Montevideo vive una nueva etapa en su relación con los bares y espacios culturales. Lo que hasta hace algunos años eran locales cerrados o en decadencia hoy vuelven a latir con propuestas que mezclan identidad, diseño y nuevas formas de consumo. En ese contexto surge Espacio Mirador, una nueva apuesta de los emprendedores Joaquín Casavalles, Joaquín Romero, Facundo Gussoni y Juan Ignacio Romero que abrirá sus puertas a fines de noviembre en la esquina de Müller y Eduardo Acedo, en el corazón de Parque Rodó.
"Queríamos crear algo más que un café o una tienda, queríamos un lugar que inspire, que conecte mundos", resume Romero en charla con Forbes Uruguay. Mirador combinará moda, arte y gastronomía en un mismo espacio, integrando la estética y la experiencia. La idea, explican, es que el visitante pueda disfrutar de un café de especialidad, probar una propuesta gastronómica cuidada y, al mismo tiempo, descubrir productos de Mushkana (marca de indumentaria uruguaya con más de ocho años de trayectoria) y Cebala, firma de mates y accesorios.
Del rescate patrimonial a la creación de experiencias
El proyecto encarna la evolución natural del camino emprendedor de Casavalles, quien en los últimos años se posicionó como una figura de peso en la recuperación de bares históricos de Montevideo. Su primer desafío fue Montevideo al Sur, reabierto en 2019 junto a su primo Martín Carneiro.
El local (una joya Art Deco de los años 30, con mayólica andaluza y barra de mármol italiano) se transformó en un punto de encuentro del sur de la ciudad. Luego replicó la fórmula con Bar Paysandú (2022) y Santa Catalina (2023).
"Los bares tradicionales se fueron apagando con los cambios de consumo y el desarrollo urbano", reflexiona Casavalles. "Pero desde hace una década comenzó una reivindicación de estos lugares. Representan la historia y la identidad del país. A diferencia de los locales de tendencia, los bares tradicionales son los que se mantienen en el tiempo".
Esa convicción lo llevó a apostar ahora por un nuevo tipo de espacio, uno que mantenga el espíritu de comunidad y hospitalidad de los bares clásicos, pero que dialogue con la estética contemporánea y la creatividad joven.
Una esquina con vista y propósito
La ubicación de Mirador no es casual. La esquina elegida (una bajada hacia el Parque Rodó con salida directa a la rambla) tiene una vista privilegiada y un valor simbólico. "Bajás hasta la rambla, pasás por el parque y subís al mirador", dicen los socios, que tomaron esa idea de ascenso como inspiración para el nombre y el concepto general del lugar.
El local fue reciclado prácticamente desde cero, en lo que antes era un pequeño almacén o depósito. Con una inversión de US$ 50.000, los emprendedores diseñaron un espacio de 40 a 50 cubiertos, con una mesa larga central, una ventana de take away y un sector exterior que aprovecha la vista hacia la rambla. El horario previsto será de 8 a 20 horas, con atención durante todo el día.
El diseño y la dirección artística estuvieron a cargo del arquitecto Fran, quien desarrolló la identidad visual inspirada en el puntillismo: "una manera de mirar de forma diferente", explican. Esa mirada también atraviesa la selección de obras de arte y la ambientación del local.
El encuentro de dos mundos: gastronomía y marca
Si Casavalles aporta la visión gastronómica y el conocimiento del ritmo montevideano, Romero llega con el ADN del branding y el retail. Su marca Mushkana, que empezó con camisas y hoy abarca líneas completas de ropa casual, ha sabido crear comunidad y alianzas con referentes como Banco Itaú y la argentina Underwave. Además, su reciente incorporación a Cebala, marca uruguaya de mates fundada por su hermano Manuel, lo llevó a pensar nuevas formas de conexión entre producto y experiencia.
"Nos propusimos integrar procesos entre las marcas", cuenta. "Mirador es una plataforma donde todo convive. Podés tomarte un café, probar algo rico, y de paso descubrir una prenda o un mate que te representa. Todo con coherencia estética y narrativa."
"Agarramos una hoja en blanco... coincidía todo lo que sentíamos hacia el espacio", resume Casavalles. "No queríamos quedar en el cliché de ser un café porque creemos que es mucho más que eso", agrega Romero. La apertura está prevista para fines de noviembre.


