Lionel Messi y Luis Suárez anunciaron la creación de Deportivo LSM, un nuevo club profesional que promete revolucionar el fútbol uruguayo. La noticia, que había circulado como rumor durante semanas, se confirmó con un video conjunto de ambos jugadores, hoy compañeros en el Inter Miami, donde afirmaron su compromiso con este proyecto. Sin embargo, detrás del anuncio hay mucho más que pasión por el deporte: una estrategia de negocios cada vez más utilizada por empresarios argentinos.
La historia del Deportivo LSM
El proyecto de Luis Suárez, que ahora también suma a Lionel Messi, nació en 2018 como un pequeño complejo llamado "Deportivo LS" que el uruguayo comenzó a desarrollar junto a su familia en Ciudad de la Costa, Canelones. "Le propusieron poner su apellido para generar atractivo pero prefirió que no y por eso quedó ese nombre", cuenta a Forbes un allegado a la familia Suárez que conoce el proyecto desde sus inicios.
La propuesta fue creciendo de inversión en inversión. Primero, fueron dos canchas de "Fútbol 5" con quinchos para festejar cumpleaños y otros eventos. Luego, se sumó una escuelita infantil, un salón con clases para adultos, pileta y, finalmente, la compra de un predio de ocho hectáreas donde desarrollar una iniciativa más grande. "Hoy, ese espacio ya cuenta con más de 3.000 socios y una infraestructura en crecimiento: seis canchas de entrenamiento, un estadio con capacidad para 1.500 personas, gimnasio, vestuarios, locales gastronómicos y edificio administrativo", detallan a este medio.
Si bien el club creció exponencialmente durante los últimos años, siempre se mantuvo amateur y con fuerte foco en lo social, salvo por un Seleccionado Sub 16 Femenino que compite bajo las normas de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). "Lo que nace ahora es algo distinto. Deportivo LSM se conforma bajo el formato Sociedad Anónima Deportiva (SAD) mientras que el proyecto original, Deportivo LS, seguirá funcionando como academia y escuelita. Si bien es todo del mismo grupo, serán dos verticales distintos de negocio", explica un involucrado en el proyecto.
Por lo tanto, lo que se suma es la unidad profesional, una SAD que comenzará su participación oficial en la "División D" de la AUF en 2026, enfocada inicialmente en juveniles aunque, en un principio, requerirá la búsqueda de jugadores ya formados que se realizaría tanto en Uruguay como en Argentina.
Para Suárez y Messi, el nuevo emprendimiento tiene dos objetivos claros. El primero es social y consta de darle a Ciudad de la Costa un club de referencia que genere sentido de pertenencia y forme nuevos talentos para el país. Mientras que el segundo en empresarial y de negocios: proyectar una cantera fuerte que nutra al equipo y, eventualmente, genere ventas al exterior e ingresos al club.
En ese contexto, la participación de Messi no es simbólica. Según indicaron fuentes cercanas, el rosarino sumará peso institucional y proyección internacional. Si bien los entrenamientos aún no comenzaron y hay aspectos que permanecen bajo reserva, ya habría un cuerpo técnico formado, planificación y una estructura en marcha para profesionalizar cada área del club.
Las SAD y los argentinos en Uruguay
El modelo de negocio SAD no es nuevo en el fútbol de Uruguay pero sí está en pleno crecimiento. Las Sociedades Anónimas Deportivas se están convirtiendo en una herramienta cada vez más atractiva para inversores extranjeros, especialmente argentinos pero también europeos y de otras regiones, que ven en ese fútbol una oportunidad para desarrollar proyectos deportivos sostenibles y con potencial de exportación.
Uno de los casos más recientes fue el de Fernando Cavenaghi. El exdelantero de River compró Racing de Montevideo en 2021 y, junto al "Chori" Domínguez, logró el ascenso a Primera y la clasificación a la Copa Sudamericana. En diciembre de 2023, Racing fue vendido al grupo Red&Gold Football, una alianza entre Bayern Münich y Los Ángeles FC, marcando un hito para el modelo SAD en Uruguay.
