia Saudita, así que se mudan con todo lo que valoran de su vida anterior. Cuando las familias traen a sus mascotas, deben asegurarse de que tengan todas las vacunas necesarias para viajes internacionales. En Arabia Saudita, los perros grandes —muy comunes entre los futbolistas— se consideran mascotas exóticas, y algunas razas están directamente prohibidas.

Aunque el país puede cubrir casi todas las necesidades, hay cosas que no se pueden reemplazar, como los peluqueros de confianza. Jirala cuenta que una vez tuvo que gestionar el visado para que el peluquero de un jugador viajara a Arabia Saudita. Así de lejos llega el trabajo del equipo encargado de atender a las estrellas de la Saudi Pro League.

Con información de Forbes US

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