"La gestión de Cavenaghi fue muy buena y no solo se observa en los logros deportivos, como acceder a una copa internacional, sino también en su infraestructura. El predio mejoró muchísimo", indican fuentes del fútbol uruguayo sobre la gestión del "Torito" que, según información surgida tras la venta al grupo Red&Gold Football, se quedó con un 15% de las acciones de la institución y actualmente es su Presidente y Director Deportivo.
Otro ejemplo de este modelo de negocios es el de Marcelo Fígoli, empresario argentino y dueño de Alpha Media y Fénix Entertainment. En 2024, Fígoli adquirió el 70% de Juventud de Las Piedras, club de Segunda División uruguaya, y anunció un plan de profesionalización basado en una visión de largo plazo.
Hasta el momento, los resultados de la gestión Figoli en Juventud de Las Piedras son positivos ya que a finales del año pasado la institución logró el ascenso a Primera División tras cinco años en la "B" uruguaya. "Más allá de la concesión del estadio (Parque Artigas) por muchos años, también adquirimos un predio de 20 hectáreas con instalaciones para que los chicos duerman, entrenen y se desarrollen con todas las comodidades. Queremos que este club sea un motivo de orgullo", aseguró recientemente el empresario. Y agregó que Juventud ya es parte de una multipropiedad que abre la puerta para que juveniles emigren a Europa, donde Figoli también tiene ingerencia como propietario del Burgos CF de España y, según anunció en las últimas horas, del RC Recreativo de Huelva.
"La historia de todos estos negocios tiene como primer antecedente al Grupo City, que compró Torque hace casi una década y hoy tiene uno de los mejores complejos de entrenamiento y formación juvenil del país. En Uruguay este sistema está dando resultados y cada vez más clubes se suman. La referencia principal en Argentina es Talleres de Córdoba, un club que no es una SAD pero se gestiona de manera parecida. Acá se admira mucho a Talleres por el trabajo que viene haciendo Andrés Fassi", señalan a Forbes fuentes relacionadas a este deporte en el país vecino.
El apellido Fassi no es ajeno al fútbol uruguayo. A mediados del 2020, el Grupo Fassi, encabezado por Andrés Fassi y su hijo Juan Pablo Fassi, se sumó al club Atenas de San Carlos como Sociedad Anónima Deportiva a cargo del fútbol. El desembarco fue resonante ya que no solo proyectaron inversiones en infraestructura, divisiones formativas y un enfoque comercial por un plazo de 25 años con opción de extenderse sino que además se apostó por Diego Forlán para ser el técnico del equipo.
El objetivo inicial fue buscar el ascenso en 2021 pero Forlán solo duró 12 partidos en el cargo porque los resultados no lo acompañaron. Al famoso delantero uruguayo lo sucedieron otros DTs pero ninguno logró la meta impuesta y, finalmente, en enero de 2023 el Grupo Fassi terminó modificando su relación con la institución. "El Club Atlético Atenas informa que, el Grupo Fassi ha modificado su estructura de participación en el Futbol de Uruguay, y dentro de ésta planificación hemos acordado nuevos esquemas de colaboración entre las partes", afirma el comunicado que divulgó el club en ese momento.
Más allá de ese mal resultado, en Uruguay creen que el modelo de las SAD es altamente positivo para el fútbol del país. "El fútbol sudamericano, y el uruguayo en particular, es pequeño sacando a Brasil y Argentina. Los ingresos de los clubes uruguayos son por derechos televisivos o venta de jugadores y en la mayoría de los casos no da el presupuesto anual para competir. Las inversiones SAD, con cifras y reglas claras, están funcionando. Hay excepciones, como todo, y algunas empezaron y se fueron. Para un buen proyecto lleva tiempo y bastante inversión y quienes entiendan eso podrán tener éxito", asegura una persona con cercanía al nuevo club de Suárez y Messi.
Por lo tanto, el desembarco de ambos futbolistas que hoy juegan para el Inter Miami en el fútbol profesional de Uruguay no es un capricho ni un gesto nostálgico. Es una jugada empresarial pensada para construir desde cero un club con identidad, infraestructura y, sobre todo, proyección para exportar jugadores.